ISSN: 1579-0223
 
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La música: un factor de evolución social y humana (IV)
Asignatura Pendiente (cont.)

Graciela Agudelo; Gabriela Soto Villaseñor
http://redcientifica.com/autores...
 
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Quinto diálogo: SOBRE LA PREEMINENCIA AXIAL DE LA MÚSICA EN UNA EDUCACIÓN HOLÍSTICA.

Linus.- Teteto, ¿tú también, como casi todos los estudiantes, tuviste en algún momento de tu vida problemas con el estudio-aprendizaje de alguna asignatura?

Teteto.- Por supuesto, porque cada una de ellas se imparte como si fuera la única y la más importante; pero sobre todo, porque nunca parecen tener conexión unas con otras, ni te facilitan referencias que te estimulen para descubrir tu identidad. Hay algunas asignaturas que sentimos tan lejanas a nosotros que no encontramos razón para esforzarnos en su estudio; las sentimos "difíciles", y son de las que creemos que nunca tendremos necesidad.

Linus.- En la enseñanza, es muy útil la focalización que se da a ciertas asignaturas cuando lo que se desea es el adiestramiento específico en alguna disciplina. Pero eso no sucede en el Jardín de Niños ni en los años de escuela Primaria, Secundaria y Prevocacional cuando -todos lo sabemos- la obligación de la tarea educativa consiste en brindar todo tipo de herramientas para expandir la mente del alumno, abriendo los múltiples cauces biológicos y culturales tributarios del aprendizaje, en general, y de la exploración y el descubrimiento de las propias destrezas y afectos cognitivos, en particular.

Teteto.- Imagínate: Si como maestros, al ilustrar un hecho importante de la humanidad relacionáramos la historia con la geografía, con los descubrimientos científicos de la época, el estilo de vestir de sus personajes, los artistas y pensadores que vivieron en ese tiempo; las festividades que se acostumbraban, la música que se componía, que se cantaba y que se bailaba; la manera en que se reflejaron estos acontecimientos en la pintura de entonces, etcétera, convertiríamos el estudio en algo más divertido y humano, más afectivo e interesante de conocer, y por lo tanto, más cercano a nosotros.

Linus.- Es urgente la formulación de un currículo escolar en el que se revalore la interrelación entre todas las asignaturas, para hacerlas más accesibles. Y en cuanto a la música, puesto que ejerce un gran atractivo entre los niños, es un valioso auxiliar para la adquisición de conocimientos. Todo lo que hemos aprendido con su ayuda, lo recordamos de una manera más vívida.

Teteto.- Y es bien sabido que la música es una eficaz herramienta para la asimilación de conceptos y -en su modalidad de canción, es decir, cuando lleva un texto- es utilísima para el aprendizaje de lenguas extranjeras. El hecho de saber entonar y cantar es de enorme ayuda para adquirir un buena pronunciación, ya que hace que el niño capte con mayor facilidad "la musicalidad" de las lenguas.

Linus.- Y ¡qué decir del indiscutible parentesco entre la música y la literatura!

Teteto.- Claro. Las canciones tienen argumentos plasmados en el lenguaje; y podemos descubrir la musicalidad, el ritmo, la estructura y la rima tanto en una pieza musical como en una poesía. Y para enriquecer este paralelismo, se puede leer poesía a los niños al mismo tiempo que escuchan una obra musical de la misma época.

Linus.- Tienes razón. Pero no solamente poesía. La música también puede alimentar imaginativamente la lectura de cuentos, y en estudiantes mayores, consolidar conceptualmente la lectura de fragmentos de obras literarias más extensas; porque empleando música de la misma época, enriquecemos la percepción de las realidades que ahí se plasman. Y volviendo a los niños, todos sabemos que les entusiasma enormemente trabajar en la sonorización de los distintos pasajes de un poema, de la trama de un cuento y otros relatos históricos o fantásticos.

Teteto.- Y hablando de "sonorización", la música y la ciencia tienen uno de sus primeros puntos de encuentro en la producción del sonido. Tanto para abordar la ciencia como la música, es un enfoque válido desde la didáctica trabajar en el reconocimiento de la naturaleza del sonido como vibración, sus ámbitos de propagación, y su transformación en arte musical. Se podrían realizar actividades para el conocimiento de los distintos instrumentos musicales, tanto en su ubicación histórica y geográfica, como en relación con su tímbrica, explorando sobre los materiales con que están hechos y la forma en que producen el sonido, ya sea raspándolos, percutiéndolos, soplándolos, frotándolos o sacudiéndolos.

Linus.- Sería fantástico, porque esta propuesta del conocimiento de los instrumentos podría desembocar en un taller práctico -y muy útil- de laudería, en el que los alumnos mismos fabricaran instrumentos con material cotidiano y desechable. Un aporte a la ecología.

Teteto.- ¿Te imaginas? Esto permitiría crear pequeñas o grandes orquestas de percusiones para desarrollar el sentido del ritmo; sonorizando, formando su propio repertorio de música tradicional del mundo; explorando tímbricas y, lo que es de gran importancia, entrenándose en el trabajo en equipo: tan formativo y valioso cuando se trata de concertar música.

Linus.- Hablando de ecología, otro de los aspectos importantes desde este punto de vista es la toma de conciencia respecto a la invasión sonora que sufrimos en las sociedades actuales. El trabajo de reconocimiento y concienciación de los ruidos que no sólo invaden nuestra privacidad, sino que son capaces de dañar nuestra percepción auditiva, así como las acciones que pueden emprender los niños y jóvenes para solucionar este problema, sería trascendental y le proporcionaría grandes beneficios a su propia salud y a la de la sociedad en general.

Teteto.- Otro factor muy importante de la música es su dimensión como lenguaje; porque actúa desde lo psicológico como soporte comunicativo de un mensaje, y desde lo social como eje de una acción humana. Así que, tanto desde una perspectiva comunicativa como desde una perspectiva histórica, la música es un elemento que ofrece herramientas didácticas muy útiles para la enseñanza de las ciencias sociales. Partiendo de la premisa de que no se puede conocer un pueblo si se ignora su música, los libros de texto de Geografía e Historia se pueden considerar incompletos cuando no relacionan la fisonomía de un pueblo ni sus acontecimientos históricos con su música, que es uno de los más transparentes reflejos de su alma.

Linus.- Claro, porque el modo más directo de adentrarse en el alma de un pueblo es a través de su "modo de ser" colectivo, que queda plasmado en sus obras de arte, y en especial, en su música. Por medio de la música folclórica de cada región, puede deducirse a grandes rasgos su geografía. En cuanto a la historia, es indispensable conocer el tipo de música que se escuchaba en cada época, o tratar de intuir o imaginar la que se pudo escuchar en momentos determinados de ella. Sin esto, se carece de un aspecto muy importante para la contextualización de valores y circunstancias; porque la música es siempre el reflejo del modo de ser de los seres humanos de cada época: de sus logros, conflictos, complejos y pensamientos. Y de sus alegrías y pesares.

Teteto.- Y si tomamos en cuenta las manifestaciones artísticas de cada época, será también importante establecer una relación entre la música y las artes plásticas. Por ejemplo, ver una serie de pinturas de una época específica al tiempo que se escucha música del mismo período, hará que el estudiante pueda comprender más claramente el contexto histórico y social correspondiente. Resultará útil también mostrar pinturas en las que esté plasmado algún instrumento musical, o alguna festividad en la que la música esté incluida, analizando el papel que juega en la situación reflejada; o tratar de imaginar qué música se puede estar interpretando. Y observar a qué época específica pertenecen los instrumentos que ahí se muestran. ¡Podríamos hacer tantas cosas!

Linus.- Y ya que de lo que se trata es de estimular la sensibilidad e inteligencia del niño, en esta conexión de la música con las artes y con las ciencias sociales, no debemos olvidar que un modo óptimo de lograrlo es utilizar la música -previa una sabia selección educativa- para que los niños dibujen y pinten libremente, con una inteligente instrucción y sin condicionamientos previos Sería una manera creativa de valerse didácticamente de una actividad artística tan completa y totalizadora -social, física y psicológicamente- como lo es la música. ¡Qué necesario es propiciar el conocimiento del arte como vía de expresión de las emociones!

Teteto.- ¡Te puedes imaginar lo que un plan de estudios musical adecuadamente diseñado coadyuvaría para expandir en el niño las formas de pensamiento, y la expresión libre de emociones e impresiones a través de una forma comunicable y enriquecedora, en favor de las asignaturas lógico matemáticas, científicas y lingüísticas; y de la salvaguarda de importantes valores de la sociedad?

Linus.- Por eso te digo que facilitaría increíblemente los procesos generales de aprendizaje. Además de que sería un vehículo de lo más eficaz para despertar en el subconsciente del alumno todas las motivaciones y valoraciones sensibles, estéticas, artísticas, físicas, emocionales y sociológicas que lo moverán a interesarse por el conocimiento de las demás artes, que como ya vimos, no requieren una iniciación desde la infancia, como lo obliga la música por su naturaleza, y por sus exigencias en cuanto a opción profesional.

Teteto.- Y no es que se trate de desdeñar el aprendizaje de las demás artes, que es de suma importancia para el educando. Se trata de favorecer una pedagogía estética (¡si no es que hasta una Educación por el Arte!). Sin embargo, son de gran peso las razones para poner a la música en un lugar privilegiado en el temprano bagaje cognoscitivo y práctico que se imparta al niño en la escuela.

Linus.- Y es que es de todos conocido que madres de chicos con necesidades especiales, han recibido del pediatra, neurólogo, psicólogo o psiquiatra la prescripción terapéutica precisa de que inscriba a su hijo en "clases de música".

Teteto.- Seguro, porque el especialista no les recomienda clases de pintura, danza o fotografía; lo cual es indicador de que conoce ese "algo, en especial" que tiene la música para mejorar la fisiología, la neurología y la conducta social.

Linus.- Urge un verdadero cambio sociopolítico que demuela las estructuras erróneas o mal intencionadas. Es el momento de no seguir en la desubicación cultural -y musical- desde la que actuaron los administradores educativos en el pasado.


Sexto diálogo SOBRE MAESTROS.

Linus.- ¿Crees tú, Teteto, que la entidad educativa no apoya la integración de la música al currículo escolar porque no hay suficientes maestros, o porque no son los suficientemente capacitados como para impartirla? Entre paréntesis, es sabido que en muchas escuelas es el profesor de Educación Física -sin preparación musical- el que imparte la asignatura de Educación Artística.

Teteto.- Sí, pero no es imposible de solucionar. Mira: Con un plan realista y adecuado a los recursos de que se dispone, incluyendo sobretodo los de la tecnología de la comunicación, el perfil del maestro, cuya formación pedagógica se da por hecho, sólo necesita de un buen oído musical (con lo que automáticamente será afinado, ya que la transmisión del canto es de importancia decisiva), y poseer sentido del ritmo y conocimientos básicos sobre el mismo. Rudimentos de acústica aplicada a la laudería, y conocimientos de historia y de teoría elemental de la música. Un poco de geografía social e historia de su país, como para abordar la tradición ¡y listo! ¡Y si tocara algún instrumento, sería maravilloso! Los recursos de la tecnología servirían para cubrir las necesidades tanto de la escuela presencial como de la escuela remota.

Linus.- ¿Quieres decir que, teniendo buen oído y sentido musical y del ritmo; valiéndose de los recursos tecnológicos y actualizándose o versándose un poco sobre historia y teoría de la música, cualquier maestro de ciencias sociales, historia, matemáticas, geografía, física o literatura podría dar también la clase de música? ¡Pero sólo en el nivel básico!, en donde no es necesario -ni útil- enseñar signos de grafía musical, pues la formación debe consistir en escuchar buena música de todos los géneros, cantar mucho, construir instrumentos elementales, tocar percusiones y algunos otros instrumentos en grupos, y estar en contacto vivencial con la música.

Teteto.- Sí, exacto. De eso se trata. La grafía va después, en Secundaria; ya que hayan aprendido a amar la música. Pienso que una de las razones por las que tantos planteamientos de Educación Musical no han dado el resultado esperado, es porque se pretende que desde un principio se enseñe lectura musical, o solfeo, o conocimiento de los signos musicales, y que la clase de música, desde los niveles elementales, se imparta únicamente por maestros especializados. Esto no es posible, por ser la población estudiantil tan exorbitante. Mira Linus, es tan sencillo como hacer cuentas. Si el otro día considerábamos que hay 15 millones de estudiantes en el nivel básico, calcula cuántos maestros se necesitarían para cubrir tal demanda: distribuye esta cantidad en el -¡antipedagógico!- número de 40 niños por grupo. Obtenemos la cantidad de 375 mil grupos. Si un maestro diera cuatro horas diarias (atendiendo a un grupo por hora) durante cinco días a la semana, podría atender a 20 grupos. Para cubrir a 375 mil grupos tendría que haber en este momento 18,750 maestros profesionistas de la música habilitados pedagógicamente para dar las clases. ¿Los hay? Y considera que el problema hay que atacarlo ya. No puede esperar más, so pena de continuar incurriendo en un sinnúmero de violaciones a igual número de leyes y derechos.

Linus.- Además ese modo de enseñanza tan antiguo y tan estereotipado ha probado que aburre mucho a los niños; y convierte la música en una más de esas asignaturas a las que no le encuentras sentido ni interés. Antes que su técnica, es necesario aprehender y sentir la música como un lenguaje. ¡Hacerla familiar y divertida! Y tienes razón, porque con conocimientos de historia, geografía o ciencias sociales, es más fácil abordar la tradición.

Teteto.- ¡Tan necesaria! Ante el poco valor que en los medios de difusión, y aún dentro del ámbito educativo, se le da a la música tradicional y étnica. También la música folclórica, y las músicas populares e indígenas que, para muchos, no merecen ser estudiadas ni difundidas.

Linus.- Y el maestro de literatura puede agregar la dimensión de los textos de las canciones: el cancionero tradicional mexicano -y de todos los pueblos- contiene una cantidad admirable de canciones con textos hermosísimos, que evocan la naturaleza, el terruño, las tradiciones, el amor, el desencanto, la alegría, y toda la gama de emociones humanas con letras sencillas, pero poéticas. A propósito, ¡si te contara lo que escuché el otro día!

Teteto.- Aaay, no me digas... Ya sé. Cuando alguien te comenta que "tal música" es muy bonita porque "habla" de esto o de lo otro. Mezclándolo y confundiéndolo todo.

Linus.- Por ahí va... En un canal cultural de México, dice el director de un grupo de rock a la animadora: "La nuestra es muy buena música. Y no es que alentemos el consumo de drogas; pero trae un rollo muy chido filosófico. -¿Cuál? Que uses la mariguana, porque la droga sintética te violenta tu templo, que es tu cuerpo"

Teteto.- ¡Qué infinita piedad por los pobres niños y adolescentes y su futura sociedad!

Linus.- Volviendo al tema de profesores y medios, debo decirte que uno de los factores más importantes en toda esta problemática, no es tanto la información, como la formación en los conceptos del maestro. Aunque en el nivel de Secundaria ya deberán ser maestros especializados en música, como para saber enseñar signos y teoría, tendrían también que estar muy conscientes de que son portadores de una luz para transmitirla a los jóvenes; que el maestro es el designado para salvaguardar auténtica e íntegra la cultura que nos fue legada por nuestros antepasados, tanto universal como regionalmente; que junto con los artistas y los intelectuales, son los llamados a difundir la cultura y las posibilidades de creatividad en sus alumnos.

Teteto.- Y que no se hacen justicia a sí mismos cuando se dejan llevar por la ley del menor esfuerzo. ¿No es cierto? Porque si en el mercado existe de todo, ¿por qué dejar a sus alumnos abandonados a su ignorancia? ¿Por qué no orientarlos para que elijan algo más que lo comercial (que es lo de peor calidad por lo general)? ¿Por qué no pensar que tan importante -o quizá más- que brindar información a sus alumnos, está el brindarles herramientas para que desarrollen un buen gusto y capacidad de discernimiento? ¿Por qué no decirles que dentro de los géneros que ellos escuchan hay gran diversidad de calidades?

Linus.- Pero para lograr desarrollar en sus alumnos un buen gusto y juicio crítico, lo primero que se necesita es sensibilidad y conciencia; y antes que nada, abandonar cierto tipo de actitudes pasivas. Porque el maestro debe ser el primero en escuchar y cuestionar, con actitud muy crítica, la música que venden radio y televisión y sus industrias conexas.

Teteto.- Cierto. Yo diría que debe ser el primero en acudir a las tiendas de discos y darse un tiempo reflexivo y analítico para explorar lo que ofrece el mercado a los jóvenes. Y ser el primero en allegarse libros que satisfagan su necesidad de información, si la necesita.

Linus.- Y no trabajar solo, sino compartiendo sus inquietudes, hallazgos y opiniones con otros colegas. Es necesario que exponga el por qué de sus opiniones y las defienda, y que escuche las razones de los otros, las valore, y si es lo correcto, las acepte.

Teteto.- Bueno, y si descubre que no tiene la suficiente formación musical teórica, práctica o histórica, debe ser el primero en acudir a las bibliotecas y centros de investigación a documentarse.

Linus.- Es que ya no podemos comportarnos como si fuéramos niños: esperando que de todo se nos diga cómo se hace, y qué se dice. Es necesario asumir. Es necesario acercarse a otros grupos, como investigadores por ejemplo, para dar a conocer a las autoridades la problemática y exigencias de una determinada situación, ya que son éstas las que disponen de los recursos para llevar a cabo las soluciones.

Teteto.- Y yo diría que también es necesario conocer, y sobre todo, ser creativos. Porque el maestro, como un guía, tiene la obligación de enseñar al alumno la libertad (que para nada es decir y hacer lo que te venga en gana sin responsabilidad). Pero si cuando éste llega a sus manos ya lo encuentra esclavizado, tiene la obligación de liberarlo. No se puede seguir imponiendo a la juventud lo que le debe gustar. Mucho menos en función de beneficios financieros versus la inteligencia y la cultura. Hay que confrontar al alumno con sus gustos y sus razones, para que se haga consciente de lo que consume y del por qué.

Linus.- Además hay que enriquecerles su capacidad de comprensión, y darles las herramientas para que puedan construir una escala de valores, que con sus diferentes enfoques y matices será aplicable a todos los aspectos de la vida.

Teteto.- Esto implica que el maestro deberá nutrir sus conocimientos y estar al día en cuanto a la música comercial como lo están los mismos muchachos. Estar informado sobre el rock y sus derivados, como el rock progresivo, el heavy o metal; el pop rock o folk rock; el grunge, el dance, el rave y el techno; también la cumbia auténtica y sus mixtificaciones comerciales; enseñándoles a encontrar en dónde está la calidad musical de esos géneros, así como sus posibles connotaciones negativas a la salud y su carga de transculturación.

Linus.- Abrirles los ojos, comentar con ellos sobre los valores y antivalores de lo que consumen; hacerles ver que la libertad, con la que tanto sueñan o se identifican (conceptualmente, que no de hecho), no consiste en repetir frases mal intencionadas ni cualquier fruslería, y mucho menos en seguir sumisa e ignorantemente los lineamientos que les imponen los intereses comerciales multimillonarios de empresarios inescrupulosos; sino en abrir sus mentes para percatarse de cuán vulnerables pueden llegar a ser como instrumentos de intereses creados, y cuán libres pueden volverse, sirviéndose del valor de una educación humanista e integral. Porque mira Teteto, nadie se opone al cambio porque el cambio es el movimiento del paso (hacia delante o hacia atrás). En una sociedad dinámica, como en la que vivimos cambios habrá siempre; pero antes de la comercialización, estos se daban de una manera natural y espontánea, y siempre eran producto de la expresión de los pueblos. Con la comercialización, estos cambios son impuestos precipitada y arbitrariamente, y no obedecen a movimientos sociales ni siguen su ritmo. No marcan la historia del hombre. No le dan identidad humana.

Teteto.- Los maestros deben estar conscientes de que se ha entablado una larga carrera de resistencia entre ellos y los medios publicitarios que manipulan a la niñez y juventud en gustos musicales. Desconocemos qué tan informado y comprometido esté el Estado y sus instancias educativas como para haberse dado cuenta y querer realmente solucionar este problema con voluntad política y consenso. Mucho podremos evolucionar como sociedad asumiendo estas propuestas, y aún más cuando el gobierno se decida a regular los contenidos de los programas de televisión y radio. ¡Y no sólo en cuanto música! Culturizar los medios es la única manera de alcanzar una educación con calidad.

Linus.- Sí, porque negarse a la disciplina del pensamiento y negarse a la formación de criterios, es vivir como autómata; pero al final de cuentas, es -como dice Fromm-, un tremendo miedo a la libertad. Y esto aplica lo mismo para la música que para la religión o la ciencia o cualquier otra disciplina humana.


Séptimo diálogo: SOBRE CONTENIDOS.

Linus.- Según tú, ¿cuál debiera ser el material musical ideal para incluir en un currículo escolar eficaz?

Teteto.- ¡Uff, qué pregunta! Digna de un tratado; pero, bueno; te contesto por partes: Primero que nada, estoy convencido de que, auditivamente, el educando debe conocer todo tipo de música. (¡Otra vez la equidad cognoscitiva!) Creo que 15 años de escolaridad, desde el Jardín de Niños hasta la Preparatoria, son más que suficientes para que, en módulos bien estructurados e interactivos, y en varias direcciones, el estudiante haya escuchado, cantado, y obtenido suficiente información importante sobre los estilos de música de todas las culturas. O al menos las más representativas; porque cada sociedad tiene su música, o "sus músicas" cuando hay fusiones, como es la africanía en nuestro continente. Y, por supuesto, la dimensión más envolvente: sus connotaciones sociales.

Linus.- Con esas "direcciones" te refieres a la Historia y a la Geografía de la música...

Teteto.- Sí. Como una cruz: en la Historia, que es una dirección vertical, los contenidos deben abarcar una revisión completa, desde nuestras primitivas raíces, hasta las expresiones más universales y contemporáneas, pasando por la Edad Media, el Renacimiento, el periodo barroco, el clasicismo, el romanticismo y el modernismo, abriendo cabida a la diversidad. Y horizontalmente, es decir, geográficamente, este conocimiento debe abarcar, por supuesto, tu propio país y Latinoamérica; Europa, occidente y las culturas indígenas de América; el Medio Oriente; Africa; la India, Asia Central, China y Japón; el sureste de Asia, Oceanía e Indonesia.

Linus.- ¿Y la dirección social?

Teteto.- Mas que una dirección es una dimensión. Es el círculo que envuelve la cruz: porque esa Historia y esa Geografía deben competer la música étnica o autóctona; la música popular, es decir, folklórica, tradicional o histórica, y urbana, incluyendo la lírica infantil; y, por supuesto, la música clásica, incluyendo la electrónica. Y por lo que decíamos el otro día, los contenidos deben estar estructurados progresivamente y con relación a las otras artes y a las otras asignaturas, es decir, como apoyo a, y sirviéndose de. Tendría que ser una educación holística e integrativa donde todas las asignaturas se sustenten mutuamente.

Linus.- ¿Incluirías también conocimientos sobre las funciones sociales de la música en esas direcciones histórica y geográfica que nombras?

Teteto.- Por supuesto, porque eso es lo que define la razón de su existencia, ya que te informa sobre las culturas y las conductas de sus individuos.

Linus.- ¿Incluirías el significado espiritual? Porque mucha música étnica americana y africana animista, se supone que fue creada para comunicarse con los espíritus.

Teteto.- Claro, también la música clásica de la cultura occidental tiene un despliegue de incidencias espirituales vastísimo.

Linus.- Y yo creo que mucha de la música que hacen los jóvenes tiene una búsqueda espiritual también.

Teteto.- Sí. Lo malo es que, en ese sentido, están muy metidos en el "rollo" de las letras; porque su música es paupérrima. Por eso es importante que conozcan literatura y poesía; y en música, por ejemplo, las entonaciones del canto gregoriano, o del Corán, o de los cantos litúrgicos.

Linus.- Y las razones no sólo físicas, sino también culturales para que un sonido se pueda considerar musical o no. Estoy pensando en el canto semihablado, o en ciertos cantos étnicos y tribales, o en el mismo John Cage. También deben conocer la diferencia entre sonido y ruido, tanto en su acepción físico acústica, como en la fisiológica y la estética.

Teteto.- También la música que se estructura sin un metro regular, como en algunos géneros de la India y el Cercano Oriente, o en el canto litúrgico cristiano, islámico, judío y budista. Y hacerles ver de qué manera la música popular ha influido en la culta, y la culta en la popular.

Linus.- ¡Que conozcan el Jazz! Y la diferencia entre tonalidad y atonalidad; cromatismo y diatonismo; sistema temperado y modalidad, así como sistemas no occidentales. Sí, es importante brindar a los estudiantes un plan que incluya las diferentes definiciones culturales de la música, y sobre todo, darles a conocer auditivamente desde sus expresiones más simples -como algunos cantos tribales, y milenarios como el Sama Veda-, hasta las grandes formas de la música clásica. Lo mismo tendría que hacerse con los instrumentos de diferentes culturas: desde los más elementales hasta los más complejos, y no sólo visual, sino auditivamente, por supuesto. Esto alentaría mucho su creatividad.

Teteto.- Conocer todas estas expresiones podría ayudar -a los que tengan la capacidad-, a crear una música menos repetitiva e insulsa; con un poco de más riqueza e intelectualismo en sus contenidos, si es que quieren brindar un mensaje interesante. Y a los que no la tengan, a convertirse en públicos más cultos y críticos, cuyas exigencias permitirían que esa música evolucionara y, entonces sí se convirtiera en un factor social de cambio.

Linus.- ¿A qué te refieres con "intelectualismo"?

Teteto.- A esa facultad cognitiva del alma que nos enseña la filosofía; a esa ética que se opone al puro sentimentalismo o al voluntarismo. A su acepción filosófico-moral.

Linus.- Porque, finalmente, la música es la organización, en el tiempo, de una articulación o artificio sonoro que sea comprensible por la lógica interna de su discurso y que, por razón de su belleza, pueda producir en quien la escucha un profundo goce estético, sensorial, intelectual, anímico, espiritual.

Teteto.- Claro, por eso la música es la manifestación más evidente del grado de evolución de una sociedad o de una cultura.


Octavo diálogo: SOBRE UNA SOCIEDAD REFORMADA.

Teteto.- Tomando en cuenta las limitaciones financieras de nuestro país, y la poca disponibilidad de recursos humanos existentes, tú crees que sería posible implantar a corto plazo la educación musical dentro del currículo escolar, Linus?

Linus.- Sí, por supuesto, pero para esto tendría que tomarse una serie de medidas que atacaran el problema desde diferentes ángulos. Para empezar, como el lenguaje que usamos tiñe nuestros conceptos personales sobre las ideas, será utilísimo que cuando hablemos de música seamos más específicos sobre qué música es a la que nos referimos. Ya vimos la vastedad de sus alcances en todos los órdenes.

Teteto.- Has tocado un punto muy interesante del lenguaje cuando se habla de arte. Fíjate. Al actor, se le llama "artista"; a la Pintura se le denomina "arte"; la Escultura, se define por sí misma; la Arquitectura, no se confunde; la Literatura, se deslinda de la "literatura barata". Sin embargo, el término "música" es como un gran caldero que puede contener cualquier calidad de organización -o desorganización- sonora revuelta con cualquier tipo de ruido.

Linus.- También se deslinda existe la "música ratonera". (La mal compuesta, mal cantada y mal ejecutada).

Teteto.- ¡Ay Linus! Pero es imposible a usar ese término. Hablo de esa manera indiscriminada de referirse a "la música" para designar indistintamente tanto cualquier ruido enajenante, como la música de arte. Me pregunto si esto será parte de la marginación que se hace con la música docta, como para camuflar su existencia.

Linus.- Así es. Pero en este caso no será difícil. Basta con dividirla en dos: "música de arte" y "música de entretenimiento". Así por lo menos, desde el principio nos queda clara la función social, y ya podremos expresarnos con precisión y especificidad sobre la música a la que nos referimos. Después de esto, y ya en otro nivel, lo imprescindible es la creación de cuerpos colegiados, consensuados e interdisciplinarios, que asesoren y aconsejen en materia de música a las instancias educativas. Porque, si se desea realmente solucionar la situación, ya no son válidos los paliativos, ni las propuestas que han probado no ser viables. Lo importante es trabajar conjuntamente en un proyecto factible y eficaz, cuyo objetivo principal no sea solamente la elaboración de programas para la educación musical escolarizada; sino que estos tengan importantes ramificaciones que alcancen a la familia y a todos los sectores de la sociedad. En un principio, cualquier profesional de la música, con voluntad y disposición, puede ser un maestro y un capacitador de instructores. (Por lo que ya dijimos sobre la excesiva demanda).

Teteto.- Claro, la elaboración de un plan integral nos permitirá obtener resultados en un plazo mucho menor. Porque si pretendiéramos empezar gradualmente con los niños de Preescolar y Primaria no se lograría nada. La fuerza de los medios es tan poderosa, que nulificaría el trabajo realizado en esa parte tan mínima de la población.

Linus.- Es que la segunda urgencia consiste en incluir en el plan de estudios de las escuelas de formación docente, es decir, de todos aquellos futuros profesionistas de la educación (normalistas), los conocimientos musicales básicos que les permitan poder aplicar ese buen programa de educación musical bajo la guía y supervisión de un maestro especializado.

Teteto.- ¡Qué importante es esto! y hasta la fecha es un aspecto al que no se le ha prestado ninguna atención. En Cuba (que bien vale como ejemplo, ya que en nuestro continente es el único país que ha sabido resolver exitosamente el problema de la educación), los aspirantes a la carrera de educación preescolar son sometidos a pruebas de aptitud relacionadas con la narración artística y con la expresión oral y escrita; y deben poseer condiciones mínimas para el aprendizaje musical y plástico. Además, dentro de su currículo se incluye la asignatura de música y la práctica de, al menos, un instrumento musical.

Linus.- Actualmente el problema es que no se le da importancia a que los aspirantes a maestros tengan facultades artísticas, aunado a que durante la carrera no se les brinda la preparación suficiente en esta materia. Por esto, cuando la Secretaría de Educación Pública proporciona un único libro de texto de educación artística, el maestro es el primero que evita impartir conocimientos de música a sus alumnos, debido a su propia desinformación. Pero así como es importante enriquecer el perfil del maestro actual, también es importante cambiar el perfil actual del estudiante de la licenciatura de educación musical, de modo que pueda desempeñarse como docente, investigador y gestor; ya que serán ellos, precisamente, los encargados tanto de transmitir los conocimientos musicales a los maestros educadores y normalistas (en formación y en activo), como de supervisar en las escuelas la aplicación del programa escolar, y captar de entre los estudiantes aquellos que estén especialmente dotados, para recomendar inmediatamente su ingreso temprano a las Escuelas de Iniciación Artística. Y también debieran ser quienes realizaran y actualizaran los programas. Y podrían ser óptimos capacitadores para los instructores no profesionales que pudieran cubrir las necesidades de la enseñanza de nivel elemental (Preescolar y Primaria).

Teteto.- Cierto. Además, la ventaja de formarlos como investigadores permitiría que, basados en su experiencia pedagógica, crearan nuevos métodos, adaptados a nuestra realidad particular, en los cuales estuviera incluido todo tipo de música, desde la clásica hasta la popular, pasando por la folklórica, la étnica, la urbana y la tradicional infantil; manteniendo como eje principal la de nuestro país y la de Latinoamérica en general. ¡No es posible que se sigan utilizando métodos europeos que, aunque excelentes, son, en muchos aspectos, lejanos de nuestra realidad; y que para introducir a los niños en la práctica de la música desaprovechemos nuestras expresiones artísticas propias! El Estado, a través de sus instancias culturales, podría otorgar becas a compositores con la finalidad de que escriban música contemporánea para acercar a los niños y jóvenes a esa expresión artística.

Linus.- Creo que esta problemática surge de la enseñanza que actualmente se imparte en los conservatorios y escuelas de música. En nuestros días, es necesario formar profesionistas de la música que estén más conscientes de la realidad cultural de nuestro país, y de la necesidad de su honesto compromiso para que a través de su propia aportación colaboren a subsanar las carencias existentes.

Teteto.- Tienes razón, la educación musical escolar y la de la sociedad en general, no puede seguir siendo una preocupación exclusiva de los maestros de esta asignatura, sino de todos los profesionales de la música: ejecutantes, compositores, directores, investigadores y maestros de nivel profesional; ya que de la formación musical de la sociedad depende tanto la difusión de la música de elevada calidad en los medios de comunicación, como que haya público asistente a los conciertos de música docta, que se consuma la obra de los compositores contemporáneos, y que se pueda demandar mayor calidad en los productos difundidos por los medios masivos de comunicación.

Linus.- ¡Eso es otro "dedo en la llaga"! La educación musical del público es un punto clave para el desarrollo de la vida musical y para la formación del buen gusto. ¡Otra vez salta el tema del buen gusto! Por eso es de suma importancia buscar diferentes opciones para informar y educar al oyente a fin de que tenga mayores elementos de juicio en su apreciación de la música.

Teteto.- Es que eso del buen gusto es un asunto mandatorio en la educación. Es exactamente igual que en la alimentación. ¡La música es alimento espiritual! Puede ser de tu gusto comer carroña, papel o lodo; pero una verdadera educación te debe enseñar a que te guste lo que te nutra y sustente, lo que no te dañe, lo que te sirva y te propicie crecimiento. Muchos dicen: "en gustos no hay nada escrito" o "en gustos se rompen géneros"; pero tratándose de música y de nutrición, estos dichos son falaces, y se prestan mucho para usarse con mala intención en los medios. Que cada quien coma lo que quiera, pero siendo consciente de las propiedades de lo que consume.

Linus.- Un punto que contribuiría a alcanzar ese objetivo que mencionas, sería el establecimiento de acuerdos concretos entre las instituciones musicales y los organismos educativos. Por ejemplo, la apreciación musical debería ser un curso regular en los estudios generales de las universidades, reforzándose con la realización de conciertos didácticos extensivos al público en general. Esta labor de difusión musical necesariamente tendría que comprender la música docta contemporánea, incluyendo la de los compositores latinoamericanos.

Teteto.- Otro será que, conservatorios y escuelas profesionales de música, firmen convenios con Universidades y Colegios para que dentro de todas las carreras profesionales se impartan Diplomados en Música con valor curricular o acreditación de puntos, muy especialmente con las instituciones tecnológicas que, desde el nombre, excluyen el humanismo. Todo esto sería grandioso, porque proporcionaría una educación integral a los estudiantes universitarios, y por consiguiente, elevaría el nivel cultural de la población en general, ¡y de los futuros comunicadores!

Linus.- Sí, pienso que el hecho de incluir diversas asignaturas optativas -pero con valor curricular-, que abarquen los diferentes campos del saber científico y humanístico, puede brindar al estudiante una formación personal y profesional más completa y más realista. Merced al proceso de globalización, hoy en día es necesario que todo profesionista adquiera un profundo compromiso social, y esto se logrará en la medida en que su formación sea más integral y congruente con la sociedad actual y sus necesidades.

Teteto.- Esto es ya una realidad en la Universidad Simón Bolívar de Venezuela, la cual, dentro de su currículo establece la acreditación de una asignatura por trimestre, a elegir entre varias opciones. Por ejemplo, se ofrece un curso llamado "Arte y Sociedad", en el cual se analiza el fenómeno artístico y sus implicaciones sociales, estudiando el arte, los artistas y las obras de arte en relación con la sociedad. También se imparte un "Taller de Música", que consiste en la audición dirigida de una selección de obras musicales con el fin de desarrollar tanto la calidad de la percepción, como la sensibilidad e interés por diversas manifestaciones musicales.

Linus.- ¡Qué interesante! Imagínate la gran cantidad de cursos que se podrían incluir, como el conocimiento de los fundamentos de la música, el estudio del folklore musical de México y Latinoamérica, la música del siglo XX, y muchos más sobre música en diversas latitudes y épocas históricas.

Teteto.- Otro acierto, en este sentido, será estimular la formación de facultades de música en todas las universidades del país tanto públicas como privadas. En Bogotá existe un alto número de universidades privadas que contienen una Facultad de Música.

Linus.- Con esta educación de calidad, los futuros mexicanos podrían nacer en un medio privilegiado, en el que estaría a su alcance la capacidad de poder gozar intensamente de la belleza: la naturaleza, la música, el arte, los libros, los conciertos, y la cultura, como una síntesis del pensamiento humano que les proporciona ubicación e identidad.

Teteto.- ¡Y de la felicidad que da la dedicación y entrega a un proyecto de vida, y de la dicha que brinda haber recibido, para poder dar!

Linus.- Y los padres, qué... ¿aún no lo saben... ¡que son los preparadores del camino para que la Divinidad te pueda depositar lo que es tuyo!?

Teteto.- Muchos no, porque sus padres tampoco lo supieron. Pero ya es tiempo.


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Sobre el documento


Las tres ponencias que se presentan bajo el título "LA MÚSICA. UN FACTOR DE EVOLUCIÓN SOCIAL Y HUMANA", y que son:

han sido elaboradas por Graciela Agudelo y Gabriela Soto, y fueron presentadas en el Consejo de la Música en México (CIM/UNESCO) en el Forum Panamericano y Coloquio sobre Educación Musical.

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