ISSN: 1579-0223
 
Sentience Research
REDcientífica
· Misión de REDcientífica
· Contacto
· Condiciones de publicación
· Consultar todos los documentos
· Consultar todos los autores
· Acceso usuarios registrados
· English version


PORTADAS
40  41  42  43  44  45  46  47  48  49  50  51  52  53 

BOLETINES
40  41  42  43  44  45  46  47  48  49  50  51  52  53 

TEMAS



ENLACES

La clonación como consecuencia evolutiva

Héctor Nebot García
 
ImprimirEnviar


La clonación es un tema que genera una serie de cuestionamientos tanto éticos y filosóficos como médicos. En torno a la discusión de la clonación humana para fines reproductivos han surgido una ingente cantidad de opiniones encontradas. Dentro de este grupo de criterios opuestos existen tres grandes bloques: por un lado, la comunidad científica, que en su mayoría está a favor de esta técnica con el convencimiento de que una prohibición en dicha línea de investigación implicaría una evidente trasgresión en contra del avance científico y lo que se supone que éste persigue: el bienestar de la humanidad; por otro lado aparece un grupo bastante numeroso de filósofos, académicos, algunos científicos y parte importante de la población mundial que se opone de manera radical a la utilización de dichas técnicas por considerar que arremeten contra la naturaleza y su modo consustancial de crear y organizar los procesos y fenómenos. Finalmente, como tercer gran grupo encontramos al bloque religioso, que considera las técnicas de clonación como prácticas inmorales, atentatorias en contra de la dignidad humana, humillantes y pecaminosas.

Aún cuando la clonación de especies animales se viene experimentando hace ya algunas décadas, es ahora cuando la técnica empieza a darse a conocer de manera extensiva por diversos medios. Tal es el caso de "Clonaid", que se anuncia como la primera compañía para la clonación de seres humanos. Fundada por Raël, líder de una secta denominada Movimiento Raeliano y que asegura haber traído a la vida a algunos seres humanos utilizando la técnica de clonación por transferencia nuclear. Clonaid ofrece a las parejas estériles y mujeres solteras la posibilidad de escoger la apariencia de su deseado hijo, poniendo a su disposición, para tal efecto, un catálogo de las mujeres donantes de los óvulos, que, aseguran, poseen congelados para su fertilización [ Nota 1 ].

En relación con los seres humanos que asegura Clonaid haber creado, los Raelianos se han negado a llevar a cabo las pruebas de ADN correspondientes para respaldar la veracidad de sus afirmaciones, por lo que tales experimentos carecen de la credibilidad de la comunidad científica internacional. Aún así, tales sucesos han germinado la semilla de la posibilidad real y se ha desatado la justificada curiosidad en la opinión pública.

El debate científico alrededor de la clonación humana reproductiva gravita, básicamente, sobre el derecho de las personas o parejas infértiles para reproducirse, contra el derecho de los recién nacidos a no ser expuestos a un riesgo excesivo de desarrollar anormalidades. En estos momentos existe muy poca evidencia empírica que nos permita establecer cuales pueden ser los riesgos y si la técnica resulta intrínsecamente segura o insegura.

Resulta clarísimo que toda la sociedad debe de formar parte activa del proceso científico y no ser meros espectadores de lo que está ocurriendo, siendo conscientes de que cada paso que se dé, y más en un tema tan delicado como este, debe ser meditado a profundidad.


MITOSIS Y MEIOSIS

MITOSIS

Las células son estructuras dinámicas que se encuentran en constante movimiento. El método que han utilizado durante cientos de millones de años para reproducirse consiste en duplicar su contenido para luego dividirse en dos, por lo que podemos asegurar que el ciclo de división celular es el medio fundamental por medio del cual se desarrollan y mantienen todos los seres vivos que hasta el día de hoy conocemos.

En especies unicelulares como las bacterias, cada división de la célula produce un nuevo organismo. En especies pluricelulares se requieren muchas secuencias de divisiones celulares para crear un nuevo individuo. La división celular también es necesaria en el cuerpo adulto para reemplazar las células envejecidas, las que se extinguen a causa de la recientemente descubierta muerte celular programada (Apoptosis), así como para reparar tejidos dañados. Un humano adulto debe producir muchos millones de nuevas células cada segundo simplemente para mantenerse vivo. Si la división celular se detuviese por cualquier motivo, el organismo moriría [ Nota 2 ].

Hablar de mitosis es hablar de las células somáticas, entendidas éstas como aquellas que forman parte de un organismo eucariótico que no van a convertirse en células sexuales. En la especie humana, cada una de estas células contiene veintitrés pares de cromosomas, cada par proveniente de un progenitor, por lo que se denominan diploides ("conjunto doble") Una célula mitótica se divide y forma dos células hijas, cada una de las cuales contiene un juego de cromosomas idéntico al de la célula original. Después cada una de las células hijas vuelve a dividirse de nuevo, continuando el incesante y maravilloso proceso vital.

Este proceso es, en sí mismo, el que mantiene la vida y el equilibrio de todos los seres vivientes de este planeta. Sucede mientras dormimos, comemos, trabajamos y amamos y no podemos detenerlo voluntariamente. Por este motivo estamos obligados, cada uno de nosotros, a conocerlo para realmente apreciarnos como entes vivos, en constante regeneración.

MEIOSIS

Para comprender la meiosis debemos examinar los cromosomas. Cada organismo tiene un número de cromosomas característico de su especie particular. Un mosquito posee, por ejemplo, seis cromosomas en cada célula somática; el ciruelo, cuarenta y ocho; el gato, treinta y ocho y, como ya vimos, el ser humano, cuarenta y seis. Sin embargo en cada una de estas especies las células sexuales o gametos, tienen exactamente la mitad del número de cromosomas que caracteriza a las células somáticas del organismo. El número de cromosomas de los gametos se conoce como haploide ("conjunto simple") [ Nota 3 ].

Los organismos que nos reproducimos de forma sexual nos constituimos a partir de la unión de dos células sexuales. Cuando en la fecundación se unen dos gametos, la célula resultante, llamada cigoto, contendrá la dotación completa de cromosomas, es decir, cuarenta y seis; la mitad de éstos proceden de un progenitor y la otra mitad del otro. Estos cromosomas que se emparejan durante la meiosis, poseen esencialmente la misma morfología y contienen genes que controlan las mismas características, por tal motivo se les denomina cromosomas homólogos.

En las primeras fases de división de las células germinales existe una combinación, un "dar y tomar" en uno o más puntos a lo largo de los cromosomas. Durante la "fabricación" de un espermatozoide o de un óvulo, pedazos de cada cromosoma paterno se desprenden físicamente e intercambian posiciones con trocitos exactamente correspondientes de cromosomas maternos lo que da como resultado un intercambio equitativo de material genético entre los cromosomas parentales. Este intercambio de información genética se conoce como entrecruzamiento. El número de condiciones necesarias para que dos individuos puedan llegar a ser exactamente iguales es astronómico, constituyendo, por supuesto, una excepción la de los gemelos mellizos que por proceder de un mismo huevo fertilizado poseen una misma compilación elegida de genes. Se sabe matemáticamente que el número de combinaciones entre los veintitrés cromosomas del padre y los veintitrés de la madre es superior a los ocho millones. La probabilidad de que dos de los niños del mismo padre y madre tengan el mismo conjunto de cromosomas, es de uno en siete billones.

Cualquier número de entrecruzamientos puede ocurrir pero debe de existir al menos uno en cada par. Esta recombinación sucede de manera aleatoria en las regiones que reconocen homología, aún cuando se ha observado que en algunas partes del ADN ocurre con frecuencia y en otras raramente. Cada célula sexual puede contener una de más de ocho millones de posibles combinaciones. Después del entrecruzamiento, cada célula sexual recibe sus veintitrés cromosomas individuales.

Dada la complejidad del proceso, en ocasiones pueden ocurrir errores que pueden derivar en una malformación genética o, incluso, en el no nacimiento del individuo. En la especie humana, entre un 60% y un 70% de concepciones terminan en un aborto espontáneo. Como en la mitosis, un error en la copia de un gen puede ocurrir, la diferencia es que si éste se da en una célula sexual, el error puede ser transmitido a las futuras generaciones. Una mutación en la línea germinal puede ser perjudicial, benéfica o simplemente no manifestar efecto alguno, como ocurre en la mayoría de los casos (mutaciones neutras).

El sexo es una manera complicada de reproducción. ¿Qué beneficio tiene la reproducción sexual si la comparamos con el tipo de reproducción asexual utilizado por muchos organismos vivos y que consiste en el "simple" proceso de división celular? El proceso de la meiosis y la manera en la que ésta opera es una de las claves de la evolución de las especies que se reproducen sexualmente ya que aumenta enormemente la variabilidad. Ello hace posible que siempre existan algunos individuos capaces de adaptarse a casi cualquier cambio, por drástico que sea. Cada vez que dos gametos se unen para crear un nuevo ser es una oportunidad más para el desarrollo, la adaptación y la transformación positiva de las especies, así como también para el error.


CLONACIÓN

Clonar significa obtener uno o varios individuos a partir de una célula somática o de un núcleo de otro individuo, de modo que los individuos clonados son genéticamente idénticos o casi idénticos al original.

En los seres humanos, como ya vimos, la mitad de los genes provienen de la madre y la otra mitad del padre. La unión del espermatozoide con el óvulo suele tener lugar en una de las trompas de Falopio. Después de la fecundación, los pronúcleos femenino y masculino forman el único núcleo del cigoto. Un óvulo fecundado tiene aproximadamente el tamaño del punto que hay al final de esta frase. En virtud del Ciclo Celular, una célula se convierte en dos, dos se convierten en cuatro, cuatro en ocho y así sucesivamente. Hacia el décimo día, el óvulo fecundado parece una esfera hueca que se dirige hacia el útero donde finalmente, con suerte, se implantará.

Como se puede apreciar claramente del argumento anterior, todas las células que forman parte de un organismo han sido originadas a partir de una única célula: el óvulo fecundado. Esta célula, tanto en esta etapa como en los estadios inmediatos posteriores, decimos, no se encuentra especializada o diferenciada. Durante las primeras etapas de desarrollo embrionario, las células se dividen muchas veces y gradualmente se van especializando para formar los diferentes tejidos que integrarán el organismo. Este proceso de especialización es conocido como diferenciación celular. Aún cuando todas las células de los organismos multicelulares contienen la misma información genética, las células que forman parte del sistema inmunológico, por ejemplo, tienen un aspecto muy diferente a las células nerviosas o a las que forman parte del hígado.

Entrando de lleno al tema, los primeros que utilizaron con éxito la técnica de transferencia nuclear y electroporación para crear organismos clónicos fue el equipo de investigación del Dr. Ian Wilmut del Instituto Roslin de Edimburgo, quienes en febrero de 1997 anunciaron la llegada de Dolly, una oveja que posee exactamente el mismo código genético que la portadora original del genoma [ Nota 4 ].De manera muy simplificada, la técnica de clonación por transferencia nuclear consiste en lo siguiente:

El primer paso para clonar a un sujeto será seleccionarlo. Una vez que tenemos a nuestro individuo, se obtienen de él un número determinado de células somáticas -y por lo tanto diferenciadas- que pueden provenir de cualquier tejido, y se colocan en un medio controlado artificialmente. Este procedimiento asegura la supervivencia de las células adultas, las cuales continuarán dividiéndose como si en su estado natural se encontrasen pero, después de unos siete días, las células dejan de dividirse y entran en estado de reposo o quiescencia. De alguna manera, cuando esto sucede, las células pierden su diferenciación y retornan a su estado de totipotencia, es decir, que son capaces de transformarse en cualquiera de los tejidos de un organismo.

De una de estas células somáticas en reposo, se retira el núcleo que posee sus cuarenta y seis cromosomas y se implanta en un óvulo al que le ha sido previamente retirado el núcleo. Al no poseer núcleo, el óvulo carece de material genético, quedando en él tan sólo el ADN contenido en las mitocondrias, unas estructuras que se encuentran en el citoplasma de la célula y que son las encargadas de proveerla de energía pero que no inciden de manera determinante en la dotación genética del individuo. El óvulo enucleado es, pues, utilizado únicamente como el "vehículo", el medio en el que se desarrollará el próximo embrión.

Hecho esto, la célula comienza dividirse de manera natural en un medio controlado. Después de un número determinado de divisiones, el embrión clonado se implanta en una "madre de alquiler", la cual dotará de todo lo necesario al embrión para su desarrollo fetal hasta el momento de su nacimiento.

Antes de la creación de Dolly, los científicos pensaban que la diferenciación celular en mamíferos era irreversible, es decir, que no era posible inducir a la célula adulta a "reprogramarse" y a partir de ésta, producir nuevas células no diferenciadas. Wilmut y su equipo demostraron que no era así.

A lo largo del ciclo celular, las células son estimuladas por unas moléculas llamadas factores de crecimiento. En la ausencia de estos factores de crecimiento en una semana, mantenida en un medio artificial controlado, es posible inducir a la célula a entrar en estado de reposo. El equipo del Dr. Wilmut tuvo éxito dado que utilizó una célula inducida al reposo mediante este método antes de fusionarla con el óvulo enucleado. De alguna manera, esto provocó que el núcleo fuese "reprogramado", lo cual resultó ser una gran sorpresa ya que esto se pensaba imposible, tan imposible como nos parecían tantas cosas hace apenas algunos años y que al día de hoy se muestran tan evidentes por su cotidianidad que nos cuesta trabajo creer que en algún momento hayan revestido el aspecto de irrealizables. Parece que para la ciencia no hay imposibles, ni límites.


CLONACIÓN ¿SELECCIÓN NATURAL?

Todos los organismos nos adaptamos a nuestro entorno para sobrevivir. Hay algunos que, además, modificamos nuestro medio, lo ajustamos para que esa adaptación sea menos dolorosa, no deteniéndonos a pensar que las modificaciones realizadas pueden resultar mortalmente agresivas para la adaptación de otras especies y, paradójicamente, para la nuestra. Finalmente resulta que debemos de adaptarnos a nuestras adaptaciones.

Charles Darwin (1809-1882), uno de los científicos más contundentes del siglo XIX y uno de los más discutidos, durante su viaje de casi seis años por la costa de Sudamérica y el océano pacífico, reunió una enorme cantidad de observaciones que le llevaron a postular su conocidísima (que no por eso bien entendida) teoría sobre la evolución de las especies, según la cual los organismos se adaptan a su ambiente por el proceso de la selección natural.

De manera muy básica, los puntos elementales de esta teoría son los siguientes [ Nota 5 ]:

  1. La variación es una característica de prácticamente todos los grupos de animales y plantas. Los individuos y las poblaciones no se mantienen estacionarios, constantemente varían en sus características tanto estructurales como biológicas como consecuencia de la constante adaptación a un entorno dinámico.
  2. Todo grupo de organismos produce un exceso de descendientes. En condiciones naturales, casi todas las poblaciones mantienen una densidad relativamente constante a lo largo del tiempo, lo que quiere decir que cada progenitor deja, en promedio, un solo descendiente. En consecuencia, la mayoría de los descendientes engendrados en una población morirán antes de reproducirse. Por lo tanto, en todos los grupos de organismos hay una superabundancia de crías.
  3. Sólo sobrevivirán los más eficaces. La piedra angular de la teoría de Darwin. "Las variaciones, por pequeñas que sean y cualquiera que sea la causa de la que procedan, tienden a preservar a los individuos de una especie y se transmiten ordinariamente a su descendencia, dado que son útiles a estos individuos en sus relaciones infinitamente complejas con los demás seres orgánicos y con las condiciones físicas de la vida. Los descendientes tendrán, a su vez, en virtud de este hecho, una mayor posibilidad de persistir (...) La supervivencia del más apto." Al contrario de las variaciones positivas, aquellas que resulten nocivas para el organismo, por ínfimo que el daño pudiese resultar, desaparecerán, dado que si se mantuviesen y se transmitiesen colocarían a la especie en un estado de desventaja tal, que provocaría, indefectiblemente, su desaparición. Las variaciones que no son útiles ni nocivas no están afectadas por la selección natural y permanecen como meros elementos variables.

La importancia de la selección natural radica en los efectos acumulativos que suceden in extenso de múltiples generaciones. Si a lo largo del tiempo surgen mutaciones ventajosas o el ambiente cambia, las características de una población deben igualmente cambiar a través del proceso de selección natural. El apareamiento no aleatorio, la deriva genética y la migración desempeñan también un papel importante de la diferenciación de las poblaciones. Predecir el curso exacto de la evolución es casi imposible, dada la enorme cantidad de factores que en ella intervienen.

Este hecho es fácilmente observable en los animales criados en granjas. Normalmente se eligen a los más fuertes y mejores para la procreación, esto es, por ejemplo, las vacas que produzcan leche de mejor calidad o las ovejas que den mejor lana. De esta manera se asegura una descendencia con esas mismas "deseables" características. En este caso, al practicarse el apareamiento controlado, nunca aleatorio, los resultados se observan de manera muy rápida, incluso de una generación a la siguiente. Un problema que surge en este tipo de cruzamientos controlados es derivado de la endogamia: cuando solo se cruzan individuos de un mismo grupo continuamente disminuye notablemente la variabilidad genética, lo que provoca que aparezcan caracteres recesivos causantes de mutaciones y problemas a nivel estructural en el ADN de la población. Este tipo de "selección artificial", como el mismo Darwin la llama, es utilizada desde tiempos inmemoriales por el hombre con fines económicos y utilitaristas, y por lo tanto de dudoso beneficio para la especie manipulada.

Hasta aquí el tema se la reproducción sexual. Pero, ¿qué sucede cuando un organismo que naturalmente utiliza el sexo como método de reproducción comienza a reproducirse de manera asexual?

Al utilizar la clonación como método "reproductivo" de la especie humana o de cualquier otra que, de manera natural, se reproduzca sexualmente, el proceso evolutivo de la especie se detiene: en la mera duplicación no hay cambio, adaptación, evolución. El mecanismo preferido por la naturaleza basado en miles de millones de años de experimentos prueba-error se detiene abruptamente por el egoísta deseo de perpetuación del ser humano, por el miedo de la desaparición, a la muerte.

La transmisión de los factores adaptativos a los descendientes se da por medio de la herencia. Las experiencias de los ascendientes que nos precedieron a cada uno de nosotros se han ido acumulando en nuestros genes. Pero además del enriquecimiento que entraña esta manera de transmisión de información, el contenido de la misma puede variar de múltiples maneras: puede darse el caso de que exista una mutación, o pueden existir también cambios en el material genético que impliquen segmentaciones cromosómicas grandes o cambios en el número de cromosomas. Sin la posibilidad de que los genes presenten formas alternativas, la diversidad biológica existente hoy en día no se habría desarrollado. En la clonación reproductiva por transferencia nuclear, el proceso meiótico es simplemente eliminado. No existe intercambio genético alguno. A nivel genético, el clon es una copia al carbón de otro ser humano. No tendrá padre ni madre, será un producto del avance tecnológico, un trofeo más de la ciencia. El resultado será un ser que, no metafóricamente, pertenecerá a una generación anterior. ¿Podríamos decir que las parejas infértiles tendrán hijos mediante el método de clonación? ¿Quién será el padre o madre de este hijo? ¿La mujer que lo gestará y de quien no posee nada? ¿El hombre que es idéntico genéticamente a él? ¿O bien la mujer que, además de donar su material genético lo gestará?

Cuando se clonen seres humanos, entonces, se hará con células y núcleos sanos y viables para ser clonados según la opinión de los expertos, reduciéndose así la posibilidad de fracasar, evitando al máximo la posibilidad de alguna mutación espontánea "indeseable" que pueda afectar negativamente la calidad del producto. ¿Y si la mutación era deseable, favorable a la especie? ¿Cómo se puede asegurar lo contrario? ¿Se comenzará a mejorar el imperfecto genoma humano? No existe genotipo perfecto, pues la perfección genética humana está distribuida en toda la especie y consiste, justamente, en la rica variación genética de los individuos. Los seres humanos son todos genéticamente diferentes, puesto que la evolución se basa justamente en la diversidad, y el reservorio de diversidad posibilita la evolución.

En el vasto campo de las opiniones acerca de la clonación, podemos encontrar argumentos a favor de la clonación reproductiva basados en el hecho de que esta técnica permitiría recuperar especies extinguidas tanto por la presión ejercida por la selección natural como por la acción del hombre. La clonación de animales extinguidos o en peligro de extinción podría permitir la reaparición de especies desaparecidas como el mamut o el rinoceronte lanudo siberiano, de los que se conservan tejidos secos o congelados, e incluso existe la posibilidad de la creación de especies hasta ahora desconocidas, todo ello con un único fin demostrativo o de exhibición pública con ninguna probabilidad de éxito en el medio natural. Resultaría imposible recuperar con un animal toda una población -que de hecho sería una población compuesta del mismo individuo, el mismo animal, genéticamente hablando- Las especies se colocan en peligro de extinguirse cuando su variabilidad genética disminuye.

Seamos realistas, los pocos animales que se lograran clonar no pasarían de ser atractivas piezas de zoológico para el deleite de nosotros, la raza superior, controladora, egoísta.

Otro problema fundamental que resulta evidente surge del hecho ineluctable de que los métodos de reproducción asistida, si es que dentro de este rubro se puede incluir la clonación de seres humanos, no se encuentran al alcance de los ciudadanos; el individuo común y corriente, que percibe un salario limitado, no puede acceder a estos métodos simplemente por el alto costo de los mismos. En tal virtud, sólo serán clonados aquellos individuos que, económicamente, sean considerados viables para ello. Triste pero real.

El que podamos leer y comprender estas líneas es el resultado de un proceso de adaptación de una especie que se separó de las demás de manera hasta ahora desconocida. El hecho de que el ser humano perdiese paulatinamente sus capacidades defensivas, cazadoras y de ataque en relación con otros animales de su medio, propició necesariamente el desarrollo de otras facultades que mantuviesen vigente a la especie. El experimento natural funcionó y no solo eso, sino que dotó al ser humano con el órgano más perfeccionado: un enorme y funcional cerebro. ¿Esto nos otorga la capacidad de modificar todo lo que a nuestro criterio sea modificable para adaptarlo a nuestras necesidades, sean éstas cuales sean?

La medicina y los avances que a nivel genético se han producido en los últimos años resultan asombrosos y han salvado miles de vidas humanas y ayudado a muchísimas otras a mejorar enormemente su calidad de vida, tomando en cuenta, además, que el conocimiento sobre nuestra constitución genética apenas comienza.

La cuestión principal es ¿hasta donde se nos está permitido llegar? Si dejamos que los avances tecnológicos y científicos simplemente sigan su cauce con la libertad con la que han venido sobreviniendo hasta ahora, sin que externemos siquiera una opinión informada y consensuada, sometiéndonos, por tanto, a cualquier decisión tomada unilateralmente, deberemos de aceptar la enorme responsabilidad que esto representa dado que, en el tema que nos ocupa, las consecuencias de la manipulación genética no están nada claras; si por el contrario, nos oponemos radicalmente, sin conocimiento de causa que apoye nuestra resistencia, a la investigación científica y al avance tecnológico incontrolados, entonces deberemos de ser conscientes de que tal postura puede representar un insalvable estancamiento tanto científico como tecnológico e intelectual, negándole la posibilidad a millones de personas de salvar o mejorar su calidad de vida, incluyéndonos a mí a ti, querido lector.

Por esto, es necesario que empecemos, verdaderamente, a utilizar nuestra ventaja evolutiva, nuestra capacidad de razonamiento y reflexión para que, un día al fin, se justifique nuestro papel como los seres dominantes del planeta Tierra.



[1] Toda la información sobre la secta de los realianos la pueden encontrar en su página oficial: www.clonaid.com y www.rael.org [ Volver ]



[2] Zhou, B.B. y Elledge, S.J. "The DNA damage response: putting checkpoints in perspective." Revista Nature. 2000. Nº 408: 433-439. [ Volver ]



[3] Curtis, H. Barnes, N.S. Schnexk, A. y Flores, G. Biología. Sexta Edición en español. Editorial Médica Panamericana. Buenos Aires, 2001. p. 1491 p. y anexos. [ Volver ]



[4] Roslin Institute, Edimburgo. Toda la información del Instituto la pueden consultar en su página oficial: www.roslin.ac.uk (en línea) [Última consulta, 1 de abril 2004] [ Volver ]



[5] Darwin, Charles. Del Origen de las especies al medio de la selección natural o la lucha de la existencia en la naturaleza. Editorial. Península. Barcelona 2001. [ Volver ]



Documentos relacionados




© Copyright 2004 Héctor Nebot García.
© Copyright 2004 REDcientífica.
Todos los derechos reservados.


[Evaluar este artículo]








              Misión de REDcientífica              Condiciones de publicación              E-mail de contacto



  Bookmark and Share