Vamos a tratar de hacer una breve introducción a este tema. ¿Qué es la vida artificial? Resumiéndolo todo en una frase, es un campo interdisciplinar que trata, a partir de las soluciones que la naturaleza ofrece a sus problemas, de hallar soluciones a problemas computacionales y teóricos diversos.
Vamos a tratar de hacer una breve introducción a este tema. ¿Qué es la vida artificial? Resumiéndolo todo en una frase, es un campo interdisciplinar que trata, a partir de las soluciones que la naturaleza ofrece a sus problemas, de hallar soluciones a problemas computacionales y teóricos diversos. Esta definición no es, sin embargo, completa. También se incluye en la vida artificial todo tipo de simulaciones de seres vivos, así como el estudio de la evolución prebiótica, es decir, de la vida antes de ser vida. ¿Cuál es el objetivo final, hacia el que tiende asintóticamente esta nueva ciencia? El tratar de situar la vida como es dentro de la vida tal como podría ser, como afirma Chris Langton, uno de los mayores gurus del tema.
Si tengo que dar mi opinión, la vida artificial se resumiría en una serie de búsquedas: - Imitación de la naturaleza: esto con una serie de objetivos, el primero puramente estético, o reduccionista, o meramente soberbio, es decir, tratar de meter la naturaleza en la pantalla del ordenador y ver qué pasa con ella (lo cual es evidentemente imposible, pero podremos hallar aproximaciones si no buenas, por lo menos bonitas). Dentro de este apartado de imitación estarían todos los esfuerzos encaminados a simular plantas (es decir, a crear sobre la pantalla del ordenador plantas lo más parecidas posible a la realidad), a simular el comportamiento de bandada o cualquier otro de animales, o simplemente a simular animales que aprendan, luchen, se reproduzcan y en general, sobrevivan.
- Hacer robots menos estúpidos. Los robots actuales, si no son estúpidos del todo, al menos lo son bastante. Lo son en varios sentidos: son incapaces de adaptarse a tareas diferentes de las que se le han encomendado, necesitan un potencia de cálculo bestial, y además rara vez son autónomos, ni computacionalmente (deben de estar conectados a uno o varios ordenadores), ni en el sentido de la energía (deben de estar enchufados a algo). La vida artificial, en el campo llamado robótica adaptativa, trata de hallar robots muy simples, del tamaño de un insecto, que sean capaces de maniobrar autónomamente y de aprender. ¿Porqué se trata de hacer esto? Por dos razones, aunque quizás sean una y la misma. La primera es que la cosa inteligente más estúpida que puede hacer un animal es sobrevivir, sin depender de nada más. Esto lo hacen los animales más simples, pero es incapaz de hacerlo un robot, que tiene que volver a su amo cada vez que tiene que recibir una recarga de energía. La segunda es que una vez que un robot hauya conseguido sobrevivir, se le pueden encargar cosas más serias, ya que se habrá resuelto su problema fundamental.
- Comprender la naturaleza: ¿porqué existe la evolución? ¿Cómo aparecieron las primeras células? ¿Cómo está ligado el aprendizaje y la cognición a la evolución? Para responder a estas preguntas, haría falta contar con más de un ejemplo de Naturaleza, pero desgraciadamente sólo tenemos uno. Para ello, los biólogos y filósofos que se plantean estas preguntas deben de contar con la ayuda de aquellos que se dedican al apartado 1. ¿Qué es lo que se ha obtenido dentro de estos apartados? Dentro del primero, que además imbuye el segundo (¿cómo se puede enseñar a sobrevivir si no es fijándose en la naturaleza?) se han utilizado dos tipos de algoritmos cuya inspiración es esencialmente natural: los algoritmos genéticos, que desechan o aceptan estrategias de supervivencia basándose en cómo hacen que el animal artificial (o el robot) se desenvuelva en el ambiente, y las redes neuronales, que tratan de imitar y modelizar algunos comportamientos del cerebro humano. Y con estos algoritmos, que sólo gobiernan el comportamiento a muy bajo nivel, diciendo cómo deben de combinarse las entradas (los sentidos) para dar una salida (las acciones), se han encontrado comportamientos complejos, de búsqueda de pareja, formación de tribus, creación de idiomas diferentes si los bichos artificiales pueden comunicarse, etc. Y además, tales algoritmos, que preceden la aparición de la vida artificial, son muy útiles para otros cientos de cosas. Esto sucede, por ejemplo, en MbitiWorld.
Se han creado además universos computacionales en los cuales programas se ejectuan eternamente, utilizando su propio código para reproducirse, para parasitar a otros programas (a los que utilizan para reproducirse a sí mismos) o cooperando con otros programas para eliminar a los parásitos, como sucede en el sistema Tierra, creado por Tom Ray, que actualmente está en Costa Rica. Dentro del segundo campo, lo más señalado es, por un lado, los robots del laboratorio de Rodney Brooks, que, aunque no son capaces de aprender, sí son capaces de seguirse unos a otros, de andar sobre seis patas, y de buscar y localizar latas de CocaCola por todo el laboratorio; en el otro lado están los de Mark Tilden, pequeños insectos sin ninguna inteligencia, basados solamente en alambres, resistencias, condensadores, que son capaces de andar poquito a poquito cogiendo energía del Sol y de crear manadas en las cuales cada uno ocupa su sitio. En el tercer caso, hay problemas que todavía no tienen una solución demasiado clara. ¿Qué fue primero, la célula o el código genético? Los autopoiéticos afirman que la célula, aunque está todavía por ver en sus simulaciones la aparición del código genético; los informacionales afirman que primero fue el ADN, y luego la membrana que lo recubrió para crear la célula. El objetivo final, al menos para algunos de nosotros, es crear realmente un mundo artificial, que esté inmerso por ejemplo dentro de una realidad virtual, en la cual podamos meternos, tener una mascota, enseñarle, zurrarle, hacer que esta mascota persiga conejos que a su vez aprendan a huir de ella, y que, en general, tenga una existencia totalmente independiente con respecto a nosotros. ¿Será eso vida? No, pero será vida artificial.
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