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Lenguaje, Intuición, Información, Significado y Con-ciencia

Cornelio González Valdenebro
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Cuando Máximo Sandín habla de "significado" con respecto a la relación: determinada estructura biológica/secuencia génica mediante la cual se produce, es decir, a la relación forma/función -que encubre otra relación que sería la de potencia/acto, sin por ello querer darle una connotación aristotélica-, se refiere al parecer a lo que en un lenguaje figurado sería hablar del uso de diferentes vocablos, incluso pertenecientes a idiomas distintos, para designar un mismo concepto. De hecho, a continuación agrega: "(se podría decir: el concepto)"; en otras palabras, el concepto designado en español como "ojo" es diferente a la manera (variable) con que se le designa, pero que encuentra expresión en esas diferentes formas.

Biológicamente hablando, se trata de "ojo" independientemente del tipo de ojo, de su control genético o de su origen embrionario, o sea, de un universal que, en el plano del lenguaje y del pensamiento, llamaríamos "concepto".

Sin embargo, esta forma de hablar, en gran parte metafórica, podría confundir si no comprendemos que la totalidad del fenómeno de la conceptualización es un subproducto humano de la operación de la Información en el cerebro.

Me preocupa particularmente la tendencia a antropomorfizar el concepto de Información. Lo que quiero decir es que la Información adquiere en su uso humano características muy especiales que, si no se repara en que se limitan a la especie humana y a su capacidad de pensar, pueden deformar absolutamente su sentido objetivo

Gabriel Hernán Gebauer en "Comentario a una cita de Máximo Sandin"

Con otras palabras: la electricidad y el magnetismo son simultánea e indistintamente, tanto la interioridad de las "cosas", como la exterioridad de sus lenguajes descriptivos las cuales, siendo lo mismo... ¡son distintas! y/o a la inversa: siendo distintas... ¡son lo mismo! Esta aparente paradoja lógica - que impone la innegable presencia del Hombre y su cognitiva capacidad lingüística como una plausible explicación de la UNIDAD electromagnética de la Naturaleza - ...

Cornelio González en "La vida y la conciencia: ¿fenómenos originados por la unidad electromagnética?"

Desde hace ya un buen tiempo, he tenido la gran satisfacción de conocer y admirar al Dr. Gabriel Hernán Gebauer, no personalmente sino electrónicamente y a través de sus páginas Web sobre la Homeopatía, analizada esta última desde el punto de vista de la no-linealidad de sistemas dinámicos (sistemas espacio-temporales) aparentemente dominados por un desorden intrínseco y para los cuales, - según Prigogine -, su energía se disipa por hallarse fuera del equilibrio térmico, disipación la cual, paradójicamente, es la que hace manifiesta una organización energética cada vez mayor, según se puede apreciar en el sistema dinámico disipativo por excelencia: el sistema vital-conciente llamado Hombre.

Al final de la cita (en subrayado) del artículo de Gebauer - publicado por el IIEH - que se hace al comienzo de este artículo, el médico chileno nos expresa su preocupación sobre la necesidad de no antropomorfizar al concepto de Información ya que..., si no se repara en que se limitan a la especie humana y a su capacidad de pensar, pueden deformar absolutamente su sentido objetivo.

Pero también, en otras partes de su artículo, Gebauer nos dice:

Cuando Máximo Sandín habla de "significado"... del uso de diferentes vocablos, incluso pertenecientes a idiomas distintos, para designar un mismo concepto. De hecho, a continuación agrega: " (se podría decir: el concepto)"...

Biológicamente hablando, se trata de "ojo" independientemente del tipo de ojo, de su control genético o de su origen embrionario, o sea, de un universal que, en el plano del lenguaje y del pensamiento, llamaríamos "concepto".

Sin embargo, esta forma de hablar, en gran parte metafórica, podría confundir si no comprendemos que la totalidad del fenómeno de la conceptualización es un subproducto humano de la operación de la Información en el cerebro.

El lector puede observar que, entre líneas y talvez de manera inconciente, Gebauer ha planteado el hecho de que los términos lenguaje, pensamiento, concepto e Información, son palabras cuasi-sinónimas e íntimamente ligadas al sentido de otro término: significado. ¡Y son precisamente estos términos los que introducen a la humanidad del Hombre - perdón por la redundancia pero es necesaria para la correcta interpretación de la idea que sigue - dentro de su actividad de buscador con-ciencia de la Verdad del mundo en el que el mismo Hombre se halla inmerso y del cual, Él también es un producto!

Con otras palabras: sin lenguaje, sin conceptos, sin pensamiento y sin significado no hay ciencia humana y muchísimo menos: con-ciencia humana. Todos ellos ya son y al 100%, intrínsecamente humanos. Y es que la misma teoría cuántica nos exige no desligar al Hombre que investiga a la Naturaleza... ¡de esa misma Naturaleza! Al respecto la opinión de Heisenberg [ Nota 1 ] es magistral: "La meta de la investigación por consiguiente no es ya el conocimiento de los átomos y de su movimiento "en si", prescindiendo de la problemática suscitada por nuestros procesos de experimentación; antes bien, desde un principio nos hallamos imbricados en la contraposición entre Hombre y Naturaleza y la ciencia es precisamente una manifestación parcial de dicho dualismo. Las vulgares divisiones del universo en sujeto y objeto, mundo interior y mundo exterior, cuerpo y alma, no sirven ya más que para suscitar equívocos. De modo que en la ciencia el objeto de la investigación no es la Naturaleza en si misma, sino la Naturaleza sometida a la interrogación de los hombres; con lo cual, también en este dominio, el Hombre se encuentra enfrentado a sí mismo".

"Objetivizar" a la búsqueda científica significaría entonces desterrar de ella el sentido netamente humano que la debe caracterizar, y consecuentemente, lo que el Hombre encontraría al final de ella... ¡sería la mortal aridéz de un Universo sin-sentido y sin el más mínimo lugar para el Ser del que necesariamente debe suponerse... es el obligado máximo producto de ese mismo Universo!

Creo, por el contrario, que debemos agradecer a la Naturaleza el que nos haya dotado de herramientas de Conocimiento tan poderosas y tan esencialmente humanas como lo son: el lenguaje, el pensamiento, los conceptos y la Información. Son precisamente ellas las que nos permitirán, literalmente, construir a nuestra meta evolutiva: la del significado de la Cosmólogica UNIDAD que TOTALIZA(RÁ), como HOMBRE, al Universo.

Con todas las demás ideas del artículo de Gebauer estoy de acuerdo y muy especialmente con aquellas relacionadas con la momentánea abstracción que es necesario hacer para poder entender, por separado, a la mutua y profunda relación existente entre las - para el Hombre - dos formas de Conocimiento contrarias pero a la vez complementarias: la del Concepto (que ya lo vimos es lenguaje, pensamiento, Información) y la de la Intuición, que fundamentalmente es la "otra" forma del Humano Conocer: ¡la de la afásica Emoción que a todo lo comprende sin emitir ni apelar a una sola palabra! Para ello Gebauer cita a Ortega y Gasset en: La idea del principio de Leibnitz, (el subrayado es mío):

En lo visto, y más en general en lo intuido, nuestra atención fija uno o varios elementos, es decir, se fija en cada uno de ellos. Luego nuestra mente abstrae de todo lo demás que en lo intuido hay, y extrae los elementos fijados, dejando el resto. El concepto es así extracto de la intuición." (Pp.57-58).

Y la exposición de Gebauer prosigue así:

Ahora bien, lo que llamamos "concepto" es el resultado de esta persistencia de cierta Información. O, más bien, es el resultado del hecho de hacer persistir a cierta Información - el pensamiento, o sea, lo pensado en el proceso de pensar -. Así, en lugar de que el flujo de Información (lo intuido) siga renovándose una y otra vez, "nuestra mente abstrae de todo lo demás que en lo intuido hay, y extrae los elementos fijados, dejando el resto. "El concepto es así extracto de la intuición", sentencia Ortega y Gasset. Traducido a un lenguaje informacional, diríamos que la mente separa una Información en especial -"nuestra atención fija uno o varios elementos, es decir, se fija en cada uno de ellos"- del conjunto de Informaciones que constituyen el flujo de Información (la intuición). Porque precisamente la capacidad humana de separar elementos o partes de un flujo en sí mismo indiviso es a lo que llamamos "abstracción".

Y de la idea central de los dos párrafos anteriores cual es la subyacente y casi infinitesimal proximidad - ¿o talvez UNIDAD? - entre el componente intuitivo-emocional y el componente conceptual-discursivo del Humano Conocer, nuestro brillante médico homeópata extrae las siguientes conclusiones:

El concepto se opone a la intuición, lo que implica que el observador se opone a lo observado. El surgimiento del concepto representa la aparición del sujeto gnoseológico, es decir, el nacimiento de un fenómeno inédito en la evolución. En lugar de la respuesta visceral y/o motora, el cerebro humano inhibe su respuesta -acto que sólo en contadas oportunidades tiene lugar en animales superiores y únicamente como parte de sus estrategias de supervivencia y reproducción de la especie-, dando lugar a la relación de conocimiento. Solamente el ser humano persigue el conocimiento por el conocimiento.

Con el anterior párrafo de Gebauer se hace automática la relevancia de la profunda razón evolutiva de la escisión de nuestro órgano cognitivo, el cerebro, en dos componentes hemisferiales que operan, gnoseológicamente, en una todavía para nosotros paradojal relación de UNITARIA oposición-complementación entre las afásica, objetiva e intuitiva inmediatez gnoseológica propia del hemisferio derecho y/o la también gnoseológica aunque mediata discursividad y subjetivad propias del hemisferio izquierdo . Con otras palabras: mientras el conocer intuitivo del animal - y el Hombre es el mas evolucionado de ellos - del hemisferio derecho parece ser inmediato, es decir parece no necesitar tiempo para procesarse, su contrario, el conocer propio del discurso, de la palabra, necesita un tiempo mínimo para lograr su objetivo y esto quizás suceda en consonancia con el tardío desarrollo evolutivo del lenguaje por parte del animal humano. Pero a su vez, esta tardanza evolutiva en la obtención del lenguaje por parte del Hombre se debe a exigencias mecanocuánticas de orden temporal, propias del modus operandi de nuestra Madre Naturaleza, y que Heisenberg [ Nota 2 ] nos pone de presente con su Principio de Incertidumbre. En este caso los dos determinantes del sistema cognitivo del Hombre son la Intuición-Emoción por un lado y el Concepto-Discurso por el otro:

"....dos determinantes de un sistema, - cuyo conocimiento simultáneo es necesario en la física clásica para determinar completamente el sistema -, no pueden ser conocidas, en la teoría cuántica, con precisión absoluta al mismo tiempo o lo que es lo mismo, que entre las incertidumbres o imprecisiones de esas magnitudes, existen relaciones matemáticas que impiden el conocimiento exacto de ambas a la vez".

Pero esta aparente dicotomía entre los dos humanos componentes gnoseológicos del Humano Conocer: la Intuición-Emoción por un lado y/o el Concepto-Discurso por el otro, se hace mas evidente todavía, cuando su velocidad de interrelación es lenta en comparación con el 0.999999...(infinito) de la UNIDAD de velocidad de la luz (C) que hace equivalentes, en la UNIDAD, a la Masa y la Energía según el einsteniano cociente: Energía / Masa = 1 = C . Por el contrario, a la velocidad casi 1 es decir al 0.999999... (infinito) de C, los dos componentes propios del Humano Conocer, trabajan ya como elementos recíprocamente inversos dentro de su propia UNIDAD. Y es precisamente esa reciprocidad UNITARIA la que mi artículo: La vida y la conciencia: ¿fenómenos originados por la unidad electromagnética?, anteriormente publicado por el IIEH, pone en evidencia cuando los dos componentes ( la electricidad y el magnetismo ) determinantes del campo bio-electromagnético [ Nota 3 ], intrínseco al animal humano, son entendidos como recíprocos inversos y por lo tanto, gobernados por la Ley de la UNIDAD.

Dentro de las concepciones teóricas de la moderna física cuántico-relativista existe un lugar privilegiado para la llamada supersimetría, es decir para el enfoque físico teórico que nos dice que al interior de un campo espacio-temporal coordenado y unificado debe(n) existir los dos tipos de partículas materiales hasta ahora encontrados y clasificados, poseedores, cada uno, de sus propias estadísticas, originadas estas últimas por la continuidad y/o discontinuidad entre la(s) coordenación(es) anversa(s)-reversa(s), intrínseca(s) al (los) espin(es) mecanocuántico(s) [ Nota 4 ] de cada uno de los pares subatómicos, mutuamente especulares [ Nota 5 ], de materia-antimateria.

La nota fundamental en este trascendente asunto, es que el par fermión-bosón se acomoda perfectamente al tratamiento aritmético de la reciprocidad inversa dentro de la UNIDAD que lo(s) TOTALIZA. Se trata de lo que sin ningún lugar a dudas constituye la Ley (así, con mayúscula) que ordena la relación UNITARIA entre la(s) parte(s) singular(es) discontinua(s) (léase: órgano(s)) de un sistema vital-consciente y/o la plural colectividad social continua conformada por la TOTALIDAD de las partes constituyentes del mismo sistema (léase: organismo vivo considerado como un TODO).

Esta Ley es posible expresarla aritméticamente así:


    5 y/o 0.5. El número 5 es impar y además primo y como tal comparte con el 1 las características de singularidad en la pluralidad de la UNIDAD. En este sentido, la fracción 0.5 muestra propiedades de discontinuidad externa respecto a la "otra" mitad 0.5 ya que después de l/2 = 0.5 sigue secuencialmente 2/2 = 1. Claramente se observa que la "segunda" (si es que la hay) mitad está oculta, solapada, en la TOTALIDAD UNITARIA del número 1. El número 5 es entonces, por construcción y/o por definición, el número que cuantifica a la(s) asimétrica(s) singularidad(es) discontinua(s) de la(s) parte(s), bien sea(n) fermión(es) o lo que en el fondo es lo mismo: la(s) parte(s) asimétrica(s) mutuamente externas y por lo tanto discontinua(s) que nos queda(n) después de romper (léase: dividir) en 2, cualquier simetría UNITARIA inicial. ¿Se "crea" con esto, el asimétrico fluir del tiempo al interior del par fermión-antifermión?

    2 y/o 0.2. El número 2 es el único número primo que es par y como tal comparte con el 1 las características de pluralidad en la singularidad de la UNIDAD, pero en este caso es la continuidad interna entre sus dos partes componentes. La fracción 0.2 también muestra una continuidad interna entre sus dos partes componentes pero, a diferencia de la negativa de l/2 = 0.5 a continuar una secuencia, a 1/5 = 0.2 le siguen en continua sucesión 2/5 = 0.4, 3/5 = 0.6, 4/5 = 0.8, y 5/5 = 1. Se puede reconocer con claridad, cómo el número 2 cuantifica por construcción y/o por definición, la interna y plural colectividad social continua conformada por la TOTALIDAD de las partes, característica que es típica, tanto en la simetría propia del (los) bosón(es), como en cualquier simetría UNITARIA de índole geométrica, antes de ser rota (¿intemporalidad al interior simétrico del bosón?) en partes asimétricas. Las operaciones aritméticas que demuestran por sí mismas la reciprocidad inversa que dentro de la UNIDAD TOTALIZAN al 2 y/o al 5 son:

A) l/2 = 0.5      l/2 = 5/10     de donde     l/2 x 5/5 = 5/10 = 0.5 (el 2 se ha conmutado (multiplicado) por el 5: 2 x 0.5 = 1).

B) l/5 = 0.2      1/5 = 2/10     de donde     1/5 x 2/2 = 2/10 = 0.2 (el 5 se ha conmutado (multiplicado) por el 2: 5 x 0.2 = 1).

Desarrollando UNITARIAMENTE las razones-proporciones resaltadas en color verde obtenemos los siguientes resultados que nos proporcionaran valiosas informaciones acerca de la Ley:

C) l/2 = 5/10     de donde     1x10 / 2x5 = 10/10 = 1 (en 1/2 el denominador es el 2 y en 5/10 el numerador es el 5).

D) 1/5 = 2/10     de donde     1x10 / 5x2 = 10/10 = 1 (en 1/5 el denominador es el 5 y en 2/10 el numerador es el 2).

En esta relación se puede observar nítidamente que la Ley (que organiza UNITARIAMENTE a los sistemas vivos) como cualquier ley hecha por los hombres, tiene un discurso o texto expresado en un lenguaje que establece un mandato (léase: denominador) a ser cumplido por algo o por alguien (léase: numerador). Así entendida, la misma Ley ubica la subjetividad del discurso de su mandato externamente (discontinuamente) al objeto que debe cumplir en su interioridad con tal mandato. Pero a diferencia de las leyes humanas, aquí en la Ley.... ¡la interioridad (continuidad) del objeto también puede ser el externo, subjetivo y discontinuo discurso que ordena! Veamos cómo sucede esto:

Observar que:

1) En C) y en D), en razón de que en la multiplicación, el orden de los factores no altera el producto, el resultado final siempre será la UNIDAD lo que no impide que:

2) En la operación C) el denominador (léase: subjetividad del lenguaje y/o discurso), el número que ordena externamente (discontinuamente) sea el 2 y el numerador (léase: la objetividad de la cosa) que cumple internamente (continuamente) con la orden sea el 5 y que:

3) En la operación D) las circunstancias se hayan invertido: ahora es el 5 quien como denominador (lenguaje) ordena subjetiva y/o externamente (discontinuamente) y el 2 quien, - como numerador -, objetiva e internamente (continuamente) cumple con la orden del 5 y,

4) Debido a su reciprocidad inversa en la UNIDAD que los TOTALIZA, el 2 y el 5 conmutan instantáneamente sus roles de ser, tanto el lenguaje (denominador) lingüístico-subjetivo que ordena, como la "cosa" (numerador) intuitivo-objetiva que cumple con la orden, al UNIFICARSE INSTANTANEAMENTE (léase: al conmutarse en el producto 1) de acuerdo con las reglas de la aritmética elemental, así:

(Lenguaje subjetivo del 2 como denominador) x (Intuitividad objetiva de 0.5 como numerador-cociente) = 1

Y/o a la inversa:

(Lenguaje subjetivo del 5 como denominador) x (Intuitividad objetiva de 0.2 como numerador-cociente) = 1.

Así entendida la UNIDAD TOTALIZADA es una REALIDAD superconciente, donde el lenguaje subjetivo del denominador y/o la "cosa" objetiva del numerador-cociente, ya no se recriminan mutuamente el estar afuera (discontinuidad del fermión) o adentro (continuidad del bosón) de la UNIDAD que los TOTALIZA. No, esta REALIDAD es ya, por derecho propio, una dimensión HUMANA instantánea y superconciente, que podemos plasmar perfectamente en las siguientes igualdades:

Superconciencia: ... = HOMBRE TOTALIZADO en la UNIDAD.

HOMBRE TOTALIZADO en la UNIDAD = mediatez subjetiva del lenguaje x inmediatez objetiva de la "cosa".

Esta manera de ver el funcionamiento del Humano Conocer arroja nuevas y poderosas luces en la comprensión de lo que Teilhard de Chardin no vaciló en denominar el evolutivo Fenómeno Humano. Esto lo afirmo en razón de que la instantánea conmutatividad entre la subjetividad del lenguaje (léase: conocimiento discursivo) y/o la objetividad de la "cosa" (léase: conocimiento intuitivo) parece tener en el mamífero humano un real fundamento psiconeurofisiológico: poseemos la UNIDAD cerebral más evolucionada del reino animal dividida en dos mitades hemisferiales, UNIDAD de la cual también podría decirse que su original simetría UNITARIA se ha roto y que en su lugar ha(n) aparecido, se ha(n) "creado", dos cerebros asimétricos, uno de los cuales, el hemisferio izquierdo conoce esencialmente en función de la mediatez del discurso, del lenguaje, mientras que el otro, el hemisferio derecho, conoce básicamente en función de la in-mediatez intuitiva o cognición directa en base a imágenes, ya que si se analiza en profundidad los informes de Roger Sperry y sus colaboradores respecto a comportamientos hemisferiales individuales en cerebros cuyos cuerpos callosos (haces de fibras nerviosas que interconectan los conocimientos entre ambos hemisferios cerebrales) han sido quirúrgicamente eliminados, se llega a la obligada conclusión de que ninguno de los dos tipos de conocimiento intrínseco(s) a cada uno de los dos hemisferios puede, individualmente, conseguir para el Hombre un conocimiento TOTAL: la intuición (léase: conocimiento directo en base a imágenes, afásico por construcción y/o por definición) no sería completa sin la discontinua mediación externa del discurso (léase: conocimiento indirecto en base a signos lingüísticos hablados y/o escritos, anti-intuitivos por construcción y/o por definición) y/o a la inversa: el discurso sería incompleto sin la continua in-mediatez interna de la intuición.

No me cabe la menor duda que al instantáneamente conmutarse (léase: multiplicarse) un tipo de conocimiento en el conocimiento contrario pero a la vez complementario (léase: la externa y por lo tanto discontinua y mediata excitación fermiónica [ Nota 6 ] neuroelectrofisiológica propia del lenguaje, la cual, al conmutarse con su UNITARIAMENTE opuesto, tiene realización instantánea pero en sentido inverso, es decir, como la interna y por lo tanto intuitiva, continua e inmediata inhibición bosónica [ Nota 7 ] neuroelectrofisiológica) el Hombre, parodiando a de Chardin, saltará en virtud de ello, de su actual limitada biosfera a una superconsciente, instantánea y casi ilimitada noosfera en donde la palabra (lenguaje) podrá tener literalmente masa y/o realidad física y por ende, la limitada masa-energía de la biosfera habrá igualmente saltado a una masa-energía mucho más sutil pero, paradójicamente, infinitamente poderosa llamada: inteligencia, conocimiento asintóticamente próximo a la UNIDAD que lo TOTALIZA y con capacidad de, textualmente, "crear" es decir de dar REALIDAD a cualquier mundo imaginario siempre y cuando esté gobernado por la esencial y equilibrada sabiduría de la aritmética de la Ley.

Pero la obtención de esta última condición no nos llegará como maná caído del cielo. Solo un tenaz y continuado esfuerzo en función de la equilibrada dinámica interior intrínseca la UNIDAD, virtual generadora de pensamientos, sentimientos y actitudes esencialmente HUMANOS llamados justicia, equidad, libertad, amor, tolerancia etcétera, lo conseguirá y en este sentido, el último paso evolutivo, el de llegar a ser superconcientes, tiene que ser una decisión individual, libre y por supuesto.... ¡muy perseverante y concientemente tomada!

Pero dejemos ahora que sea el poeta Jaime Torres Bodet quien nos deje vislumbrar, en unos bellísimos versos cargados de sentido, lo que significa la responsabilidad de ser HOMBRE:


Nunca me cansará mi oficio de HOMBRE,
HOMBRE he sido y seré mientras exista.
HOMBRE no más: proyecto entre proyectos
boca sedienta al cántaro adherida,
pies inseguros sobre el polvo ardiente,
espíritu y materia vulnerables
a todos los oprobios y las dichas....
Nunca me sentiré rey destronado
ni ángel abolido mientras viva,
sino aprendiz de HOMBRE eternamente,
HOMBRE con los que van por las colinas
Hacia el jardín que siempre los repudia,
HOMBRE con los que buscan entre escombros....
¡la verdad necesaria y prohibida!



[1] "La imagen de la Naturaleza en la física actual". Ariel quincenal. 1976. Página 20. [ Volver ]



[2] Texto producido por el propio Heisenberg, trascripto de su libro: "Encuentros y conversaciones con Alberto Einstein". Alianza Editorial. 1979. Página 11. [ Volver ]



[3] Campo bio-electromagnético: que como onda electromagnética que es, debe propagarse al 0.999999... (infinito) de la UNIDAD de velocidad de la luz: C = 1. [ Volver ]



[4] Espin(es) mecanocuántico(s): orientaciones bien definidas de 3 vectores ortogonales, que simultáneamente coordenan las tres dimensiones espaciales y cuyos valores son de ½ para cada una de las asimétricas partículas subatómicas "solteras" ó fermiones y/o del doble o sea 1, para los pares "casados" de simétricas partículas subatómicas ó bosones [ Volver ]



[5] Especulares: del latín: speculum, relativo al espejo. [ Volver ]



[6] Excitación fermiónica: discontinuidad bipolar eléctrica. [ Volver ]



[7] Inhibición bosónica: continuidad bipolar magnética. [ Volver ]





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