Stephen Hawking, el físico matemático afectado por el mal de Lou Gehrig que le ha dejado parapléjico y que nos ha encandilado con su libro "Historia del Tiempo", ha vuelto a vuelvo a expresar sus ideas sobre la posibilidad de una Teoría del Todo, en la conferencia anual "Cuerdas 99" celebrada en el Instituto Max Planck, en Postdam. En los años 80 Hawking apostó que en un período inferior a los 20 años la física conseguiría unificar la Teoría de la Relatividad General, que da una explicación a la interacción gravitatoria, con las teorías unificadas, dominadas por la postura de la mecánica cuántica, que logran un modelo para explicar las fuerzas nucleares y la electromagnética. El abismo entre estas teorías es principalmente conceptual: ¿cómo fundir ideas relativas a la relación entre puntos y el espacio-tiempo con otras que rechazan la existencia física de puntos frente a "posibles zonas"?
La teoría de cuerdas, en su estado actual, las supercuerdas, parece encontrar una forma de asimilar todas las interacciones en un único modelo. Pese a haber evolucionado mucho en estos últimos años, según Hawking, "no estamos mucho más cerca de la meta". Pese a todo, sigue convencido de que llegar a tal cima es posible, aunque contempla otras opciones: "Es posible que no haya teoría alguna que pueda ser aplicada en distintas situaciones, así como no hay mapa alguno que abarque el mundo entero".
El Instituto Max Planck se encuentra en las proximidades de una residencia de verano de Albert Einstein, que pasó los últimos años de su vida buscando esta ansiada unificación. Éste abandonó la residencia en 1932, y salió de Alemania al año siguiente ante el crecimiento del movimiento nazi.
¿Cuál es la utilidad de una teoría de semejante envergadura? "No comprendemos el origen del universo ni por qué nos hallamos aquí. Una teoría unificada completa podría no rendir muchos beneficios materiales, pero aclararía ese milenario interrogante" - concluyó Stephen Hawking.