Las leyes de la evolución, esencia de la computación evolutiva, se pueden explicar con un chiste malo. Una enfermedad que produzca esterilidad dificilmente podrá ser hereditaria. De forma similar, una menor adaptación al medio suele ir acompañada de una menor reproducción, lo que supone una menor propagación genética de esa falta de adaptación (si es que ésta se puede almacenar genéticamente). Una mayor adaptación al medio se asociará en muchos casos a una mayor reproducción, y se propagará si existe una via genética para ello.
Otro ejemplo: muchos animales acostumbran a realizar un "mordisco amoroso" como parte del ceremonial de la cópula. Pero, por ejemplo, las serpientes venenosas no lo hacen. Si lo hicieran, los machos pronto habrían acabado con todas las hembras, envenenándolas. La evolución solo permite "sobrevivir" a aquellos esquemas (modos de vida, genes, especies, costumbres) que son "autoconsistentes", "no autodestructivos", que tienen una tendencia a mantenerse vivos.
Por otra parte, la evolución es un equilibrio entre dos tendencias:
- fuerza conservadora, egoísmo, explotación, convergencia más rápida hacia una solución, muerte, "derecha conservadora".
- fuerza innovadora, altruismo, exploración, exploración más a fondo del espacio de búsqueda, nacimiento, "izquierda progresista".
Ambas tendencias son deseables y contradictorias, por lo que se ha de llegar a un compromiso. A este compromiso se le podría llamar:
- fuerza equilibradora, cooperación, optimización, óptimo en la relación calidad/coste o grado de penetracion óptimo, control de natalidad, "centro"
Existe una fuerza conservadora (explotación-egoísmo), que beneficia a los mejores agentes, es decir, a los que mejor resuelven problemas. Esto es evidente, pero no es lo único. También existe una fuerza innovadora (exploración-altruismo), que permite la existencia de agentes muy distintos, aún cuando su éxito sea menor.
Mediante la fuerza innovadora es posible obtener la variedad suficiente para evitar una población demasiado especializada (estancada en un máximo local), y permitir la resolución de problemas cambiantes o con varios máximos.
Los fuertes son necesarios para resolver el problema ahora. Los débiles son necesarios para resolver el problema de mañana, o para resolver el mismo problema de hoy, pero con un planteamiento distinto, tal vez mucho mejor. Los adaptados son conservadores. Los inadaptados, en cambio, necesitan innovar para sobrevivir.
Las mutaciones pueden considerarse buenas o malas, pero también podrían pasar de uno a otro estado, ser más sutiles. Todo innovación con éxito termina convirtiéndose en conservación. Una mutación muy pequeña y buena, es una fuerza conservadora de la dirección que ya existía. Una mutación grande y buena, es una fuerza innovadora, pero no tarda en hacerse conservadora.
Una mutación muy mala desaparece con el individuo que la sufre. Una mutación simplemente mala convierte al individuo en inadaptado. El individuo debe cambiar de nicho para sobrevivir, y ese cambio de nicho puede provocar la redefinición de la mutación como algo bueno. Los peces bien adaptados no necesitaban ser anfibios ni mucho menos reptiles. Si un animal tuvo que obtener ventajas fuera del agua es porque tenía problemas dentro de ella. La evolución es la línea del camino marcado por los inadaptados.
La fuerza conservadora parece evidente, y no se suelen gastar esfuerzos en tratar de demostrarla. En cambio, la fuerza innovadora por lo general va en contra de lo evidente. Pero los argumentos para demostrar ambas son los mismos. Demostradas estas dos, se llega a la conclusión de la existencia de la tercera fuerza, equilibrio entre ambas.
Intento de demostración de la fuerza conservadora-egoísmo:
- Por observación: el egoísmo existe. Por tanto, es evolutivamente seleccionado.
- Por autoconsistencia: el egoísmo beneficia al individuo que adquiere dicho comportamiento. Si el individuo sobrevive gracias al egoísmo, su comportamiento también sobrevive. Si el individuo no fuera egoísta, podría morir.
Intento de demostración de la fuerza innovadora-altruismo:
- Por observación: el altruismo existe. Por tanto, es evolutivamente seleccionado.
- Por autoconsistencia: el altruismo beneficia al grupo de individuos que adquieren dicho comportamiento, y estadísticamente beneficia a los individuos, aunque puede que no a todos. Si el grupo de individuos sobrevive gracias al altruismo, su comportamiento también sobrevive. Si el grupo de individuos no fuera altruista, podría morir, y con el los individuos.
Intento de demostración de la fuerza fuerza equilibradora-cooperación:
- Por observación: el egoísmo y el altruismo existen. Por tanto, ambos son evolutivamente seleccionados. Al ser incompatibles simultáneamente, son evolutivamente seleccionadas las estrategias que combinan ambos, en diversos grados, ante diversas circunstancias, según los criterios más beneficiosos para el individuo y el grupo. Si el egoísmo beneficia al individuo y el altruismo al grupo, ambos comportamientos (egoista y altruista) se ven seleccionados en el individuo. Mientras existan circunstancias o desequilibrios que favorezcan coyunturalmente un tipo de comportamiento más que otro, la tendencia será a la creación de criterios (inteligencia) que sirvan para decidir cuándo la entidad debe comportarse de una u otra forma.
- Por autoconsistencia: Si el equilibrio entre egoísmo y el altruismo, decidiéndose uno u otro según ciertos criterios, beneficia al individuo y al grupo, entonces dichos criterios de equilibrio se ven seleccionados.
La evolución de los seres vivos o de los seres vivos artificiales podemos interpretarla como un caso particular de un concepto aun más simple y poderoso que se podría llamar el "principio de estabilidad, inercia o recurrencia".
Una forma de explicar este principio es la siguiente: Cualquier cosa existente es probablemente estable, ya que si no fuera estable, probablemente desaparecería como tal cosa, ya que cambiaría hasta llegar a un estado estable, y ya no sería esa "cosa" sino otra (estabilidad). Cualquier cosa existente probablemente siga existiendo como ya lo está haciendo (inercia). Si tenemos una "cosa" que varía continuamente, entonces es estable en su variación continua, y la esencia de la cosa es la forma -constante- en que se producen los cambios (recurrencia).
Si en los cambios no se pudieran encontrar regularidades, es decir, si la cosa no varía según una norma, por muy compleja que sea, estaríamos ante un azar puro, y transgrediendo el axioma de que para ser "cosa" es necesario una cierta estabilidad, inercia o recurrencia, y esta "cosa" no sería un objeto de nuestro universo, o casi. Esa cosa, al menos, estaría en la frontera de nuestro universo, ya que su estado no poseería causa alguna (en nuestro universo), que es equivalente a decir que tiene una causa, pero ésta está fuera de nuestro universo. Estas reflexiones coinciden con las conclusiones obtenidas a partir del estudio del azar en simulaciones de autómatas.
El principio de estabilidad, inercia o recurrencia tiene su origen en nuestra forma de percibir y razonar: todas las cosas son estables, recurrentes, o poseen inercia (al menos en cierto grado) porque todas las cosas que somos capaces de percibir o imaginar son estables, recurrentes, o con inercia. No somos capaces de manejar un concepto que no posea estabilidad, inercia o recurrencia porque el hecho de "manejar un concepto" obliga a identificar dicho concepto mediante el contraste (la oposición) con el resto del universo real o imaginario, y este contraste debe ser definido mediante algún criterio.
Otra forma de explicar el principio es esta: Hablar de estabilidad, inercia y recurrencia, es equivalente a hablar de funciones matemáticas simples. Al decir que en el universo se dan con frecuencia la estabilidad, la inercia y la recurrencia, estamos diciendo que en el universo se dan con frecuencia sucesos que se pueden representar mediante funciones matemáticas simples.
Siendo x el dato y t el tiempo, la estabilidad la podemos representar matemáticamente como: x(t) = x(t-1)
Por ejemplo esto podría representar lo siguiente: "En el instante de tiempo t, el gato está dormido. En el instante de tiempo t+1, el gato sigue dormido.". La variable independiente podría no ser el tiempo. Por ejemplo: "En la cocina (t) hay pelos de gato. En el pasillo (t+1) también hay pelos de gato."
La inercia, por ejemplo, como: x(t) = x(t-1) + 23
Por ejemplo esto podría representar lo siguiente: "Ayer el gato pesaba 837 gramos. Hoy el gato pesa 860 gramos.". Si t es el espacio, podríamos decir: "En la cocina hay 837 pelos de gato. En el pasillo hay 860.".
Y la recurrencia (estados alternados) podría ser: x(t) = 1 / x(t-1)
Por ejemplo esto podría representar: "El gato inspira, luego expira, luego inspira, luego expira." Si t es el espacio, podría ser: "Aquí hay una garra de gato. Aquí no. Aquí sí. Aquí no."
Existe el problema de definir que son funciones matemáticas simples. ¿Es el seno una función simple? ¿Es simple porque bastan tres letras para describirla? y = sen(x)
Podríamos representar como "FuncionComplicada" una función tan complicada como queramos: FuncionComplicada = sen(x) * Sqr(123,75) + xLn (x / 2432) - 23 * Tan(SQR(sen(x - 4)))
Una vez establecido esto, ¿cuál de estas dos funciones es más complicada?
y = x / (sen(x) * 3) - 17
y = FuncionComplicada + 1
Depende de lo que consideremos como los elementos básicos que utilizaremos para componer las expresiones. Pero supongamos que disponemos de alguna forma de asignar un grado de complejidad a cada operación. De hecho, los estudiantes de matemáticas tienen su propia escala de complejidad de las operaciones: la suma es muy sencilla, la resta casi tan sencilla como la suma. La multiplicación y división son también bastante sencillas, aunque más complejas que suma y resta. Sen, Sqr, Ln, etc. entran en otra categoría de complejidad.
No creo que sea casualidad que existan tántos fenómenos del Universo que puedan representarse mediante las más simples funciones en matemáticas. Podemos aventurar tres hipótesis:
Hipótesis del Universo informacional: Si suponemos que todo el Universo puede ser considerado como información, es decir, si suponemos que todo el Universo es un gran sistema formal, discreto, entonces, por analogía, su comportamiento más probable corresponderá con los comportamientos más probables en otros sistemas formales: metemáticas, lenguajes del programación, ordenadores, máquinas de Turing.
Hipótesis del efecto de la distancia: La existencia de dimensiones espaciales (la existencia de la cercanía) en oposición a una interconexión masiva de toda la materia del Universo (toda la materia igualmente próxima a toda la materia) atenúa la interacción en la distancia y produce con mayor probabilidad, funciones más simples. Ejemplos de excepciones a esto podrían ser sistemas que aunque están constituidos de materia física, su comportamiento lógico ignora las distancias entre sus elementos componentes, o establece espacios con otro tipo de distancias, como las redes neuronales artificiales o naturales, que poseen interconexión masiva, y los sistemas de reglas (sistemas expertos,...).
Hipótesis subjetiva: La mayoría de los fenómenos del Universo se pueden representar mediante funciones matemáticas simples, porque para nosotros lo más facil es entender funciones matemáticas simples. El hecho de ser simple es algo subjetivo. Vemos lo simple porque es lo que mas facilmente vemos, no porque sólo exista lo simple. Hay también fenómenos que se pueden representar mediante funciones matemáticas complejas, pero esto nos resulta mas complejo, así que lo hacemos con dificultad. Creemos que no existen los fenómenos del Universo que se pueden representar con funciones matemáticas tan complejas que no llegamos a ser capaces de manejarlas, pero lo que ocurre es que no somos capaces manejarlas.
Creo que la comprensión de la evolución se encuentra en el límite de nuestro entendimiento de esta forma. Identificamos los genes, los individuos o los grupos como los objetos susceptibles de evolución, ya que nos identificamos con ellos, pero intuyo que la evolución es un asunto que corresponde con la naturaleza de conceptos que no es posible manejar desde el sistema de referencia egótico al que estamos acostumbrados.
Los argumentos sobre la evolución son recursivos, por lo que más que argumentos, se trata de axiomas o actos de fé. La selección natural es "la supervivencia de lo que sobrevive" y la estabilidad se aplica a las "cosas" y las "cosas" deben ser estables para ser tales "cosas".
En Medicina se maneja el concepto de homeostasis, que consiste en la capacidad para mantener el equilibrio del medio interno. Desde un punto de vísta físico, se habla de la capacidad de un sistema para sortear perturbaciones. También se habla en distintos contextos de sistemas auto-organizados, auto-productores, auto-referenciales o con autopoyesis (o autopoyéticos).
Ahora bien ¿Por qué se produce la homeostasis? ¿Por qué hay tantos sistemas físicos capaces de sortear perturbaciones? En mi opinión, los sistemas son homeostáticos porque nos parecen homeostáticos, y nos parecen homeostáticos porque han sido identificados como tales sistemas, con entidad propia, por nosotros. Es decir: los sistemas son homeostáticos porque nuesta forma de percibir la realidad hace que fijemos la atención en los sistemas homeostáticos.
Por ejemplo, yo veo una silla o una mesa. Las sillas y las mesas, o el ratón (mouse) de un ordenador y el dedo humano que lo pulsa, son entidades diferentes porque nosotros observamos la realidad así, pero éstas son conceptualizaciones arbitrarias desde un punto de vista objetivo. El comportamiento más probable de cualquier cosa corresponderá más probablemente con una función matematica simple, debido a que "función matematica simple" es equivalente a "función fácilmente percibida-identificada-conceptualizada por nosotros" que somos los observadores.
En el extremo opuesto se encuentran las funciones matemáticas más complejas, hasta llegar al máximo de complejidad que se produce en el azar puro.
Nosotros observamos que existe una evolución y una selección, porque nuestra propia forma de observar hace que prestemos atención a lo que es estable, a aquello que posee inercia o que actúa de forma recurrente. Por eso vemos muerte y nacimiento; parecidos y diferencias en genotipos y fenotipos.
Para un único individuo, subjetivamente, no hay vida ni muerte; ni parecidos ni diferencias. Para un individuo solipsista el universo existió siempre y solo existe el momento "ahora", no hay tiempo, ni pasado ni futuro, sólo presente.
El fuerte contraste que existe entre la interpretación subjetiva-solipsista de la realidad, y la interpretación objetiva-consensuada, es indicador de la dificultad que tenemos para integrar estas dos visiones. Pero necesitamos de esta integración para conocernos a nosotros mismos. A otro nivel, este problema puede servir de analogía de la dificultad con la que nos encontramos para entender el fenómeno de la evolución.
La evolución parece cumplir únicamente la norma de "ser estable en su variación continua". El motor de la evolución es el desequilibrio que supone una mayor (pero no absoluta) tendencia a la supervivencia (como individuo y como progenitor) del más fuerte frente al más débil. Aparentemente el resultado puede identificarse a corto plazo como una mejora continua. Pero ¿qué es ser mejor? Parece que la aparición de seres "cada vez mejores" es una apreciación subjetiva humana, y lo que realmente ocurre es que reina la diversidad, la aparición de seres "cada vez más distintos".
La explosión de diversidad, el ocupar todos los nichos posibles podría llegar a convertir toda la materia del universo en materia viva. Ese momento marcaría aparentemente el límite de la explosión de vida, pero ésta podría ser aún mayor, si la vida pudiera encontrarse simultáneamente en diversos niveles, como de hecho ocurre. Las mismas partículas de materia podrían ser simultáneamente elementos constituyentes de más de una entidad viva, cuando estas entidades vivas forman una estructura multinivel ¿jerárquica?, como ocurre con las células de la piel de un humano, un humano y una comunidad de humanos.
Expresado mediante aproximaciones sucesivas, se selecciona (para la reproducción y/o para la supervivencia): - Lo mejor, pero matizado, ya que:
- se trata de "lo mejor" desde un punto de vista relativo, no objetivo; se trata de ser el más adaptado para las circunstancias actuales, el mejor en su propia coyuntura
- existe un factor de "suerte", y debido a causas varias, se selecciona "de todo un poco". Si la descendencia de un individuo fuera siempre proporcional a su adaptación, probablemente la evolución sería muy diferente a lo que conocemos, con una mayor tendencia a la homogeneidad, al estancamiento en máximos locales y al exterminio ante cambios del entorno. Los acontecimientos fortuitos parecen ser necesarios para la evolución entendida como cambio. Un auténtico resolutor general de problemas tal vez necesite de un generador de azar real.
- como la competencia parece ser decisiva, el relativamente mejor es en muchos casos el más diferente al resto
"La Naturaleza, mal que le pese a Darwin, no evolucióna hacia la primacía de los mejores (¿mejores según qué criterio, por otra parte?). La Naturaleza basa su energía en la diversidad. Necesita que unos sean buenos y otros malos, desesperados, deportistas, enfermizos, jorobados, con labio leporino, alegres, tristes, inteligentes, idiotas, egoístas, generosos, pequeños, grandes, negros, amarillos, rojos, blancos... Aprovecha todas las religiones, todas las filosofías, todos los fanatismos, todas las corduras [...] Los campos [...] compuestos por hermanos gemelos de la mejor cepa morían todos a la vez de la misma enfermedad. Mientras que los campos de maíz silvestre, compuestos por muchas cepas diferentes, y cada un de ellas con su propia especificidad, y sus debilidades, y sus anomalías, conseguían siempre encontrar un antídoto para las epidemias." Wells, Edmond, tomado de la "Enciclopedia del saber relativo y absoluto", recopilada por Werber, Bernard. 1993 "Las hormigas" Ed. Plaza & Janés.
Los recursos limitados producen una selección del más apto que provoca una tendencia hacia la homogeneización de la población. Esta homogeneización tiene un aspecto negativo: una población demasiado parecida es más susceptible de exterminio debido a cambios bruscos en las condiciones del entorno.
Dado que esto es así, las poblaciones muy homogeneas capaces de sufrir estas alteraciones del entorno acaban tarde o temprano sufriéndolas y desapareciendo. Cada una de estas poblaciones, vista como una sóla entidad, es eliminada por un proceso de "selección de poblaciones".
Otras poblaciones, que por la razón que sea, sean capaces de permanecer heterogéneas, es decir, aquellas poblaciones en las que sobrevive "de todo un poco, aunque con tendencia a sobrevivir los mejores" se mantendrán vivas y se reproducirán en otras "poblaciones". En el caso de los humanos, un altruismo restringido hacia los más necesitados (los menos aptos) es uno de los métodos para conseguirlo.
La existencia de dos sexos y posibilidad de la elección de pareja provoca el hecho de que los criterios de selección de pareja, sean estos cuales fuera, serán seleccionados. Es decir, aquellas características que las hembras busquen en los machos, y los machos en las hembras, por muy absurdas que parecieran, son precisamente aquellas que van a proliferar en la población (siempre que puedan ser transmitidas genéticamente, culturalmente, o de alguna otra forma a la descendencia).
Aquello que las entidades elijan mayoritariamente como "atractivo sexual" será seleccionado. Ahora bien, es posible que unas sub-poblaciones empleen unos criterios y otras otros distintos. Los "atractivos sexuales" que además, sean útiles al individuo para la supervivencia, proliferarán en mayor medida en cuanto, por su propia naturaleza, favorecen la combinación de aspectos positivos de los progenitores en los descendientes. Los atractivos sexuales útiles se ven seleccionados en una "población de atractivos" compuesta por todos los posibles atractivos sexuales.
La falta de deseo de tener descendencia hipotéticamente podría ser un atractivo sexual, pero tendría serias dificultades para transmitirse de padres a hijos.
Dado un individuo (real) cualquiera de una especie cualquiera, y por el simple hecho de existir dicho individuo, podemos decir lo siguiente: Existe una alta probabilidad de que este individuo posea unos genes tales que produzcan en él comportamientos estadísticamente beneficiosos para la existencia y preservación, no sólo de sí mismo, sino también de la propia especie así como de su entorno.
Ejemplos de esto son: la colaboración con otros individuos, la atracción sexual, el cuidado de los descendientes, e incluso la muerte del propio individuo. Este tipo de comportamientos "socialmente constructivos" se manifiestarán en un grado incluso superior (estadísticamente) a aquellos comportamientos referidos a la superviviencia de él mismo. Análogamente, una célula de un cuerpo posee unas reglas de comportamiento definidas más bien en función de la supervivencia del cuerpo que la contiene y no tanto en función de la supervivencia de esa misma célula.
Podemos encontrar equivalencias análogas a otros niveles y para todo tipo de seres vivos. Esto nos puede hacer pensar que la identificación de células o cuerpos como entidades o individuos susceptibles de evolución y supervivencia es una apreciación parcial, y que en cambio, sólo es estríctamente adecuado identificar una única entidad, que será el universo completo, como ser vivo, sobreviviendo y evolucionando.
De esta forma, podemos afirmar, como una ley general, que todo el universo (es decir, toda la materia, todas las células, todos los organismos, todas las sociedades, etc.) tienen características definidas en función del objetivo principal de mantener vivo y maximizar la vida en todo el universo, o lo que es lo mismo, se dedican a realizar cambios en sí mismos y en su entorno para conseguir las mejores condiciones para la existencia de vida.
La existencia de genes que favorecieran la propia superviviencia sería sólo un caso particular de lo anterior, ya que de hecho, si cierta partícula o individuo tiene la misión principal de favorecer estadísticamente la superviviencia y evolución de todo el universo, actúa correctamente al favorecer la superviviencia de lo que es más cercano a él: él mismo. Aunque su misión no está ni mucho menos, como es lógico, limitada a este punto, e incluso éste no será su comportamiento primordial, sino simplemente, es el más fácil de llevar a cabo.
En cada caso, las reglas que definan el comportamiento en función del objetivo principal de mantener vivo y maximizar la vida en todo el universo serán distintas. Para el caso de una partícula, podemos distinguir las reglas:
- Permanencia temporal: una partícula en el instante t realiza una copia de sí misma que es depositada en el instante t+1
- Inercia: una partícula mantiene en principio su dirección y velocidad
- Reacción: una partícula deja de aplicar la inercia al encontrarse con otra.
En el caso de un ser humano podemos identificar:
- Búsqueda de pareja
- Cuidado de la familia
- Transcendencia social o cultural
- Transcendencia espiritual
En palabras de Dawkins nuestra propia existencia, presentada alguna vez como el mayor de todos los misterios, ha dejado de serlo porque el misterio está resuelto. Lo resolvieron Darwin y Wallace, aunque todavía continuaremos añadiendo observaciones a esta solución durante algún tiempo.
Un aspecto pendiente de solución es el del origen de la gran diferencia entre hombres y otros animales en cuanto a inteligencia. La diferencia existe, y al ser ésta tán significativa (al menos subjetivamente, para nosotros, que por mucho que hablamos con nuestras mascotas no logramos que nos contesten), tendemos a pensar que el origen de la diferencia debe ser igualmente significativo.
Este desconocimiento deja la puerta abierta al antropocentrismo que tantas veces ha demostrado ser excesivo. Por ejemplo, las falsas creencias como que la Tierra es plana, el sol gira alrededor de ella, ciertas razas humanas que no se consideraron como tales por otras, o la consideración de la mujer como semi-humana. La ignorancia, la duda nos hace creernos superiores.
Sin embargo, esta situación está cambiando y en los próximos años es muy posible que quede suficientemente claro el origen de la diferencia de inteligencia como para producirse un nuevo cambio de mentalidad, una nueva pérdida de antropocentrismo y un incremento en el sentimiento de integración con el resto del universo perdiendo la separatidad de creernos dueños de él.
Son varios los factores que apuntan en el sentido de que pronto será posible abandonar hasta un nivel razonable el escepticismo acerca del origen de la inteligencia humana, descubriendo su origen. La mayoría de los apuntes que a continuación numero han sido extraidos (y adaptados) de las explicaciones de Roger Fouts en Primos hermanos.
- La inteligencia artificial consigue máquinas con algunos comportamientos que al menos antes de que las máquinas los realizaran, se consideraban inteligentes. Esto ayuda a perder el sentido mágico de la inteligencia, pues los programas de inteligencia artificial pueden ser explicados sin recurrir a argumentos sobrenaturales. El antropocentrismo temeroso de perder su posición privilegiada deja de considerar estos comportamientos como inteligentes. Como muestra de ello, programas que se consideraban inteligencia artificial dejan de serlo. La postura opuesta, más responsable y coherente, reconoce el acercamiento entre máquinas y hombres en el aspecto de la inteligencia, en vez de redefinir contínuamente la inteligencia.
- El estudio de sistemas de comportamiento no lineal nos ayuda a imaginar que el resultado de varios factores no tiene porqué ser su suma, pudiendo ser su producto. Por ejemplo, imaginemos que la inteligencia de los seres humanos es el resultado de los factores:
- Manos con dedos para poder manipular el entorno con facilidad
- Bipedismo: Postura erguida para el manejo de objetos
- Laringe capaz de efectuar sonidos complejos, a pesar del peligro de atragantamiento que esto supone
- Encefalización: Un cerebro suficientemente grande
- Fuerte dependencia materna, que fomenta el lenguaje y la relación social
- Disponibilidad de cierto tipo de alimentos para el desarrollo del cerebro
- Cierta promiscuidad sexual que fomenta la complejidad social
- Capacidad de imaginar, simular, representar mentalmente introduciendo factores pseudoaleatorios
Si el origen de la inteligencia son estos factores (u otra lista parecida), la inteligencia no tiene porqué ser la suma de estos factores, podría ser su producto, es decir, es necesario que existan todos los factores y todos en un grado suficiente, y en caso contrario no se observará mas que un remoto parecido con la inteligencia humana aunque el grado en que se presentan los factores sí sea similar en cada uno de ellos. - La inteligencia de un bebé humano es bastante inferior a la de un gato adulto. ¿Por qué darle un sentido mágico? El bebé humano tampoco nos contesta cuando le hablamos, y sin embargo no dudadmos que es una "persona pequeñita".
- Nuestras mascotas no nos contestan hablando porque no tienen un mecanismo de habla similar al nuestro, pero en el lenguaje de gestos es perfectamente posible la comunicación. El éxito de este método con los chimpancés y sus implicaciones son descritas por Roger Fouts en Primos hermanos.
Conocer el origen de la inteligencia humana, conocer aquello que nos diferencia de otros animales y saber que no es nada mágico, nada sobrenatural, tiene el efecto de acercarnos más al resto de los animales.
Si la diferencia entre chimpancés y hombres es básicamente la forma de la laringe, los chimpancés son nuestros primos hermanos, menos habilidosos que nosotros en algunas cosas. Pero iguales en todo lo demás. Con sentimientos. Con derechos. Por ejemplo, en algún panfleto publicitario sobre esterilización de mascotas, se podía leer: "Los animales no se reproducen por amor, ni por placer, sólo por instinto". Este tipo de afirmaciones cambiarían si se supiera que el origen de la diferencia entre animales y hombres no es cualitativa sino cuantitativa, aunque el resultado visible de esta diferencia sea (por ahora, aún en los comienzos de la ingeniería genética) tan grande. Todos los animales incluido el hombre se reproducen en cierta media por placer. Si YO humano siento placer al reproducirme, es lógico pensar que el vecino también lo siente, aunque no tenemos ningún medio de estar completamente seguros de ésto. ¿Por qué pensar que un gato o una hormiga reina no lo sienten? Unos animales pueden ser más sensibles que otros, pero pensar que un cerdo realmente no sufre entre los gritos cuando lo están acuchillando es cerrar cobardemente a los ojos a la lógica más aplastante. Si todos estos factores (consciencia, sentimientos, inteligencia, instinto) son en definitiva grises, graduales, cuantitativos en vez de no cualitativos, absolutos, todo o nada, entonces ¿Por qué dejar al resto de los animales fuera de nuestro círculo ético? ¿Por qué no ampliar dicho círculo? ¿Por qué no convertir la línea divisoria en una franja gradual de infinitas líneas? ¿Por qué no intentar tender a hacer desaparecer estas líneas?
Muchos autores entienden la evolución como un proceso de incremento de complejidad, materializandose esta complejidad ya sea en la aparición y proliferación de la vida, en la interrelación de los seres vivos, en el mejor aprovechamiento de los recursos, en el pensamiento, en la consciencia o en el espíritu, con una dirección mas o menos constante o creciente. Sin embargo, para otros la evolución no tiene una dirección, se trata de una simple adaptación a un entorno cambiante. Y esta adaptación es la que puede producir en ciertos casos, seres inteligentes, (cuando la inteligencia es la característica más favorable), y en otros casos puede ser el tamaño o la resistencia ante radiaciones nocivas las características que son seleccionadas y dominen en la población.
Para unos, el secreto de la vida y la evolución está en aceptarla como es. [...] La manada de camellos se componía de un macho, dos hembras adultas y una cría. Los penetrantes ojos de los cazadores vigilaban la manada. Más tarde me explicaron que se habían decidido a cazar la hembra más vieja [...] Su deseo de cumplir ese día el propósito de su existencia y dejar a los fuertes para que perpetúen la especie parece llamar a los cazadores. [...] Se trata de cazadores con un nivel social además de espiritual y de consciencia elevadísimo, que conviven en comunión con la naturaleza, que dejan sus cuerpos muertos en el desierto para que sirvan de alimento a las fieras que después serán cazadas por otros; pero no dudan que es el débil el que debe morir; no en un acto cruel, sino de necesidad. (en "Las voces del desierto", de Marlo Morgan).
El darwinismo ofrece una explicación de por qué las cosas son como son, es un análisis histórico estadístico, mas que un método de predicción del futuro. Sabemos por qué las especies son como son: por la supervivencia del más apto (en realidad es una tautología: la supervivencia de lo que sobrevive); pero no sabemos que especies existirán en el futuro: no sabemos que será lo más apto en el futuro.
Si suponemos que existe una tendencia global de mejora (vulgarmente, "la raza mejora"), podemos realizar algo así como "predicciónes hacia atrás" o "razonamientos hacia atrás". Básicamente se trata de pensar así: "Si cualquier cosa existe ahora mismo, tiene una probabilidad alta de ser algo muy apto". De esta forma "los seres que existen al final de un intervalo de tiempo cualquiera (por ejemplo, en el último año de un siglo), tienen una alta probabilidad de ser los más adaptados para este intervalo completo" (el siglo completo), siendo la probabilidad tanto mayor cuanto mayor sea dicho intervalo de tiempo. Bien pero, ¿adaptados a qué? ¿Al entorno de final de siglo o al entorno que existía a principio de siglo? Obviamente, los seres estarán adaptados al entorno de final de siglo pero también es bastante probable que lo estén para el entorno de comienzo de siglo. Es decir, si el entorno no cambia con mucha frecuencia, es posible que los individuos mantengan las características positivas de uno y otro entorno, especialmente si las van a necesitar. Esto es válido cuando los intervalos de tiempo son pequeños. Para intervalos grandes, los cambios de entorno pueden ser tan drásticos que no tenga sentido el concepto de "mejora contínua". En cualquier caso, el código genético de un individuo no es infiníto. El número de características que se pueden almacenar es limitado, y las "mejoras genéticas" obtenidas tras siglos de evolución pueden elminarse por falta de aplicación, para dejar sitio a otras nuevas (al igual que las ideas).
A la hora de efectuar estos razonamientos hay otros aspectos que se deben tener en cuenta. Tomemos una población con una tasa de mortalidad infantil alta. Todos los vivos son hijos de los "vencedores", de los que pudieron reproducirse antes de morir, por lo tanto, todos los vivos tienen características de "ganadores". Sin embargo, muchos de ellos van a morir antes de reproducirse, van a ser "perdedores". ¿Son entonces los hijos mejores que el padre?
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Esta idea se intenta ilustrar en la imagen siguiente. Imaginemos un proceso evolutivo en el que cada vez sólo sobrevive un individuo. Podemos pensar en cada individuo como si fuera un virus, un programa de ordenador, una idea, un libro o cualquier otra cosa que sea susceptible de selección, copia y error en el proceso de copia. En la parte baja de la imagen aparecen una serie de barras que repesentan los individuos de la primera generación. De estos individuos es seleccionado el mayor, que produce la siguiente generación. Todos los hijos del superviviente son "fuertes" porque son hijos del superviviente anterior, pero también "débiles" porque la mayoría va a perecer.
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"Me salvé de milagro" o "Casi me mato" son frases que se escuchan con cierta frecuencia. Cuando alguien ha estado muy cerca de la muerte y ha salido ileso, es tentador ofrecer una explicación sobrenatural al fenómeno. Pero no hay que olvidar que el relato que llega a nuestros oidos es el de los que sobreviven. Los que casi se salvan no pueden hablarnos. Hay un factor de ruido que distorsiona las predicciones con base evolutiva ¿El hijo de un gran futbolista será a su vez un gran futbolista? Una predicción más realista del hijo tendrá en cuenta no sólo las características de los padres, sino las de los hermanos de los padres.
En cualquier caso, el concepto de evolución como "mejora contínua" debería admitir la posibilidad de "cambios de escala" o incrementos del "orden" o de las "dimensiones" del objeto de estudio. Por ejemplo, podemos estudiar el incremento de complejidad de las células. Pero si las células, en su evolución, forman un organismo pluricelular, y las células como tales, aparentemente detienen su evolución, no sería justo decir que la evolución se ha detenido, sino más bien que el objeto de estudio está evolucionando en una nueva dimensión, o simplemente que se ha convertido en otra cosa.
La pregunta "¿Tiene una dirección la evolución?" está relacionada con "¿Existe un factor externo que dirige la evolución?" Aparentemente, la evolución produce indefinidamente incrementos de vida y de complejidad, y nunca decrementos, pero no sabemos si en el futuro se puede producir una completa desaparición de la vida, y un nuevo comienzo del proceso, y sucederse ciclos de evolución que culminan simpre en el mismo punto, ya sea a nivel local, por la destrucción de casi toda la vida en planetas como la Tierra, o a nivel general en ciclos universales de Big-Bang y Big-Crunch.
Si creemos que existe una entidad que dirige de alguna forma desconocida el curso de la evolución, no sería extraño pensar que la evolución culmina con el Hombre, debido a las grandes diferencias que existen entre el Ser Humano y el resto de los animales, o al menos, que el Hombre es una especie en la que se ha materializado un incremento de complejidad tan grande que nos hace sospechar que tiene algo que ver con la dirección forzada de la evolución.
A esta opinión se puede oponer el argumento: Si el hombre es el ser mas perfecto que puede producir la evolución según cierto criterio externo ¿por que hay hombres distintos y no son todos iguales?
No es difícil rebatir esto: podría ser que el Hombre es el ser buscado en aquellas características que se pueden almacenar y transmitir genéticamente, por ejemplo, tener dos ojos y no cuatro o ninguno. Si una característica no es común a todas las personas, (como por ejemplo no lo son la simpatía frente a mal humor, o un instinto cooperativo frente a uno egoísta), podemos suponer o bien que no ha podido evolucionar por no almacenarse genéticamente, o bien que su estado óptimo no es uno u otro en todos los individuos, sino una cierta distribución, ya sea distintos valores para la población y constantes para cada individuo, o un valor que varía en el tiempo para cada ser.
En cualquier caso, es muy posible que aquello que busca la evolución dirigida por una inteligencia externa (si existe) sea sólo una característica siendo el resto sobrante. Para probar esto, tendríamos que encontrar una carácterísitica presente en el Ser Humano que no corresponda con algo evolutivamente estable en un modelo simulado (que no tendría dicha inteligencia externa), y que sin embargo sí sea seleccionada en la realidad.
Yo encuentro una característica (expresada de muy diversas formas) presente en los seres humanos (e incluso en los animales) que podemos pensar que se mantiene evolutivamente, aunque no corresponde con algo necesariamente evolutivamente estable. Esta característica es aquello que he intentado destacar como fundamental en todos los seres vivos, con distintas palabras: el YO, el SENTIR, la capacidad de tener sentimientos REALES. No es necesario que uno realmente sienta para que se comporte como si sintiese. Usando un ejemplo de Penrose (Penrose, Roger. The emperor's new mind. 1ª Ed. 1989. Oxford University Press. Existe traducción al castellano (por García Sanz, Javier): La nueva mente del emperador. 2ª Ed. 1991. Mondadori España. Pag. 39), de hecho no es necesario sentir dolor para retirar la mano del fuego (o para no dejar de respirar, etc.). El cuerpo humano, sin consultar a la mente consciente, y antes de llegar a sentir el dolor del fuego, ya se ha encargado de ejecutar un movimiento reflejo de retirada de la mano (o el movimiento de los músculos respiratorios). En estos ejemplos yo matizaría que tal vez el cuerpo (y mi "yo") sí llegue a sentir el dolor con la mano en el fuego, y por eso la retire, es decir, que tal vez el dolor comience antes de la retirada de la mano. En cualquier caso, no soy "YO" quien ha retirado la mano del fuego, mi "YO" no es consciente de haber decidido eso, en lo que respecta a esa acción me he comportado como un autómata, como un robot, como un ordenador. Si no es necesario ser consciente de lo que uno hace, para hacer las cosas correctamente, ¿por qué somos conscientes?
- "Ser feliz es una ordinariez" (?)
- "Salud, dinero, amor, y tiempo para gastarlos" (?)
- "¿El secreto de la felicidad? Buena salud y mala memoria" (?)
- "Es menester reír aún sin haber encontrado la felicidad, no sea que muramos sin haber reído nunca" (La Bruyere)
- "La verdadera felicidad no es la que carece de problemas, sino la que sabe cómo superarlos (?)
- "El dinero no hace la felicidad" (?)
- "El dinero no hace la felicidad. La compra ya hecha" (?)
- "Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo" (Sigmund Freud)
- "Sólo hay una forma de ser feliz. Serlo AHORA, en este mismo instante." (?)
La cooperación requiere de hombres felices, personas que aman la vida. Es preciso encontrar la forma de que salgan de su estado los zombis que dieron ya su vida por muerta y sólo viven por la pereza de no suicidarse, quizás con una vaga esperanza en que su situación cambie. [..] No hay posibilidad de descubrir un sistema que evite las guerras en nuestra sociedad mientras los hombres sean tán desgraciados que el exterminio mutuo les parezca menos horrendo que el soportar constantemente la luz del día. Erich Fromm, (p. 33)
La felicidad se tiene en cuenta sobre todo cuando se está bien lejos de ella. Curar una depresión, o simplemente recuperar la ilusión por la vida... son problemas complejos. Cada uno intenta resolver los suyos propios y tal vez intenta ayudar a resolverlos a las personas más cercanas. También hay profesionales o voluntarios de diversos tipos que intentan ayudar a otros en este sentido. Pero todos coinciden en observar grandes dificultades; no hay "recetas mágicas". Traducido a términos formales, tal vez podríamos hablar de la ausencia de algoritmo, o tal vez se trate simplemente de que interviene un número excesivo de variables.
Parece razonable aceptar que se trata de un problema que se nos escapa de las manos. Efectivamente, "El hombre razonable se adapta constantemente al mundo. El hombre no razonable persiste en querer adaptar el mundo a sí. Por consiguiente, todo progreso depende del hombre no razonable." (George Bernard Shaw).
Quiero y no quiero querer
a quien no queriendo quiero
y he querido sin querer
y sigo sin querer queriendo
Si por que te quiero
quieres que te quiera mucho más
te quiero más que me quieres
¿que más quieres, quieres más?
(?)
"Quien ama a Dios y no ama a los hombres, es un beato. Quien ama a los hombres, y no se ama a sí mismo, ingresará conmigo en Alcohólicos Anónimos" (no es anónimo, pero no lo recuerdo)
Tanto la cooperación como el altruismo han sido definidos en terminos "objetivos", relativos al beneficio obtenido. Para el ser humano consciente, cuyas necesidades son bien complejas, no basta con obtener el máximo beneficio. Existe una necesidad superior, en un plano distinto al del beneficio propio, originada por el deseo de "no separatidad". Es algo así como el deseo de no sentirse sólo en el universo, una forma de dar sentido a la vida y enfrentar la muerte. Supongamos que la muerte conlleva la desaparición del individuo -al menos, cuando uno se muere, se muere-. Quién sabe qué pasará después. ¿Cómo seguir obteniendo el máximo beneficio, cuando el "yo" desaparece? Sólo cabe una solución. Des-egotizarse. Se ha de extender el "yo", extenderlo en los hijos, en los familiares, en los amigos, en la humanidad entera, en todos los seres vivos o incluso en toda la materia del universo. No ser sólo un hombre; ser una célula. Ser parte de un ideal, transmitir lo fundamental de uno mismo en un libro, en un proyecto político o en una creación artística. La vida es como el tiempo y el dinero, pierde el sentido si no se tiene en qué gastarlo.
Estas alternativas parecen desesperadas y propias de un moribundo, pero la necesidad de "no separatidad" es constante a lo largo de la vida. Como describen Bertrand Russell y Erich Fromm, de todos los caminos posibles, el amor es aquel que ofrece la mejor respuesta. El amor es la única actitud ante la vida capaz de superar a la muerte.
"Hemos llegado a un período de la evolución que no es la etapa final. Debemos pasarlo rápidamente, porque, de lo contrario, la mayoría de nosotros perecerá en el camino, y los demás quedarán perdidos en un bosque de miedos y de dudas. [...] Para encontrar el buen camino fuera de esta desesperación, el hombre debe ensanchar su corazón, como ha ensanchado su cerebro." Erich Fromm, (p. 98)
Si esto fuera cierto, la sociedad actual edificada sobre el pilar de la propiedad privada (y no sólo referida a los bienes materiales) tal vez no sea más que un bache en el camino de la evolución humana hacia una sociedad que facilite el desarrollo del amor, entre sus individuos y entre todos los seres vivos.
De todas formas, el amor se propone como "la mejor solución" o incluso como "la solución por excelencia" al problema de la muerte. Pero la muerte no deja de ser un problema por ser aparentemente irresoluble. Al fin y al cabo, el amor tiene sentido, la muerte no.
Soles occidere et redire possunt;
nobis cum semel brevis lux occisus est
nox est perpetua et una dormienda.
(Catulo)
Los soles se ocultan, y pueden aparecer de nuevo
pero cuando nuestra efímera luz se esconde
la noche es para siempre,
y el sueño, eterno
(Catulo)
Otra cosa es que nuestro sueño no sea eterno. Y sí El estado despierto, más allá de la muerte del cuerpo.
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Fouts, Roger. Tukel Mills, Stephen. 1ª Ed. 1999. Next of Kin. What Chimpanzees Have Taught Me About Who We Are. Ed grupo zeta. Primos hermanos. Lo que me han enseñado los chimpancés acerca de la condición humana http://www.cwu.edu/~cwuchci/ http://www.cwu.edu/~cwuchci/rewiew.html Un libro fundamental, que tal vez resuelva el problema del origen de la inteligencia, mostrando las fatales consecuencias de nuestra ignorancia
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Herrán Gascón, Agustín de la. 1998. La conciencia humana. Hacia una educación transpersonal. Ed. San Pablo.
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Penrose, Roger. The emperor's new mind. 1ª Ed. 1989. Oxford University Press. Existe traducción al castellano (por García Sanz, Javier): La nueva mente del emperador. 2ª Ed. 1991. Mondadori España.
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Russell, Bertrand. 1ª Ed. 1978 15ª Ed. 1997. La conquista de la felicidad. Ed. Espasa Calpe. Madrid.
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Fromm, Erich. 12ª Reimpresion. 1991 El arte de amar. Ed. Paidos. Barcelona.
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Morgan, Marlo. 1996. Las voces del desierto (Muttant Message Down Under). Ediciones B.
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Jáuregui, José Antonio. 1990. El ordenador cerebral. Editorial Labor. Un punto de vista muy original acerca del ser humano, la inteligencia y el darwinismo.
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Redfield, James. 1997. Las nueve Revelaciones. Ediciones B, S.A. Se podría catalogar como "libro de la nueva era" (new age). Trata acerca de la evolución, muy en la línea de Teilhard de Chardin y la Gestalt, con sugerencias muy útiles para la vida de cada uno.
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Kropotkin, Pedro. 1970. El apoyo mutuo. Ediciones Madre Terra. Uno de los pocos que se atreve a criticar el darwinismo.
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Hoyle, Fred. 1983. El universo inteligente. Ed. Grijalbo. Una valiente crítica al darwinismo.
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Castrodeza, Carlos. 1997. La evolución sin Darwin: La biología ultramontana, en la revista "Revista de Libros", número 9 (septiembre de 1997). Ed. fundación Caja Madrid.
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Barnett, S.A. y Otros. 1962. Un siglo después de Darwin 1. La Evolución. Alianza Editorial.
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Dawkins, Richard. 1994. El gen egoísta. Salvat Ciencia.
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Taibo II, Paco Ignacio. 1997. Ernesto Guevara, también conocido como el Ché (Biografía). Ed. Planeta, pp 669-670.
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