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Comentario a una cita de Máximo Sandín

Dr. Gabriel Hernán Gebauer
http://iieh.org/autores/ghernan/
Instituto de Investigación sobre la Evolución Humana
 
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La Información adquiere en su uso humano características muy especiales que, si no se repara en que se limitan a la especie humana y a su capacidad de pensar, pueden deformar absolutamente su sentido objetivo.

Más allá de la mente humana, la distancia temporal entre lo que se va a hacer y lo que efectivamente se hace, no existe. Por tanto, para cualquier tipo de moléculas organizadas, cualquiera sea su grado de complejidad, no hay diferencia entre su organización en cuanto forma y su organización en cuanto función; o entre la organización que existe en el momento presente, y su estado futuro.


Me gustaría comentar la siguiente cita:

"El significado de estos datos (es decir, no especulaciones) merece un análisis especial: los genes homeóticos especifican el desarrollo de unos órganos de una forma que va más allá de su mecanismo bioquímico e, incluso, de su desarrollo embrionario: "los apéndices de vertebrados y artrópodos no son estrictamente órganos homólogos pero vemos que, en su morfogénesis, hacen uso de genes y sintagmas conservados (Gynsen et al., 87; Carrol, 95)". Y esto se ha podido comprobar experimentalmente introduciendo los genes Hox "ojo" de ratón en drosophila y activándolos en diversas partes de su cuerpo tales como patas, alas, antenas, etc. El resultado fue que aparecieron ojos ectópicos en todas esas estructuras (Morata, 99). Es decir, a pesar de que el ojo compuesto de Drosophila se forma bajo el control de un conjunto de varios cientos de genes/proteínas diferentes a los del ratón, la secuencia "ojo de mamífero" produce "ojo de invertebrado" dentro del desarrollo embrionario de una mosca. Todo esto quiere decir que en estas secuencias génicas está inscrito el significado (se podría decir: el concepto) "ojo", "patas", "alas", independientemente del tipo de ojo, patas o alas, de su control (regulación) genético o de su origen embrionario. Y este fenómeno (este hecho) es probablemente, el de más trascendencia y el de más profundo significado de todos los descubrimientos recientes en el campo de la biología." (Hacia una nueva Biología (II), Máximo Sandín.)

Cuando Máximo Sandín habla de "significado" con respecto a la relación : determinada estructura biológica/secuencia génica mediante la cual se produce, es decir, a la relación forma/función -que encubre otra relación que sería la de potencia/acto, sin por ello querer darle una connotación aristotélica-, se refiere al parecer a lo que en un lenguaje figurado sería hablar del uso de diferentes vocablos, incluso pertenecientes a idiomas distintos, para designar un mismo concepto. De hecho, a continuación agrega : "(se podría decir : el concepto)"; en otras palabras, el concepto designado en español como "ojo" es diferente a la manera (variable) con que se le designa, pero que encuentra expresión en esas diferentes formas.

Biológicamente hablando, se trata de "ojo" independientemente del tipo de ojo, de su control genético o de su origen embrionario, o sea, de un universal que, en el plano del lenguaje y del pensamiento, llamaríamos "concepto".

Sin embargo, esta forma de hablar, en gran parte metafórica, podría confundir si no comprendemos que la totalidad del fenómeno de la conceptualización es un subproducto humano de la operación de la Información en el cerebro.

Me preocupa particularmente la tendencia a antropomorfizar el concepto de Información. Lo que quiero decir es que la Información adquiere en su uso humano características muy especiales que, si no se repara en que se limitan a la especie humana y a su capacidad de pensar, pueden deformar absolutamente su sentido objetivo.

En primer lugar, tal vez sería más correcto hablar de "flujo de Información" más que de "Información" a secas, dada nuestra tendencia a reificar ("cosificar") todos nuestros conceptos -lo que, por cierto, es también una consecuencia de la conceptualización-.

En segundo lugar, distingamos entre el pensar en cuanto proceso -proceso de naturaleza biológica y, más específicamente, de naturaleza biofísica-, y aquello que es pensado en un cierto determinado momento (a lo cual podemos denominar como "pensamiento"). El pensar, por un lado, y lo pensado o pensamiento, por otro.

En tercer lugar, el pensamiento siendo tan fugaz sólo puede persistir como concepto; y de esta manera entramos en el terreno de la Psicología.

Permítaseme a continuación citar un extenso pasaje de Ortega y Gasset -de su obra La idea de principio de Leibniz- que explica de una manera muy didáctica, tan propia de este filósofo, lo que es concepto :

"Lo que veo con los ojos no es algo lógico, sino algo intuitivo. No es un concepto. Pero si digo : esto que veo es un caballo, "caballo" es un concepto. ¿Por qué? Porque es el extracto de una definición; por tanto, porque al tener en mi mente "caballo", tengo en mi mente distintos, esto es, separados unos de otros, los componentes de eso mismo que pienso. Esto no acontece en lo que veo según lo veo. Allí está todo junto, sin separación. Los componentes no me parecen como componentes cada uno aparte y preciso, es decir, cortado de los otros. Además están en la intuición inseparados muchos otros elementos que no son componentes del concepto caballo -los varios tamaños, los varios colores, los varios gálibos de la figura-. De aquí que al ver algo no sé bien, estrictamente, en qué consiste. El concepto, en cambio, consiste exclusivamente en su definición. Es esa serie de "notas", de ingredientes que la definición me exhibe como las piezas de una máquina. En este sentido el concepto coincide siempre consigo mismo, y puedo manejarlo con seguridad. Es una moneda que tiene un valor preciso, con el cual puedo, pues, confiadamente contar; no es, como la visión, una joya que vale mucho, pero nunca sé seguramente cuánto vale, y por eso no puedo nunca contar exactamente con su valor. El concepto es pensamiento acuñado, titulado, inventariado. Esta transmutación de lo visto en lo concebido se obtiene mediante una actuación mental sencilla. En lo visto, y más en general en lo intuido, nuestra atención fija uno o varios elementos, es decir, se fija en cada uno de ellos. Luego nuestra mente abstrae de todo lo demás que en lo intuido hay, y extrae los elementos fijados, dejando el resto. El concepto es así extracto de la intuición." (pp.57-58)

Si el concepto no existiera, sin duda que el pensamiento tal cual lo conocemos, capaz de crear un mundo paralelo al mundo natural : el mundo cultural, simplemente no podría existir. El flujo del pensar, consecuente al flujo del percibir, sería meramente el flujo de Información. Pero el concepto inmoviliza al proceso del pensar en forma de pensamientos. Inmovilización ciertamente transitoria, pero que le da cierta duración a los pensamientos generándose un tiempo paralelo al tiempo cronológico, el tiempo de la mente o tiempo psicológico.

Vale decir, el percibir dura un lapso que se puede cronometrar, el pensar dura también un lapso que se puede cronometrar, pero al interior de esa duración existe otra duración que es la duración de los pensamientos que, aunque siempre cambiantes, poseen cada uno una duración propia y no prestada por el tiempo del pensar. Contrastando la mente del ser humano con la actividad cerebral del animal, se puede apreciar claramente esta distinción : en aquél, junto con el tiempo que consume el proceso del pensar, está el tiempo que dura cada pensamiento dando lugar a una nueva dimensión, la dimensión psicológica.

Ortega y Gasset dice : "De aquí que al ver algo no sé bien, estrictamente, en qué consiste." El simple ver, el simple percibir consiste en la interacción entre dos sistemas : uno, el sistema observado, y el otro, el sistema observador, o sea, el cerebro humano. Y entre ambos sistemas el flujo de Información -"..en lo que veo según lo veo... está todo junto, sin separación"-. Pero para que el sistema observador sepa qué es lo que está observando, se requiere que la Información que sea el caso (aquello en que consiste lo visto) persista de alguna manera.

Ahora bien, lo que llamamos "concepto" es el resultado de esta persistencia de cierta Información. O, más bien, es el resultado del hecho de hacer persistir a cierta Información -el pensamiento, o sea, lo pensado en el proceso de pensar-.

Así, en lugar de que el flujo de Información (lo intuido) siga renovándose una y otra vez, "nuestra mente abstrae de todo lo demás que en lo intuido hay, y extrae los elementos fijados, dejando el resto." "El concepto es así extracto de la intuición", sentencia Ortega y Gasset. Traducido a un lenguaje informacional, diríamos que la mente separa una Información en especial -"nuestra atención fija uno o varios elementos, es decir, se fija en cada uno de ellos"- del conjunto de Informaciones que constituyen el flujo de Información (la intuición). Porque precisamente la capacidad humana de separar elementos o partes de un flujo en sí mismo indiviso es a lo que llamamos "abstracción".

Mas separar lo que es naturalmente solidario, representa un acto anti-natural. ¿Y qué es la cultura sino lo contrario a lo natural (lo no-cultivado)? El cerebro humano, que es parte de la naturaleza, al oponerse al flujo de Información actúa artificialmente. La palabra "artificial" deriva del latín artificiales y éste de artificium. El cual, a su vez, deriva de ars, artis : arte , o sea, pericia (habilidad para hacer algo), y facere : hacer. A pesar de que Ortega y Gasset califica a este arte de transmutar lo visto en lo concebido (el concepto), de "una actuación mental sencilla", únicamente el ser humano es capaz de realizarlo (al menos de una manera plena).

El concepto se opone a la intuición, lo que implica que el observador se opone a lo observado. El surgimiento del concepto representa la aparición del sujeto gnoseológico, es decir, el nacimiento de un fenómeno inédito en la evolución. En lugar de la respuesta visceral y/o motora, el cerebro humano inhibe su respuesta -acto que sólo en contadas oportunidades tiene lugar en animales superiores y únicamente como parte de sus estrategias de supervivencia y reproducción de la especie-, dando lugar a la relación de conocimiento. Solamente el ser humano persigue el conocimiento por el conocimiento.

Pero hay algo más, además del sujeto gnoseológico generado por esta interacción : el observador/lo observado, nos encontramos que existe una inferencia implícita -podríamos hablar de "inferencia inconsciente" si no nos expusiéramos a ser mal interpretados, al no haber aclarado primero qué entendemos por "ser consciente"-; nos referimos a la inferencia siguiente : "si pienso mis pensamientos, entonces yo soy el pensador de ellos". En otras palabras : "soy diferente a mis pensamientos, luego soy otra cosa que un pensamiento" (Descartes le llamaba "una cosa que piensa").

Este sujeto psicológico surge en cada proceso de pensar, claramente algunas veces, oscuramente la mayoría de ellas, y aunque es tan transitoria su existencia como el proceso mismo de pensar que le da vida, su tranformación en concepto -al identificarse con todas las experiencias conceptualizadas alrededor del yo- le confiere una permanencia que sólo puede mantenerse al costo de ser constantemente renovada (como todo concepto).

Así, entonces, para la mente humana la Información, que es el origen de todo lo que viene después, sufre una transmutación -para conservar la terminología de Ortega y Gasset- que desemboca en el concepto, en el pensamiento aparte del proceso de pensar, en el sujeto gnoseológico y, finalmente, en el sujeto psicológico, o yo, con su tiempo psicológico. Para el yo existe el pasado y el futuro, siendo el presente solamente el pasaje entre uno y otro.

Ciertamente que para el animal, para el vegetal y, todavía más, para el ser inerte, el futuro es inexistente. Asunto que es obvio, pero no trivial. Aquel tiempo que hemos denominado como "tiempo psicológico", el tiempo del pensamiento, le pertenece exclusivamente al ser humano. La mente humana se puede mover entre el pasado y el futuro, puede recordar aun en ausencia del estímulo físico o biológico adecuado y puede programar el futuro. Nada de éso existe más allá de la mente humana.

No he dicho nada que sea novedoso, pero de todo lo anterior se desprende una consecuencia muy importante : más allá de la mente humana, la distancia temporal entre lo que se propone hacer (lo que se piensa hacer) y lo que efectivamente se hace no existe. Por tanto, para cualquier tipo de moléculas organizadas, cualquiera sea su grado de complejidad, no hay diferencia entre su organización en cuanto forma y su organización en cuanto función. Es decir, forma y función coinciden. Así, el llegar a organizarse de cierta forma específica -lo que sería futuro desde la perspectiva humana- no está separado de la organización que ese conjunto de moléculas tenga en el momento presente, salvo las diferencias que correspondan a las distintas etapas del proceso (en el sentido del tiempo cronológico).

El concepto de Información precisamente debería ser entendido sin separar lo que tiene de proyecto (Información latente) de lo que tiene de acción efectiva (Información actualizada para cierto sistema).

Concretamente, la información genética de "ojo"-obsérvese que "información" está con minúsculas- y el camino recorrido para que se exprese (el conjunto de genes/proteínas), no están separados. La Información de "ojo" -repárese en que ahora "Información" está con mayúsculas- es tanto lo uno como lo otro, a la vez.

Estamos hablando de la organización en cuanto proceso en marcha y de la organización en cuanto cierta forma adoptada en un cierto momento. La organización se organiza a sí misma : mantiene su organización porque se organiza y reorganiza de instante en instante, y se modifica cuando es menester porque su misma organización así lo requiere.

Lo que intentamos decir es que la diferencia que existe, desde una pespectiva humana, entre la organización que tiende hacia un estado futuro -vale decir, un estado que no existe todavía- y la organización que existe en el momento presente, es ilusoria pues son ambas expresión de la misma Información y, por tanto, de uno y mismo proceso.

Tal vez el error surja del hecho de considerar a la organización del estado presente como un estado estático, lo que, a su vez, parece depender del hecho de conceptualizarlo. Ya que si tengo dos conceptos distintos acerca del mismo fenómeno, el concepto de un estado actual y el concepto de un estado por venir, automáticamente los voy a considerar como dos hechos diferentes.

Si niego que se trate de dos hechos diferentes, debo entonces tener un concepto -pues sin conceptos no puedo entender (pensar)- capaz de explicar ambas facetas del fenómeno como partes de lo mismo. Y ese concepto es el de Información.

La llamada "información genética" es entendida a la manera como se entiende la información del conocimiento humano, por ejemplo la que existe como caracteres escritos en un libro. Pero ésa es una información latente que requiere para su manifestación de la trasformación mediante la intervención humana en acciones -si se trata de una receta culinaria, se tranformará en un plato determinado-.

La Información que existe más allá de la esfera humana, en cambio, no requiere de una fuerza externa al sistema que sea el caso para expresarse. La Información es activa por sí misma. Que es lo mismo que decir que la Información es natural, ya que natural es sinónimo de espontáneo y espontáneo es "lo que se produce por sí solo, sin agentes externos que lo provoquen".

La Información al expresarse organiza el estado presente de la manera como está, porque ése es exactamente el estado que puede producirse dada las condiciones del sistema y sus interacciones de contorno. Y la Información organiza igualmente el estado futuro, visto como futuro desde la perspectiva humana, porque las condiciones del sistema y sus interacciones de contorno así se lo permiten.

Lo anterior nos lleva a la siguiente consideración : la Información permanece latente en la medida en que las condiciones ambientales no permitan su expresión. En consecuencia, en el grado en que esas condiciones ambientales cambien, se expresará más o menos la Información que sea el caso. Ésto equivale a decir que las condiciones ambientales deben ser receptivas de cada Información, pues no se trata de que sean las condiciones ambientales las que provoquen la expresión de ellas sino de que no impidan, en términos absolutos o relativos, la actividad de la Información relevante para la organización del sistema. En otras palabras, debemos ver a la Información no como a un efecto de factores externos al sistema sino como una disposición a actuar que puede o no manifestarse según cuales sean las condiciones ambientales.

Es digno de observar que "ojo de mamífero" produce "ojo de invertebrado" porque la Información puede expresarse en la mosca sólo con las limitaciones propias de su especie, vale decir, se puede dibujar un árbol en la arena y se puede igualmente dibujar en un papel, pero sin duda que se expresará más claramente en este último material. Ésto depende del conjunto total de Informaciones que existen en cada caso, ya sea en el ratón, ya sea en la mosca. Para que "ojo de mamífero" produjiese "ojo de mamífero" en un invertebrado se requeriría de Información que no existe en este último.

Sin duda que este hecho experimental es "el de más trascendencia y el de más profundo significado de todos los descubrimientos recientes en el campo de la Biología", porque apunta hacia un concepto nuevo y esencial que es el concepto de Información, siempre que lo entendamos como un concepto objetivo y libre de antropomorfizaciones.

El concepto puede ser entendido a partir de cómo la Información en cuanto flujo de Información (en cuanto intuición) sufre un proceso artificial de análisis, separación y fijación (abstracción); por tanto, la Información no puede ser entendida a partir del concepto -del concepto de "concepto", para ser más exacto- porque es la Información la que explica al concepto. Dicho de otra forma, querer explicar el concepto de Información mediante el concepto de "concepto" sería incurrir en una petitio princii, caer en una falacia.

Sin embargo, desde el momento en que surge la necesidad de usar el concepto de "concepto" para explicar cierto comportamiento biológico, es porque lo que realmente necesitamos es el concepto de Información, pues está implícito en el concepto de "concepto". Pero para que todo ésto tenga sentido, es imprescindible comprender primero cómo la Información se entiende mal cuando se le antropomorfiza, y de qué manera se le puede desantropomorfizar, esfuerzo que hemos realizado en estas pocas líneas de investigación.



Sobre el autor


Gabriel Hernán Gebauer es médico Cirujano, posgraduado en filosofía de la ciencia. Es autor de diversos artículos sobre información y medicina.





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