ISSN: 1579-0223
 
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Atracción y seducción en la adolescencia
Influencia del atractivo físico en el desarrollo de la autoestima

Javier González García
Dpto. Ciencias de la Educación - Universidad de Burgos
 
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Este proyecto de investigación ha sido diseñado con el objetivo de conocer cual es la influencia que el atractivo físico tiene en el desarrollo de la autoestima y en el aprendizaje de la conducta de seducción. Para ello se pasará una bateía de escalas y un cuestionario semiestructurado a una muestra de adolescentes de Salamanca, pertenecientes a entidades juveniles, con la idea de encontrar que la autoestima está influeciada por la valoración sbjetiva del atractivo físico en el aprendizaje de la conducta de seducción. Otros resultados que esperamos son los siguientes: La valoración subjetiva del propio atractivo, el mejor predictor de la frecuencia e intensidad de la conducta de atracción sexual en la adolescencia; Los mejores predictores de la autoestima son la valoración subjetiva del atractivo facial y el grado de evitación social debida a la preocupación por la apariencia; La promoción y desarrollo de Asertividad contribuye a elevar el nivel de autoestima y la posterior conducta de afrontamiento de un mayor número de situaciones relacionales; Existen diferencias entre los diferentes sexos (varón y mujer) en cuanto a la valoración subjetiva que se hace del atractivo físico en el aprendizaje de la conducta de seducción; Se preveen cambios en función de la edad, principalmente en la importancia dada a la valoración del atractivo físico.


Pretendemos conocer cuál es la influencia tiene el atractivo físico en el desarrollo de la autoestima y en el aprendizaje de la conducta de seducción.

Los factores que inciden en la elaboración de la imagen corporal se pueden categorizar en tres niveles:

- Nivel social: los medios de comunicación social. Estos juegan un papel preponderante, lanzando e imponiendo de forma continua un ideal estético, a través de la utilización de personajes y modelos que responden a las expectativas de un canon de belleza corporal determinado (Brow, Childers y Waxzak, 1990; Lemonchek y cols. 1994; Shaw, 1995; Martín y Gentry, 1997; Wade y Abetz, 1997; Kalondner, 1997).

- Nivel interpersonal: Las habilidades de expresión y el control emocional. La sensibilidad a los elogios o críticas que los demás dispensan sobre su cuerpo es tal, que la actitud que muestran las personas significativas del entorno determina directamente la imagen corporal de los adolescentes (Wojciszke, 1994; Burleson, 1994).

- Nivel individual: La autoestima. La valoración que se hace del propio atractivo físico influye de gran manera en como un adolescente mantiene sus primeras interacciones (Thornton y Ryckman, 1991; Page, 1992; Martín y Gentry, 1997; Wade y Abetz, 1997), y la implicación en las relaciones sexuales (Alonge, 1991; Moore y cols. 1994; Burlenson, 1994; Wiederman y Hurts, 1998).

A su vez, del grado de autoestima, dependerá el grado de evitación social, es decir, la insatisfacción con el propio cuerpo influirá en las relaciones que se produzcan con el grupo de iguales y en la búsqueda de pareja. La valoración del atractivo facial y el grado de evitación social debida a la imagen, han sido considerados como los mejores predictores de la autoestima sexual. Con poca relación, en cambio con la apariencia física, el tamaño, la forma y la insatisfacción corporal. (Wiederman y Hurst, 1998).

Cuando se da una discrepancia entre lo que los jóvenes sienten sobre su propio cuerpo, su atractivo físico, es decir sobre lo perceptual de su cuerpo, y las actitudes que se tiene, afectos y pensamientos, influye en tener una baja autoestima y por tanto una imagen negativa de sí mismos.

Esta discrepancia es estudiada por la teoría de la comparación social, estudiando las implicaciones de la moda sobre los jóvenes, siendo la inconsistencia entre los modelos presentados por la publicidad y por los educadores el máximo desajustador. En función del motivo de comparación afectará o no a la autoestima y a la autoimagen. (Martin y Gentry, 1992).

Los sentimientos de no atractivo aumentan la necesidad de autoestima, iniciándose una búsqueda mayor de refuerzo externo. (Page, 1992). La literatura sugiere programas de intervención que recojan un desarrollo paralelo de otros recursos, características que compensen la baja autoestima corporal con otros aspectos, además de hacer disminuir la obsesión por la imagen y el grado de evitación social asociada.

Los adolescentes son muy sensibles a los defectos físicos y a las situaciones humillantes, la comparación con personas poco atrayentes puede fomentar un alto grado de sentimiento de inferioridad. (Wiederman y Hurst, 1998; Page, 1992)

En las primeras relaciones o interacciones sexuales (lo que los ingleses han llamado “dating”), el atractivo físico juega un papel muy importante para nuestros adolescentes. Dentro de las habilidades que los adolescentes utilizan para acercarse a los/as chicos/as de cara a comenzar a tener relaciones (lo que se ha venido a llamar “ligar”), los chicos suelen dar mucha importancia al atractivo físico ( Muehenhard y cols. 1981; Reis, Neslek y Wheeler, 1982). Entre otras características las que en el primer contacto, ante un intento de relación, el aspecto físico agradable, el ser extrovertido e independiente, son las características más valoradas entre los adolescentes.

Nuestro objetivo general por tanto será el de analizar la influencia de la autoestima corporal en el aprendizaje de los modelos sociales de atracción. Especificándolo más concretamente en:

  • Valoración de los predictores más importantes de la autoestima corporal.
  • Definición operativa de la conducta de atracción sexual en la adolescencia.
  • Observación en contextos controlados.

    Las variables, tanto de criterio como predictoras, van a ser las siguientes:

    Definimos la autoestima corporal como la representación, valoración y grado de satisfacción produce la figura corporal en cuanto posible objeto de exposición de atracción sexual. 1) Representación de sí mismo: ¿qué digo de mí, acerca de mi imagen corporal? 2) Valoración en términos de comparación o medida. Criterios que acabamos haciendo nuestros en diferentes interacciones, en el ámbito social los medios de comunicación con la T.V a la cabeza, en el ámbito interpersonal las relaciones familiares y especialmente con el grupo de pares. 3) Carga afectiva o significado emocional, producto de los dos anteriores, medido en forma de grado de satisfacción/ insatisfacción

    Otra variable criterio que tendremos en cuenta es el atractivo físico, definido como la percepción que se hace del cuerpo en relación a su cara, la apariencia general del cuerpo y de diferentes partes del cuerpo como son pecho, cintura, ojos, boca, mano, pelos, etc.

    Una tercera variable a tener en cuenta es la ansiedad y la evitación social definida como “repetidos castigos por no aceptarse, conjunto de conductas inducidas”, motivación negativa en la búsqueda de contactos sociales. La sensibilidad a los elogios y críticas que los demás dispensan sobre su atractivo físico, determinando la imagen corporal. (Wogciszke, 1994 y Burleson, 1994). La valoración interpersonal de las experiencias de atracción/ seducción, siendo el núcleo fundamental el feedback de los iguales más significativos, correlacionan significativamente con el grado de insatisfacción corporal y de evitación social provocada por ella.

    Otra variable que detallamos, es la asertividad sexual, definida como grado de comunicación eficiente, afirmación constructiva de la propia personalidad, basadas en un reconocimiento y expresión adecuados de todo estado afectivo. Nacida de una autoaceptación que respeta el intercambio emocional con el otro.

    Y por último tendremos en cuenta como variables a la edad: Las edades de la muestra variarán (12-18 años). Dividas en tres segmentos de edad: de 12 – 13 años, 14 – 15 años y 16 a 18 años. Y el sexo (división entre varones y mujeres por su sexo biológico).

    Nuestras hipótesis surgen como resultado de investigaciones anteriores, nacidas de una revisión bibliográfica, a la vez que son Inducidas, es decir partimos de supuestas relaciones entre variables. La hipótesis principal a confirmar la definimos de la siguiente manera: “La autoestima está influencia por la valoración subjetiva que se hace del propio atractivo físico en el aprendizaje de la conducta de seducción”. Y a su vez pretendemos confirmar las siguientes hipótesis secundarias: La valoración subjetiva del propio atractivo, el mejor predictor de la frecuencia e intensidad de la conducta de atracción sexual en la adolescencia; los mejores predictores de la autoestima son la valoración subjetiva del atractivo facial y el grado de evitación social debida a la preocupación por la apariencia; la promoción y desarrollo de Asertividad contribuye a elevar el nivel de autoestima y la posterior conducta de afrontamiento de un mayor número de situaciones relacionales; existen diferencias entre los diferentes sexos (varón y mujer) en cuanto a la valoración subjetiva que se hace del atractivo físico en el aprendizaje de la conducta de seducción; y se preveen cambios en función de la edad, principalmente en la importancia dada a la valoración del atractivo físico.

    A partir de este momento daremos una pautas de cómo se pretende realizar nuestra investigación:

    Nuestra muestra estará formada por adolescentes de ambos sexos, con un intervalo de edad (12-18 años). Pertenecientes a diferentes asociaciones juveniles, hemos tomado como referencia la Guía de Asociaciones Juveniles que el Consejo de la Juventud Provincial de Salamanca ha realizado hace poco tiempo, ya que es la guía más actualizad. Se han tomado un total de 29 entidades juveniles, aquellas que en la edad de sus socios cuenta con chicos y chicas del intervalo de edad que hemos escogido. Además esperamos una amplia representatividad, a nivel de estatus socioeconómico y cultural. Nuestra muestra es más heterogénea que la dada en la educación formal de centros de secundaria.

    El número total de adolescentes que tendría la población que hemos elegido (29 entidades juveniles de Salamanca) es de, aproximadamente, 2.400. Nuestra muestra tendría un total de 220 chicos, elegidos al azar, a través de un muestreo simple entre las entidades juveniles. Realizaremos dos grandes grupos, unos de chicos (n = 160) y otro de chicas (n = 160). A su vez dividiremos estos dos grupos en otros tres intervalos abiertos dependiendo de la edad: grupo de 12 a 14 años, grupo de 14 a 16 años y grupo de 16 a 18 años.

    Las escalas que vamos a utilizar para poder medir las variables anteriormente descritas son las siguientes:

    Para la autoestima corporal se realizarán una evaluación cualitativa a través de un cuestionario temático abierto, donde se valoren los posibles indicadores y fuentes de elaboración de la autoestima corporal y una evalución cuantitativa, donde se aplicarán las siguientes escalas: - Body Esteem Scale (BES) de Cecil y Stanley, 1997. Evaluación de las sensaciones de autoestima y condición física

    A contrastar con otras variables que son medidas por: - Objectified Body Conscious-ness (OBC) de McKinley y Hyde (1996) con tres subescalas que miden: a) Visión corporal como observador externo b) Sentimiento de culpa c) Creencias de control sobre la apariencia. - Social Physique Anxiety Scale (SPAS) de Joereskog y cols (1989) y Eklund y cols. (1996), que evalua el grado de ansiedad debida a la imagen corporal y autoestima.

    El atractivo físico se medirá a través del The visual process method de Hassebrauck (1998) en el que se presentan al sujeto una serie de caras y partes del cuerpo de personas en una pantalla de ordenador y este ha de evaluar cuales son para el/ella más atractivo y que partes son las más atractivas.

    La ansiedad y evitación social por medio de Social Physique Anxiety Scale (SPAS) de Joereskog y cols (1989) y Eklund y cols. (1996), que define evitación social como el grado de ansiedad mientras otros observan y evalúan mi físico. Evaluación de la ansiedad en la conducta de autopresentación debida a la imagen corporal. Ansiedad corporal medida estableciendo relación entre la preocupación por el propio cuerpo, la masa corporal y la autoestima corporal.

    La asertividad social se medidará con Scale for interpersonal behaviour (SIB), donde el estilo asertivo y posibilidad de atracción en una respuesta asertiva específica, que discurre en un continuo entre dos polos evitación-afrontamiento (actuación).

    Estamos planteando un estudio que se puede clasificar como cuasiexperimental, trabajamos con variable predictoras, por tanto no podremos establecer relaciones de causa – efecto, tan solo hablar de tendencias.

    Nuestro estudio lo podemos denominar como un estudio con dos variables criterio y cuatro variables predictoras (Multivariado 2 X 2 X 3 X 2 Univariado).

    Pretendemos sean los propios monitores y responsables de las entidades juveniles que forman la muestra los que observen la conducta y apliquen las pruebas, con lo que pueda contrastarse información de distinta naturaleza. Es lo que hemos llamado Observadores participantes adiestrados. Además de esperar un mayor alcance de respuesta dada a personas dentro del entorno de la muestra, que a otros que vienen de fuera. Para ello será necesario adiestrar a estas personas en el conocimiento del como funcionan las pruebas y que es lo que realmente pretendemos investigar para que recojan solo la información que se pide. Con ello creemos tener controlado el hecho de sentirse medido por parte de una persona que no le es conocida y en un contexto de laboratorio.

    Una vez recogido los datos realizaremos el análisis de los resultados obtenidos, pera ello nos basaremos en dos tipos de análisis:

    q Cuantitativo: Se realizarán los análisis y pruebas estadísticas que requieran nuestra estudio, un análisis de varianza. q Cualitativo: Utilizando la metodología cualitativa realizaremos un análisis de los cuestionarios abiertos que han rellenados los observadores participantes adiestrados, categorizando las respuestas y analizándolas, a la vez que contrastándolas con ellos/as mismos.

    Finalmente se hará una exhaustiva revisión de las pruebas estadísticas y extracción de la conclusión de resultados, confirmando o no nuestras hipótesis.

    REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

    ALONGE, M. (1991) Determinants of sexual behaviour among in-school adolescents: Implications for counselling. En Nigerian-Journal-of-Guidance-and-Counselling. Jul; Vol 4(1-2): 79-86 BROWN, J.; CHILDETS, K., y WASZAK, C. (1990). Televisión and adolescent sexuality. En Jorunal of Adolesecent Health Care. Jan. Val. 11(1); 62 – 70

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