En el libro "La evolución regresiva del Homo sapiens", el autor Juan Luis Domenech describe una nueva teoría según la cual en la naturaleza dominan los fenómenos de regresión, estabilidad y diversificación, más que los de auténtica evolución progresiva. Se hace un riguroso análisis de este principio aplicado a los primates, a los homínidos y al Homo sapiens.
Este principio tan sólo constituye una parte de la teoría que denomina "neo-ortogénesis", cuyos puntos fundamentales son los siguientes:
- Principio de regresión: La selección natural es un proceso de adaptación local que lleva a las especies a la diversificación, a la regresión y, finalmente, a la extinción
- Principio de progreso: Existe un claro progreso en unas pocas líneas evolutivas, medido este en términos de aumento de complejidad
- Principio de mutación: La evolución progresiva tiene lugar por macromutación o saltos aparentes
- Principio de dirección: Existe una línea progresiva absoluta (la de mayor complejidad) que es excluyente y aparenta dirección
La evolución biológica ha consistido en un aumento de complejidad del sistema nervioso. Ello implica una mejora en la percepción del entorno o recepción de información, una mayor independencia del medio ambiente, un aumento de conocimiento.
Para Doménech, la confusión entre los mecanismos de la Selección Natural (diversificación, segregación, adaptación, aislamiento, competencia...) con los de la evolución progresiva (agregación, cooperación, integración, simbiosis...), ha contribuido a obstaculizar nuestro propio progreso evolutivo, proponiendo soluciones para salir de dicho estancamiento.