Basado en el artículo aparecido en Computer Graphics World. an*tro*po*ci*ber*sin*cro*ni*ci*dad (del griego antropos, hombre +ciber, gobernador +sincronicidad, aconteciendo juntos en el tiempo) El estudio de los aspectos rítmicos en la relación persona-computador. Inventé el término antropocibersincronicidad para describir un área del estudio de la relación persona/máquina que está poco explorada, pero que es prometedora, en especial para la realidad virtual. Algunos aspectos inexplorados de nuestro ser pueden mejorar notablemente el contacto entre personas y computadoras. El secreto: el ritmo. Los ritmos a escala humana - visuales, auditivos y cinestésicos - pueden y deben ser incorporados al diseño de sistemas de computación eficientes.
Cuando le preguntaban hace unos años al fundador de MIT Media Lab, Nicholas Negroponte "¿Que viene después de los ordenadores personales?" respondía con una sola palabra "Intimidad". Aunque que los usos convencionales de este término tienen una amplia serie de connotaciones, el más interesante es el uso en psicología cognitiva: "la porción del campo de visión ocupado por un fenómeno." Como en las aplicaciones VR más frecuentes el mundo virtual ocupa completamente el campo visual del usuario, la intimidad es total: El usuario se siente completamente "dentro" del "mundo" VR.
Esta inmersión total del usuario en el "mundo" VR es a la vez un peligro y una oportunidad. La antropocibersincronicidad puede minimizar el peligro y ayudarnos a explotar la oportunidad.
Una de las estadísticas más citadas en CADD es la de un estudio llevado a cabo hace unas décadas por IBM, en la cual los investigadores demostraron que el número de transacciones que realizaban los usuarios de sistemas CADD (en este caso, CADAM) se incrementaba a medida que el tiempo de respueta disminuía, hasta llegar a un cuarto de segundo. Este hallazgo fue sorprendente; muchos de los usuarios expertos de CADD creían que el tiempo de respuesta era importante, pero que por debajo de un segundo, otros factores limitaban la productividad del usuario. El estudio, publicado en el IBM Research Journal, mostró que la tasa de transcción por debajo de un segundo era el doble que con un segundo, y que la tasa de transacción a un cuarto de segundo era cerca del doble que con medio segundo.
Durante años pensé que IBM hacía un uso erróneo de esta estadística para justificar la venta de oredenadores mucho más potentes para CADD de lo que los usuarios necesitaban en realidad. Señalé que los comandos CADAM tienen típicamente un lapso limitado; esto es, eran necesarios cuatro o cinco comandos CADAM para llevar a cabo lo que se hubiera conseguido con un solo comando en un sistema de Computervision. De modo que el tiempo de respuesta, razonaba, era importante, pero solo en el entorno IBM/CADAM, en el que los comandos individuales no llevaban a cabo tanto como en otros sistemas. Pero en 1984, cuando visité una reunión de usuarios de CADAM y una reunión de usuarios de Computervision en un corto periodo de tiempo, se confirmó una observación que había hecho anteriormente: los usuarios de CADAM estaban contentos y los de CV (Computervision) frustrados con sus respectivos sistemas. Explorando el asunto más detenidamente con mis clientes que tenían CADAM y CV, quedé sorprendido al enterarme de que los usuarios de CADAM acababan sus jornadas de trabajo cansados pero felices - con las axilas sudadas, por así decir - mientras que los usuarios de CV acababan sus jornadas con dolor de cabeza.
Me pareció evidente que el "baile" del operador de CADD era mucho más suave para los usuarios de CADAM, con tiempos de respuesta por debajo del segundo a todos los comandos, que para los usuarios de CV, cuyos tiempos de respuesta variaban ampliamente de comando a comando, y de un momento a otro, ya que dependía de lo que otros ususarios del sistema estuvieran haciendo en ese momento.
Entonces empecé a imaginarme lo que no había visto antes: los usuarios de CADAM podían desarrollar un ritmo de trabajo, al modo de los trabajadores de las factorías. Cuando tenía 13 años, mi tío Bobby me enseñó a usar una guadaña. "Una vez que le coges el ritmo, ni siquiera te parecerá un trabajo; lo encontrarás estupendo," me dijo. Yo era escéptico, y seguí siendolo durante varios dias de agujetas y ampollas, pero seguí practicando. Y un dia, comencé a cortar trébol a eso de las 9 de la mañana, y no me paré hasta que mi tía, preocupada, vino a buscarme a las tres de la tarde: no había aparecido para comer. Este aspecto dinámico de la ergonomía es, tristemente, desdeñado por los usuarios y vendedores de ordenadores. Se precisa desesperadamente un estudio más serio sobre ello.
Los ordenadores son, potencialmente, un poderoso amplificador del pensamiento humano. Su uso se ha visto limitado hasta ahora por su accesibilidad; solo una parte relativamente pequeña de la población puede establecer contacto con su poder.
Esto se debe en gran medida a su naturaleza misteriosa. Se requieren una gran cantidad de conocimientos para usar la mayor parte de los sistemas con alguna facilidad. Y muchos de los sistemas operativos requieren una cuasi-perfección de quienes quieren utilizarlos, operando según el principio de que "tanto vale un fallo como mil"; si uno se equivoca en un comando de una sola tecla o en el nombre de un archivo, el comportamiento resultante puede ser asombgrosamente distinto de lo esperado, y el ordenador puede darnos muy pocos indicios de que es lo que se hizo mal. De modo que, como mínimo, uno debe ser preciso con los numeros y las letras para hacer que los ordenadores funcionen; solo una fracción de la población tiene las aptitudes necesarias para hacerlo.
Añadir imagenes a la comunicación humano-computadora da un gran paso adelante para ampliar el segmento de la población que puede sacar partido al poder de aumentar la capacidad del cerebro de los ordenadores. Los iconos y los menús distribuidos espacialmente hacen la interacción con las computadoras menos ambigua para más personas. Las imágenes hacen accesible una parte mayor del enorme nivel intelectual de la máquina. Pero no debemos pararnos aqui.
En "La Lira Neural: Metro Poético, el Cerebro y el Tiempo", Frederick Turner y Ernst Poppel afirman que"...el proceso del cerebro es esencialmente rítmico. Que esos ritmos pueden ser "conducidos" o reforzados por estímulos luminosos o auditivos, para producir estados subjetivos peculiares, es algo bien conocido." Siguen mostrando que esta naturaleza rítmica es la misma en todas las culturas: "La poesía métrica es una actividad altamente compleja que es universal en todas las culturas. (Frederick Turner) ha oído poesía recitada por doctores del espíritu Ndembu en Zambia y, junto con el antropólogo Wulf Schiafenhovel, ha traducido poesía Eipo de Nueva Guinea central. Refiera, como poeta, que el metro de la poesía Eipo, cuando se reproduce en inglés, tiene en gran parte el mismo efecto emocional que tiene en el original."
A través de su estudio de la poesía en cientos de lenguas, Turner y Poppel han identificado una unidad temporal fundamental que parece compartida por todos los seres humanos. "Se ha sabido desde hace muchos años que la estimulación luminosa y auditiva rítmica puede provocar síntomas epilépticos en individuos proclives a los ataques, y puede producir potentes reacciones involuntarias incluso en personas normales. El estímulo rítmico arrastra y luego amplifica los ritmos naturales del cerbro, especialmente si esta sintonizado en una frecuencia importante como es la onda alfa de diez ciclos por segundo."
Determinaron que la dimensión de esta unidad es de tres segundos; en poesía, este periodo se identifica con un espacio vocal discernible en todos lenguajes que ellos estudiaron, y lo llamron LINEA. El ritmo sostenido en frecuencias que están relacionadas armónicamente con esta unidad temporal produce efectos asombrosos. "Los curiosos efectos subjetivos del verso métrico - relajación, sentimiento holístico del mundo y otros semejantes - se pueden atribuir sin duda a un trance muy ligero inducido por el efecto auditivo de esta repetición." Más aún, dichos estímulos parecen tener un efecto integrador en la gente. "Se sabe que la sugestión auditiva afecta al lado derecho del cerebro mucho más que al izquierdo: de este modo, mientras la prosa ordinaria sin metro nos llega en forma "mono", por decirlo así, afectando al lado izquierdo del cerebro de forma predominante, el leguaje métrico nos llega en "estéreo", afectando los recursos verbales del lado izquierdo y los potenciales rítmicos del lado derecho."
"Pero la sugestión rítmica de la LINEA de tres segundos no es simplemente un ritmo. Está, como hemos visto, sintonizada con la mayor unidad limitada de tiempo auditivo, dentro del cual se comparan las secuencias causales y se toman las decisiones libres. Un poema completo - que puede ser de cualquier tamaño - es una duración, en el mundo de los valores, sistemáticamente dividido en presentes, que son el mundo de la acción. Por lo tanto resume muestras más sofisticadas y unicamente humanas integraciones de tiempo."
Los ingenieros mecánicos y eléctricos dicen que un sistema está en resonancia cuando vibra a su frecuencia natural. La energía procedente de un sistema en resonancia mueve fácilmente otro sistema de la misma frecuencia natural. Sintonizamos los receptores de radio y TV a las frecuencias de las emisoras para recibir sus señales; cuando la soprano canta en la frecuencia natural del vaso de cristal, éste vibra.
Los seres humanos son sistemas complejos-- demasiado complejos para tener frecuencias naturales simples. Pero hay ciertas frecuencias que resuenan con algunos fenómenos humanos. Los pulsos sonoros de baja frecuencia o cercanos al ritmo del corazón humano parecen causar que el sistema humano se "fije" al generador de sonido: una vez esto ocurre , los cambios en la frecuencia o el ritmo del sonido hacen que cambie de manera concordante el ritmo del corazón de la persona, así como otras funciones físicas. Los juegos de video más populares no son aquellos con los mejores gráficos; son los que tienen un ritmo de baja frecuncia similar al del corazón humano, que se acelera a medida que el juego progresa. Este arrasre auditivo hace que el ritmo cardiaco del jugador se acelere, con la consiguiente producción de adrenalina y endorfinas. Al final del juego, el jugador está "seducido" y quiere más.
Las compañías que venden música de fondo para grandes establecimientos comerciales utilizan ritmos (y a menudo otros estímulos subliminales) para crear el tipo de estado de ánimo que juzgan más efectivos: para los trabajadores en una oficina, los usuarios de un supermercado, y así sucesivamente.
Los cineastas se aprovechas de este fenómeno para intensificar al tensión de sus audiencias. La próxima vez que vaya a ver una película de suspense, fíjese en el ritmo semejante al del corazón, que se acelera en los momentos cruciales, como si fueran peticiones de suspense adicional.
Pero cuando una persona ve una película, la cinta es activa y la persona es pasiva. En contraste, los buenos vendedores saben desde hace mucho tiempo lo que los entendidos en programación neurolinguistica han escrito recientemente: se puede establecer contacto con alguien imitando intencionadamente diferentes aspectos de su comportamiento--su ritmo respiratorio, su ritmo de parpadeo, el ritmo al que su pierna está balanceandose, por ejemplo. Y tras un par de minutos de sincronía, puede verificarse que se ha establecido el contacto cambiando el ritmo y viendo si el otro nos sigue. Si lo hace, uno se está comunicando con esa persona en un nivel muy primario, y está mucho más abierto al las sugestiones y otras formas de influencia que cuando esa relación está ausente.
Estudios realizados en bares de solteros confirman estas observaciones. Las personas que comienzan a imitar el comportamiento de otros, pronto se marchan juntos; los que están "fuera de sintonía" se separan tras breves minutos y hacen otros contactos.
Pensemos ahora en el ordenador como una herramienta de uso general, algo que utiizamos para realizar el trabajo. Debemos medir su efectividad por la facilidad con que nos ayuda a conseguir nuestro objetivo, que usualmente no es hacer funcionar el ordenador; el objetivo es escribir, calcular, diseñar, dibujar o algo en lo que el ordenador, excepto por ser una ayuda, es irrelevante.
Podemos incrementar nuestro control de la herramienta aumentando nuestra adaptación a ella: el modo en que nuestras acciones y las acciones del ordenador se afectan mutuamente. El ritmo, a través de la resonancia, nos ayuda a aumentar esa adaptación.
Por supuesto, aumentar al adaptación puede dar a la herramienta más control sobre el usuario, lo que puede ser indeseable; como la atadura de un esquí, debe ser simultáneamente flexible y fuerte. Uno no quiere que es esquí se suelte mientras está haciendo un descenso; pero quiere que se suelta facilmente si uno se cae.
Al final, lo que necesitamos no es conocimientos de literatura o de pintura; ni siquiera conocimientos multimedia. Lo que debemos tener es inmediatez, incrementar nuestro acceso a nuestros problemas de modo que podamos resoverlos sin mediadores, sin la intrusión de las cosas irrelevantes relacionadas con el ordenador. El ritmo nos puede acercar a esa meta.
A pesar de que son antroposincronizados solo nominalmente, hay ya numerosos usos rítmicos de los ordenadores. Los que nombro más abajo demuestran la posibilidadde tener el ritmo del ordenador bajo control. Biomouse II es un sistema generador de música inventado por Hugh S. Lusted y R. Benajmin Knapp, de la Universidad de Satanford. Unos pequeños electrodos captan las señales eléctricas de los músculos del "intérprete", y los convierten en señales MIDI (Interface digital de instrumento musical). Los electrodos pueden colocarse, por ejemplo, en el cráneo, cerca de los ojos, y en los brazos y piernas. El intérprete puede hacer música moviéndose, cambiando las ondas cerebrales (con la mirada o por otros medios) o mirando en diferentes direcciones. El terapeuta musical Samuel Ben-Dov usa un programa denominado "Xanadu" para enseñar a niños autistas. El sistema puede detectar tanto el tono como el ritmo por un micrófono conectado a un teclado que acompaña al software. Ben-Dov diseña lecciones que pueden ser ejecutadas por Xanadu; en ellas, el estudiante es instruído para cantar una serie de notas, a un ritmo dado. Cuando el estudiante lo hace bien, el sistema le recompensa con un arpegio agradable; los errores hacen que le programa dé instrucciones adicionales y estímulos.
En el museo de Computadoras de Boston, un ordenador toca junto a un músico, improvisando un acompañamiento en tiempo real.
Una versión más sencilla se puede conseguir en el programa "Jam Session" de Broderbund para Macintosh. El programa tiene un modo en el que el usuario puede interactuar con la música eligiendo determinados gestos; el programa se asegura de que la contribución del usuario encaje con el ritmo de la pieza.
Richard Bandler, co-inventor de NLP (programación neurolinguística), diseñó programas para Apple II que inducen un trance hipnótico por la luz, con flashes y guiños rítmicos. Una vez el sistema está "conectado" con el usuario, hace sugestiones para aumentar el estado de aprendizaje del mismo.
Suongamos que el teclado de su ordenador personal tuviera un sensor que pudiera detectar su pulso. Cuando usted empezara a trabajar con el ordenador, el sistema tomaría datos de su humor y su estado de atención de vez en cuando. Construiría una tabla con los ritmos caridacos correspondientes. Tras un periodo de calibración, podría ya detectar su nivel de alerta, y usar ritmos auditivos y visuales para alterarlo. Podría, por ejemplo, encender un carácter en la esquina de la pantalla al ritmo de su pulso, mientras producía un sonido no molesto pero audible. Cuando detectara la sincronización entre su ritmo de pulsaciones y su propio ritmo, podría aumentar la velocidad del suyo, notando si el del usuario le sigue.
Incrementando el ritmo cardíaco, el sistema puede hacer que su cuerpo produzca las sustancias propias de la respuesta de "lucha o vuela", incluyendo endorfinas y encefalinas, sustancias semejantes a la morfina que inducen placer y pueden hacerle más eficiente.
También pueden hacerle menos eficiente, si su trabajo requiere un estado de ánimo contemplativo. Por esta razón, usted debe poder controlar lo que el sistema le hace.
"¿Como se llaman las personas que practican el método del ritmo para controlar la natalidad?" dice el chiste. "Padres" es la respuesta. Como cualquier otro sistema, el control del ritmo no asegura el éxito. El ritmo puede ser un poderoso aliado o una formidable traba, un liberador o un esclavista. No creo que sea intrínsecamente malo, pero puede ser usado para funestos propósitos, como controlar a la gente contra sus deseos. Debemos aproximarnos a ellos con precaución e inteligencia, espetando su poder destructivo y utilizando su poder en nuestro provecho.
Hemos estudiado el ritmo con las matemáticas de Euclides y Newton, cuya base deriva de Platón: todo en el universo es una aproximación a un ideal. Los recientes descubrimientos en la "matemática del caos" revelan que las cosas son a la vez más simples y más complejas de lo que nunca hubieramos imaginado. Algunos misterios de los fenómenos naturales, y de los fenómenos biológicos en particular, están apareciendo en una molesta profusión en este nuevo Abrete Sésamo. Espero ansiosamente que se encuentre, en el campo biológico, un fractal análogo a la noción Newtoniana de resonancia.
Históricamente, el ritmo ha sido usado en ocasiones para anular las libertades individuales. "Los tambores militares hacen música diseñada para hacer que nuestros pies nos lleven a donde nunca hubieramos ido," dice N'omi Orr. "La música es casi tan peligrosa como la pólvora; y seguramente debiera ser vigilada en no menor medida que la prensa o la casa de la moneda. "Tal vez fuera necesaria una reglamentación pñublica" decía Jeremy Collier (1650-1726).
Hay un peligro en el ritmo que se ha percibido desde hace mucho tiempo. Seamos sensatos en su aplicación. Debemos ser sensibles a las posibilidades de un mal uso. Aqui, el mejor remedio es la educación; debemos enseñar a nuestros hijos acerca del ritmo en el contexto de las comunicaciones, para que se den cuenta de su uso y su abuso. Pero debemos actuar rápidamente; llegamos con retraso. En 1947, la escritora de misterio y medievalista Dorothy Sayers apuntaba, en "Las herramientas perdidas del apredizaje": "Quienes nos escandalizamos en 1940 cuando se nos envió a luchar con rifles contra tanques blindados, no nos escandalizamos cuando hombres y mujeres jóvenes son enviados al mundo a luchar contra la propaganda masiva con una serie mínima de "conceptos"; y cuando clases y naciones enteras caen hipnotizadas bajo artes y conjuros, tenemos la impudicia de asombrarnos. Hablamos demasiado de educación sin hacer nada..."
Hemos de ver la educación como una actividad contínua; debemos enseñar, y aprender, como pensar, no sólo qué pensar. Y parte de estas capacidades están en el examen de lo que tenemos enfrente. En su novela de ciencia ficción, Mark Stiegler da un buen consejo:
"Filtra primero la sustancia. Filtra después el significado. Estos filtros protegen contra la publicidad. Filtra en tercer lugar la fiabilidad. Este filtro protege contra los políticos. En cuarto lugar, filtralo todo. Este filtro protege contra los medios de comunicación." "Historia de una raza entre la educación y la catástrofe," anotado por H.G.Wells.
Que la educación venza en nuestra generación.
DR. JOEL N. ORR
Director y consultor principal. ORR ASSOCIATES, INC. 5224 Indian river Road * Suite 106. Virginia Beach, virginia 23464.804/467-2677; Fax 804/495-8548