Mientras algunos estudiosos han considerado que la incidencia de la cosmología como ciencia sobre la teología no puede de ninguna manera concernir a la teología trinitaria como tal [ Nota 1 ], nosotros pensamos que el problema sobre las relaciones entre Dios y mundo encuentra en el misterio trinitario un punto de referencia de capital importancia y de gran valor. En especial, creemos que la nueva imagen del mundo -dinámico-orgánica o en evolución- plantea un desafío concreto: el de considerar simultáneamente el "Todo", las "Partes" y el "dinamismo relacional" que resulta del encuentro entre ambos. Un enfoque que -como hemos visto en nuestro trabajo- apela, de una u otra manera, al misterio de la Trinidad.
En tal sentido podemos decir que una primera conclusión resultante del estudio realizado, es la concerniente al "caso Galileo", al "modernismo" y al "Jesuita prohibido". Descubrimos que los problemas puestos en evidencia en cada uno de dichos casos son el resultado de no haber vinculado armónica y estrechamente entre sí la "visión de conjunto", el "estudio especializado" y la "reconciliación de perspectivas".
En efecto, el "caso Galileo" puso de manifiesto el esfuerzo por dar prioridad absoluta a la "visión global" que en aquel momento brindaba la religión. El problema surgió no tanto por el hecho de querer explicar e interpretar todo a la luz del amplio panorama de los argumentos de la fe, sino más bien en que los datos científicos -que como tales consideraban sólo "una parte" del problema, postulando argumentos concentrados en un determinado aspecto-, no fueron suficientemente tenidos en cuenta. Esto dio como resultado el mantenimiento de unas posturas tan arbitrarias que en su defensa de la primacía absoluta de la fe, negaron prácticamente la autonomía de la ciencia.
Por otra parte -y casi como una reacción opuesta a la actitud precedente- surgió la "crisis del modernismo". En ella se ve reflejado el esfuerzo por la "especialización", es decir, por considerar los aspectos particulares e individuales de los problemas planteados. Si en el pasado se había negado la "autonomía" de la ciencia, con el modernismo apareció el fenómeno contrario. La ciencia se postuló como la única poseedora del auténtico saber y como el mejor de los saberes; ella era la que debería tener la primacía en todo. Con la aparición de las múltiples y distintas disciplinas se favoreció, en cierto modo, la fragmentación del saber, debilitándose de esta manera los vínculos que unían la fe con la ciencia. Fue así como se eliminó del horizonte de la especialización el esfuerzo por considerar el "Todo" en una visión de conjunto.
Por último, tampoco se llegó a entender adecuadamente el esfuerzo realizado por reconciliar la visión global de la fe con los argumentos específicos de la ciencia. Este fue el caso del "Jesuita prohibido". Si Galileo fue objeto de incomprensión, por haber sostenido que la tierra se mueve en el espacio, Teilhard no iba a correr mejor suerte y se le tildó de innovador que, como tal, representaba un peligro para la fe debido a sus argumentos sobre la tierra que se mueve en el tiempo [ Nota 2 ]. Dos movimientos que corresponden a dos teorías diversas -el heliocentrismo y el evolucionismo-, pero que comportan un mismo problema de fondo, a saber, el "desenfoque hermenéutico" provocado por el cambio violento de perspectivas. Por lo que respecta al primer problema, el malentendido fue evidente. Ciertamente se necesitó de mucha cautela en la reconsideración de dicho caso, pues las aportaciones del astrónomo de Pisa cambiaban por completo los esquemas mentales que habían permanecido intocables durante siglos. Pero por otra parte, es también de lamentar que hayan sido necesarios más de trescientos cincuenta años para llegar a reconocer "formal" y "oficialmente" por parte de la autoridad eclesiástica la incomprensión galileana [ Nota 3 ].
Creemos que, una vez resuelto con autoridad el "caso de Galileo" sobre el terreno conflictivo entre Ciencia y Fe a nivel de Cosmología, se reanuda nuevamente el discurso con la cosmovisión del religioso científico de Sacernat. Un caso que todavía no ha quedado bien aclarado y que sigue desconcertando a diversos sectores. Es en tal contexto que pueden colocarse los últimos incidentes ocurridos con ocasión del centenario del nacimiento de Teilhard. Para celebrar dicho aniversario, el Institut Catholique de París organizó en Mayo de 1981 un convenio sobre el Jesuita. Desde Roma el Secretario de Estado, Agostino Casaroli, envió una carta en la cual eran vivamente elogiados tanto Teilhard cuanto su pensamiento [ Nota 4 ]. Este acontecimiento fue interpretado por muchos como una real y legítima rehabilitación del estudioso, cuyas obras - diecinueve años antes -habían sido prohibidas y consideradas ofensivas para la doctrina católica por parte de los Padres de la Suprema Congregación del Santo Oficio. Sin embargo, un mes después, el 11 de Julio, por iniciativa de algunos cardenales de la Curia Romana, la sala de prensa de la Santa Sede publicó un comunicado en el que se explicaba la interpretación de la carta del Cardenal Casaroli y en el que se confirmaba la validez del Monitum de 1962, con el cual se decretaban plenamente vigentes las declaraciones de dicho documento [ Nota 5 ].
No es el caso de entrar en más detalles por lo que se refiere a los argumentos teilhardianos que han sido motivo de múltiples debates al ser considerados por algunos como contrarios a la fe cristiana. Hemos estudiado los dos aspectos más discutidos del pensamiento de Teilhard que están en la base de todos los demás problemas: el argumento sobre el proceder metodológico y la cuestión sobre la Trascendencia divina. El resultado de tal estudio nos lleva a concluir que el factor principal de los múltiples debates y grandes polémicas, tiene su raíz de fondo en la "des-ubicación" o en el "desenfoque hermenéutico" provocado por el paso de la "Weltanschauung estática" a la "Weltanschauung dinámica". Hemos llegado a la conclusión, suficientemente fundamentada en el trabajo realizado, que el cambio de perspectiva ha ocasionado un auténtico "desenfoque", es decir, una alteración en la manera de concebir la relación Dios-Mundo (problema teológico) que ha influido asimismo en el modo de concebir el encuentro de la Fe con la Ciencia (problema metodológico).
Es nuestra convicción, después del estudio realizado, que lo que ha impedido interpretar el pensamiento del "Jesuita prohibido" de un modo más crítico, han sido los recelos anti-teilhardianos que todavía se encuentran vinculados a una "Weltanschauung estática". Pero en especial, creemos que sus aportaciones no han sido adecuadamente comprendidas porque sus comentadores han puesto escasamente de relieve su fe en la Trinidad. Grave laguna, ya que la fuente de su cristología se encuentra precisamente en este dogma fundamental. Por lo tanto, es necesario poner esta verdad revelada como "punto focal hermenéutico" para comprender bien el problema central vivido por Teilhard e interpretar mejor la peculiaridad de su cosmovisión [ Nota 6 ].
Gracias al misterio trinitario, el problema sobre las relaciones entre Dios y Mundo puede explicarse convenientemente, quedando salvaguardada tanto la trascendencia como la inmanencia divina. Porque si Dios no fuese trino -ha insistido más de una vez nuestro autor-, no podría asumir lo distinto de sí; no podría existir simultáneamente inmerso en el mundo siendo a la vez el principio absoluto de cuanto existe, independiente y distinto de todo [ Nota 7 ].
Asimismo, la peculiaridad de Teilhard al afrontar el problema del "Todo" y "las partes" en una visión de conjunto, encuentra en el misterio de la Trinidad el paradigma idóneo, ya que, por ser un misterio de "inclusión" que hace referencia a la capacidad inherente de asumir en sí la diferencia, es el misterio que hace posible la explicación de la coexistencia de perspectivas distintas sin que por ello se vea deteriorada una por la otra: la Fe, que ilumina la totalidad del misterio divino; la ciencia, que ayuda a comprender los secretos específicos del mundo, y la filosofía, que se hace necesaria para explicar dicha relación dinámico-recíproca. El trinomio indivisible y distinto en sus elementos es aquel desde el cual puede enfocarse adecuadamente el problema sobre la "unión diferenciada" propuesto por Teilhard en su peculiar proceder metodológico, que desafía a no permanecer en una perspectiva cerrada sólo en el Todo "o" únicamente en las partes.
En síntesis: el "cambio de perspectiva" es ciertamente un desafío que tiene que asumirse, no sólo para analizar con una mayor apertura y con un espíritu más dialogante los problemas teológicos que nuestro Autor ha planteado, sino fundamentalmente para armonizar el "Todo", las "partes" y su "dinamismo relacional" en una "visión de conjunto", en la que pueda realizarse, sin confusión y sin mezcla de ningún tipo, la reconciliación entre "Ciencia-Filosofía-Teología" para comprender mejor la relación entre "Mundo-Porvenir-Dios".
Nuestro trabajo ha sido una aportación cuyo objetivo principal -después de haber realizado un breve estudio sobre la persona de Teilhard, su obra e interpretaciones- ha sido el de plantear su cosmovisión en una clave de lectura trinitaria. Dicha propuesta -con los límites propios que comporta-, ha querido ser también un modesto estudio realizado en vistas a replantear, en un futuro, la reconsideración del "caso Teilhard", al igual que se ha hecho en nuestros días con Galileo Galilei. Un caso en el que deseamos no sean necesarios otros 350 años para resolverlo definitivamente.
Quisiéramos terminar nuestro trabajo poniendo de relieve el "modo con el que Teilhard habla de las cosas terrenas", pues hemos llegado a la conclusión de que, en su manera de mirar el mundo y, por tanto, en su hablar, en su sentir y en su actuar "mundanos", se transparenta su profunda experiencia de la presencia desbordante y transfigurante de Dios. Una experiencia desde la que proclamó, como verdadero evangelio, la transformación de todo el Universo. Este fue el "mensaje esencial" de Teilhard que, con celo misionero, supo vivir y comunicar:
"Hay una manera de mirar el Mundo que no nos deja ver en él más que una suma de elementos mal compaginados o enemigos. Por todas partes en torno nuestro, parece, la incurable separación y el antagonismo innato. Por todas partes lo vil mezclado con lo precioso, el trigo con la cizaña. Por doquier la inutilidad, el desecho, el residuo... [...]. Yo quisiera ser, Señor, por lo que toca a mis humildísimas posibilidades, el apóstol, y (si me atrevo a decirlo) el evangelista "de tu Cristo en el Universo". Desearía, por medio de mis mediaciones, de mi palabra, por la práctica de toda mi vida, descubrir y predicar las relaciones de continuidad que hacen del Cosmos en que nos agitamos un medio divinizado por la Encarnación, divinizante por la comunión, divinizable mediante nuestra cooperación. "Llevar a Cristo, en virtud de los lazos propiamente orgánicos, hasta el corazón de las Realidades consideradas como las más peligrosas, las más naturalistas, las más paganas. He aquí mi evangelio y mi misión"" [ Nota 8 ].
A P E N D I C E
La "Weltanschauung" de Teilhard en tres puntos [ Nota 9 ].
Ilustración - 1
Ilustración - 2
El Punto Omega considerado por Teilhard como centro de convergencia [ Nota 10 ].
Ilustración - 3
Ilustración - 4
La "Weltanschauung estática" de estructura dual y su repercusión en la interpretación de la historia [ Nota 11 ].
Ilustración - 5
Ilustración - 6
La "Weltanschauung dinámico-orgánica" propuesta por Teilhard.
Ilustración - 7
Ilustración - 8
La estructura del Punto Omega desde una perspectiva trinitaria [ Nota 12 ]
Ilustración - 9
[1] Cf J.-M. MALDAMÉ, Le Christ et le cosmos 90. [ Volver ]
[2] Cf A. L'ARCO, Messaggio di Teilhard de Chardin 107. [ Volver ]
[3] Cf capítulos precedentes. [ Volver ]
[4] Cf A. CASAROLI, Lettera del Card. Casaroli al Rettore dell'Istituto Cattolico di Parigi: in occasione del centenario della nascita di P. Teilhard de Chardin, en L'Osservatore Romano. Giornale Quotidiano Politico Religioso 132 (10-Giugno-1981) 1. [ Volver ]
[5] Cf A. TORNIELLI, Teilhard e il Papa buono 64. El texto del Monitum dice así: "Ciertas obras del P. Teilhard de Chardin, incluyendo algunas póstumas, son publicadas y encuentran una aceptación que no es desdeñable. Independientemente del debido juicio en lo que atañe a las ciencias positivas, en materias de filosofía y teología se ve claramente que las obras antes mencionadas encierran tales ambigüedades y aún errores tan graves que ofenden la doctrina católica. Por tanto los Emmos. y Rvdos. Padres de la Suprema S. Congregación del Santo Oficio exhortan a todos los Ordinarios y Superiores de Institutos religiosos, a los Rectores de Seminarios y Directores de Universidades, a defender los espíritus, particularmente los de los jóvenes, de los peligros de las obras del P. Teilhard de Chardin y de sus discípulos. Dado en Roma, en el Palacio del Santo Oficio, el 30 de Junio de 1962. Sebastián Masala, Notario" (J. PHILIPPE DE LA TRINITÉ, Roma y Teilhard de Chardin 7). [ Volver ]
[6] Cf G.-H. BAUDRY, Il credo di Teilhard de Chardin 120. [ Volver ]
[7] Cf - Introduction à la vie chrétienne X 186. [ Volver ]
[8] "Il est une façon de regarder le Monde qui ne nous laisse voir en lui qu'une somme d'éléments disparates ou ennemis. Partout autour de nous, semble-t-il, l'incurable séparation et l'antagonisme natif. Partout le vil mélangé au précieux, - le froment côtoyant l'ivraie. Partout l'inutilité, le rebut, le déchet... [...]. Je voudrais être, Seigneur, moi, pour ma très humble part, l'apôtre, et (si j'ose dire) l'évangéliste "de votre Christ dans l'Univers". - Je voudrais, par mes médiations, par ma parole, par la pratique de toute ma vie, découvrir et prêcher les relations de continuité qui font, du Cosmos où nous nous agitons, un milieu divinisé par l'Incarnation, divinisant par la Communion, divinisable par notre coopération. "Porter le Christ, en vertu d'attaches proprement organiques, au coeur des Réalités réputées les plus dangereuses, les plus naturalistes, les plus païennes, voilà mon évangile et ma mission"" (- Le prêtre XII 313,329). [ Volver ]
[9] Las ilustraciones están inspiradas en un diseño de Teilhard en donde describe los puntos centrales de su cosmovisión (cf - Trois choses que je vois ou: une Weltanschauung en trois points XI 174). [ Volver ]
[10] Cf - La centrologie. Essai d'une dialectique de l'union VII 117-125. [ Volver ]
[11] Cf - Un seuil mental sous nos pas: du cosmos à la cosmogénèse VII 266-270; M. BENZO, L'impossibile sogno di Teilhard de Chardin, en ID., Uomo profano-Uomo sacro. Trattado di Antropologia Teologica (Cittadela Editrice, Assisi 1980) 289-293. [ Volver ]
[12] Puede compararse esta estructura trinitaria del Punto Omega -que es lógica y armónica-, con el diseño propuesto en la portada del libro: W. SMIT, Teilhardism and the New Religion. [ Volver ]